Tensión en el gobierno municipal de Eibar por la seguridad nocturna
Los jeltzales acusan al regidor socialista de realizar declaraciones unilaterales sobre los recursos policiales sin consensuarlas con su socio de gobierno y de ofrecer datos «incompletos». Iraola replica que el Ayuntamiento ya dispone de dos patrullas municipales por la noche y que ha pedido a la Ertzaintza que valore más medios para toda la comarca.
Alberto Echaluce
Viernes, 31 de octubre 2025, 20:08
El debate sobre la seguridad nocturna en Eibar ha abierto una grieta política en el propio gobierno municipal (PSE-EE y EAJ-PNV). A raíz ... de los incidentes ocurridos la noche del sábado 25 de octubre —una pelea en el centro de la ciudad que requirió la intervención de la Policía Municipal y de la Ertzaintza—, el alcalde Jon Iraola (PSE) pidió públicamente al Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco que «valorase incrementar los recursos policiales» en la zona. Esa petición, realizada «en nombre del Ayuntamiento», ha sido cuestionada con dureza por el socio jeltzale, que reclama «veracidad, prudencia y trabajo interno antes de salir a los medios».El grupo municipal de Eibarko EAJ-PNV, a través de su portavoz Alberto de la Hoz Gorriti, expresó su «malestar» porque, a su juicio, el alcalde ha hablado «como si representara a toda la Corporación» en un asunto que es «de alcance supramunicipal» y sin haberlo contrastado con la otra parte del gobierno. «Cuando el señor Iraola habla en nombre del Ayuntamiento se olvida de que la Corporación son 21 concejales y de que EAJ-PNV también forma parte del Ejecutivo desde hace un año», señalaron.
Pelea el día 25 de octubre
Según el relato jeltzale, la intervención policial del sábado 25 de octubre se produjo en tiempos razonables: la Policía Municipal acudió primero y requirió apoyo de la Ertzaintza, que —siempre según el PNV— llegó en ocho minutos. Por eso, el grupo nacionalista considera «no cierto» que sólo hubiera una patrulla autonómica activa, como dejó entrever el alcalde al explicar que había pedido más medios a la Ertzaintza porque «no es de recibo» la situación de efectivos. «Había más patrullas activas y una de ellas llegó en 8 minutos. ¿Cómo podría llegar en ese tiempo si sólo hubiera una patrulla para toda la comarca?», se preguntó De la Hoz, que acusa al regidor de dar una versión parcial de los hechos y, por tanto, de «desinformar a las eibarresas y eibarreses». Además, el PNV reprocha a Iraola que haya hecho públicas en prensa y redes sociales «datos sensibles» sobre la localización y número de efectivos de la Ertzaintza, algo que, en opinión de los jeltzales, «no ayuda» a la labor policial. La réplica del alcalde: «Hemos reforzado con dos patrullas». El alcalde, por su parte, mantiene su posición. Iraola defiende que el Ayuntamiento sí ha hecho los deberes: »Nosotros por las noches tenemos 5 efectivos, que son 2 patrullas. Ya son más de las que la Ertzaintza tenía para toda la comarca«. Según explicó, ese refuerzo se está cubriendo con horas extra y pese a las bajas y permisos habituales en una plantilla municipal: «Nos pasa lo mismo que a la Ertzaintza, pero nosotros reforzamos y por eso tenemos las patrullas que tenemos».Para el regidor socialista, el fondo del asunto no es si la Policía Municipal acudió o no —«acudió, como hace siempre»— sino que la competencia en materia de seguridad ciudadana es de la Ertzaintza: «Es la Ertzaintza la que tiene que entrar porque está mejor preparada que la Policía Municipal. Lo que pasa es que, en la práctica, la Policía Municipal entra porque no le queda otro remedio cuando no hay efectivos de la Ertzaintza disponibles».Iraola también ha recordado que ya trasladó esta preocupación al consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, meses atrás —«en abril o por ahí»— y que ahora lo ha reiterado por carta para que se valore un incremento de recursos no sólo para Eibar sino para toda la comarca .
El reproche jeltzale tiene forma y fondo. En las formas, reprocha al alcalde que lo haya hecho «de manera unilateral» y por los medios de comunicación, sin pasar por los foros internos del Ayuntamiento ni por el Foro de Seguridad Ciudadana que, recuerdan, fue creado precisamente «para canalizar este tipo de solicitudes y escuchar primero a la Policía». En el fondo, los jeltzales ponen el foco en la organización del propio cuerpo municipal. A su juicio, lo lógico en una ciudad como Eibar, con 27.540 habitantes, es disponer de un mínimo de dos patrullas activas por turno —«una por cada 10.000 habitantes»— además de los servicios internos. «El señor Iraola dijo que ha reforzado el turno de noche, pero desde EAJ-PNV afirmamos que no es así. ¿Cuántas patrullas había esa noche y cuántas hay otras noches? Es fácil de comprobar», sostienen. También cuestionan que el alcalde exija más medios a la Ertzaintza sin aclarar previamente si el Ayuntamiento está utilizando al máximo los suyos o si se podría «ordenar de manera más eficiente» el servicio municipal.Iraola: «Antes de criticar, pregunten».
El alcalde ha respondido con dureza a esa acusación. Considera que hay «cosas que no son verdad» y que, si el PNV forma parte del gobierno, «lo primero que debería hacer es informarse antes de salir a criticar». Iraola entiende que se trata también de una cuestión de respeto al personal municipal que está cubriendo los turnos nocturnos. «Decir que no se está cubriendo cuando tenemos dos patrullas es una falta de respeto».
El PNV ha cerrado su intervención pidiendo «tranquilidad y prudencia» y reclamando que estos temas se traten «primero de puertas adentro». Pero su comunicado deja claro que el malestar es real: creen que el alcalde se ha atribuido un rol que excede sus competencias y que ha generado una imagen de descoordinación que «no se corresponde con el trabajo conjunto previo».Iraola, en cambio, ha querido mantener el foco en lo que originó toda la polémica: las peleas y conflictos nocturnos. Y ahí insiste. «Los temas de seguridad corresponden a la Ertzaintza» y el Ayuntamiento ya ha hecho su parte reforzando la Policía Municipal.
El resultado, por ahora, es un escenario incómodo para el Ejecutivo eibarrés: dos socios de gobierno enfrentados públicamente por un tema tan sensible como la seguridad ciudadana, y una ciudadanía que recibe mensajes contradictorios sobre cuántos agentes había, quién llegó primero y quién tiene realmente la competencia para actuar.
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