El Gobierno de Navarra trabaja ya en la adecuación de la carretera N-121-A
Los ayuntamientos de Ultzama y Olaibar piden que se incluya la realización de variantes
A. D. C.
baztan-bortziriak.
Jueves, 20 de agosto 2020, 00:38
El Gobierno de Navarra trabaja ya en la adecuación de la N-121-A para convertir todo el trazado en una vía 2+1 y así «aumentar su seguridad». Esta solución homogeneizará la totalidad de la vía con tres carriles, de los que el central se utilizará en uno u otro sentido por tramos, para adelantar en una u otra dirección. La reforma de toda la vía tendrá un coste de 70 millones de euros, a los que habrá que añadir 100 millones más para desdoblar los túneles de Belate y Almandoz.
Variantes
Sin embargo, los ayuntamientos de Ultzama y Olaibar, junto a los concejos de Arraitz y Olabe, exigen al Departamento de Cohesión Territorial que incluya la realización de variantes. Estas instituciones han mostrado su queja y recuerdan que de las 16 localidades que antes atravesaba esta carretera, «solo estos dos pueblos no disponen todavía de una variante que haga más cómoda y segura la vida para sus vecinos y para los usuarios que la utilizan».
Recuerdan que a día de hoy, Arraitz y Olabe «siguen siendo atravesados diariamente por más de 11.000 vehículos, de los cuales 4.000 son camiones de alto tonelaje». La variante ya fue solicitada en el caso de Olabe en el año 2008, antes de aprobarse el III Plan Director de Carreteras, y contemplada en el caso de Arraitz, siendo aprobada en el citado plan.
Por eso no entienden cómo «ante la envergadura técnica y presupuestaria que va a acometer el Gobierno en la reforma de la N-121-A no se ha contemplado la ejecución de estas dos sencillas variantes», y recuerdan que «el Gobierno de Navarra barajaba inicialmente un mínimo de 170 millones de euros para la adecuación».
Los ayuntamientos y concejos afectados aseguran que «la accidentalidad en las travesías es considerable», y aunque reconozcan que «estos en sí no justifican la construcción de una variante», consideran que «son un buen indicador de la peligrosidad». En los últimos 15 años ocho personas han fallecido en las inmediaciones de Olabe, y cuatro en las de Arraitz. «Son muchos ya los años que como peatones de nuestras calles venimos soportando la peligrosidad del gran volumen tráfico de esta carretera pegado a nuestras casas en condiciones que no se dan en ningún núcleo urbano de Navarra», denuncian, y destacan que «los vehículos son siempre fuentes de ruido y contaminación atmosférica, por lo que los problemas que ocasionan sobre los residentes en los márgenes de la travesía son importantes». «La circulación de vehículos pesados agrava el problema, puesto que el impacto que produce es diez veces superior al de los ligeros», apuntan.