Baztan-Bortziriak
«Los pies tienen toda nuestra vida marcada, todo el cuerpo se refleja en el pie»Tras probar los beneficios de la reflexología podal no dudó en estudiarla y ofrece esta terapia en BeraLourdes Párraga Oin Lur, en Bera, donde ofrece reflexología podal
Lourdes Párraga es catalana, de Vilanova i la Geltrú, pero lleva unos 9 años residiendo en Bera. Hace dos abrió Oin Lur, su centro de ... reflexología podal. Además acude a ferias que le sirven para darse a conocer y para vender sus jabones artesanales.
–¿Cómo llegaste a la reflexología podal?
–Hace años mis suegros ya hacían reflexología. Antes de quedarme embarazada me habían ofrecido darme alguna formación, pero fue en el embarazo cuando empecé a recibirla. Me di cuenta de todos los beneficios que tenía y dije: esto lo tengo que estudiar. Cuando terminé de estudiar pensé que la tenía que empezar a transmitir a los demás. Y así empecé.
OPCIONES«Nadie inventa nada. Son técnicas que estamos poniendo al alcance de más gente»JABONES«Empecé a hacer jabones porque quería tener un detalle con mis pacientes»
–¿Dónde se estudia?
–En escuelas de masajes. Y puedes sacar una titulación, yo lo hice en Donosti, en la escuela de Pasaia y sigo estudiando on line, porque en otros países está mucho más desarrollado. Al final es, por así decirlo, una rama de la acupuntura, de la medicina china, con los pies y los reflejos de los pies, que ellos también trabajan. Ellos con agujas y nosotros de otra manera. A partir de ahí hay formaciones que nunca acabas. Como la lectura de los pies, por ejemplo.
–¿Qué es eso de la lectura de los pies?
–Pues los pies tienen toda nuestra vida marcada. A través de la forma, de los callos, de las líneas que tienen nuestros pies, a nosotros nos dicen muchas cosas.
–O sea, que cuando ves unos pies estás viendo mucho más allá de lo que nos imaginamos... ¿Todo el cuerpo se refleja en la planta de los pies?
–Todo el cuerpo se refleja en el pie en general, en la planta, en los dedos, en el empeine... Podemos trabajar el corazón, hígado, pulmones, intestinos, la cabeza, sobre todo... Y estimulando determinados puntos, llegamos a ellos.
–¿También se refleja lo emocional?
–Al final todas las emociones quedan ancladas en algún sitio por algo, y a través de la estimulación de esos puntos vemos si ese punto está más concurrido o menos, o si hay alguna emoción más anclada. La lectura ayuda a llegar a esa emoción y poderla trabajar, hablarla, estimularla y que vaya fluyendo. Con la reflexología se toma mucha conciencia.
–¿Del cuerpo?
–El cuerpo es sabio y tiene un sistema que es la homeostasis, que genera nuestra propia cura. Lo que pasa es que entre el estrés, la mala alimentación, el no hacer deporte... La reflexología podal nos ayuda a tomar esa conciencia para poder solucionar todo eso que tienes reflejado en el cuerpo.
–¿En qué nos puede ayudar en concreto?
–Lo más importante es la relajación del cuerpo y de la mente, a nivel de reducir el estrés. Ayuda a mejorar la depresión y la ansiedad, estimula la circulación sanguínea, ayuda a eliminar las toxinas, equilibra los niveles de energía, fortalece el sistema inmunológico, ayuda a conciliar el sueño... En general favorece a un correcto funcionamiento del cuerpo en sí. Va bien para todas las etapas de la vida, para la menopausia también. El cortisol a día de hoy es lo que más elevado tenemos todos y con la reflexología podemos ayudar.
–¿Es porque tiene que ver con el estrés?
–Sí, pasas en un momento puntual mucho estrés y te llenas de cortisol. Bajando el estrés, bajas el cortisol.
–Seguro que tienes anécdotas curiosas.
–Tenía una paciente al principio que me decía que veía todas las horas de la noche. Yo le decía, ¿cómo que todas las horas? Y me contaba que no dormía, que veía la una, las dos, las tres... Hicimos varias sesiones seguidas, varias semanas seguidas y a partir de ahí me decía que dormía cuatro horas seguidas y luego empezamos a alargar las sesiones y llegaba a dormir sus ocho horas seguidas. Y luego se trabaja mucho a nivel vértigos, es un punto que se ve muy claro con la reflexología. También va muy bien para regular los sofocos en la menopausia. Se puede utilizar también en niños, en gente mayor... Cuando la gente mayor tiene muy poco movimiento, ayuda también.
–¿Hasta en bebés?
–Con bebés intento enseñar a los padres y madres a hacerles cuando la necesitan, por ejemplo, con los mocos. Cuando yo estudiaba había una mamá que tenía un niño con autismo y estaba aprendiendo para poder hacerle a su hijo. Estamos en una zona donde todas las terapias alternativas se trabajan bien. Puede tener que ver con ese contacto tan directo con la naturaleza...
–¿Y con las brujas?
–Pues igual, también. Nadie se está inventando nada. Son técnicas que estamos poniendo ahora al alcance de más gente. Es interesante mirar también atrás.
–¿Y los jabones?
–Empecé de forma curiosa. Al año de abrir la consulta quería tener un detalle con mis pacientes y pensé que podía ser un buen regalo. Empecé y me gustó mucho ese mundo. Llegó un momento en que tenía muchos jabones y empecé a comercializarlos. Es otra manera de darte a conocer y la verdad es que gustan mucho. Triunfa el de aceite de algodón, el floral y el rosa mosqueta, que nunca falla. Luego hay de tratamiento: el de psoriasis está hecha con sales del Mar Muerto, para acné, con leche de cabra, el de carbón activo...
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