Una exposición sobre las mujeres en lucha por la defensa del Territorio y Derechos Humanos en Centroamérica

En palabras de estas mujeres, «la exposición reivindica su papel en las luchas en defensa del territorio y los Derechos Humanos en esos países y ampliable a toda América Latina. En esta lucha, el cuerpo es el primer territorio de defensa ante las violaciones de los machos que se comportan como conquistadores; la defensa del territorio es también la defensa de nuestra tierra que quiere ser robada por las multinacionales mineras que contaminan nuestras tierras y de los pantanos que inundan nuestras tierras. El territorio somos mujeres, y la tierra nuestras raíces y nuestro quehacer diario, nuestra forma de ganarnos el sustento y herencia para nuestros hijos e hijas».

Recuerdan que «en esta lucha, algunas de nosotras han dejado la vida como Berta Cáceres (Honduras), Diana Isabel Hernández y Paulina Cruz Ruiz (Guatemala), y así hasta 55 defensoras que han sido asesinadas desde 2016 en América Latina. Otras han estado asiladas en la Comunidad Autónoma Vasca como Lolita Chávez (Premio Ellacuría 2017) y Yolanda Oquelí que hablaron recientemente en Deba de su compromiso en esta lucha por la tierra y los derechos humanos, así como de los atentados sufridos».

Esta exposición está promovida por Lumaltik Herriak junto con la asociación Berdinak Gara y la Agencia Vasca de Cooperación y está recorriendo diferentes pueblos de la Comunidad Autónoma Vasca. Tras visitar Gasteiz, Algorta, Donostia (en tres lugares diferentes), Orereta, Iurreta, ahora la tenemos en Deba y luego pasará a Bilbao. En nuestra localidad ha contado con el apoyo de los socios de Lumaltik y de Internazionalismoa Egiten. El ayuntamiento de Deba lleva varios años apoyando a estas mujeres mediante ONGS vascas: Lumaltik Herriak, Berdinak Gara, Mugarik Gabe y Alboan.

La exposición consta de 5 cuadros realizados por ellas y 7 fotografías de estas mujeres luchadoras. Permanece abierta al público en el siguiente horario: de lunes a viernes de 18.00 a 21.00 horas el sábado de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas y el domingo de 12.00 a 14.00 horas.

Sobre la exposición cuentan que «el concepto de territorio lo han desarrollado las feministas comunitarias. El concepto de territorio une tierra y cuerpo de la mujer, y está ligada a la historia de las comunidades campesinas e indígenas de los países centroamericanos. Los conquistadores españoles robaron la tierra y violaron a las mujeres como sucede en tantas guerras. Los finqueros del café robaron la tierra y aplicaron el derecho a pernada hasta la década de los 80, y ahora las multinacionales roban la tierra y el machismo sigue tomando el cuerpo de las mujeres de manera violenta, y multinacionales y machismo asesinan a las mujeres. Los gobiernos centroamericanos responden a intereses de las élites económicas, y en estos momentos todos están corruptos».

Los gobiernos y las multinacionales que encuentran el apoyo, por activa o pasiva, de los gobiernos de la Unión Europea, EEUU y Canadá llevan años haciéndose con la tierra de las comunidades para la explotación minera, plata, oro, níquel y otros, y para la construcción de embalses en donde las constructoras españolas operan a través de subcontratas.

Mineras y embalses se hacen con el control del agua, unos contaminándolos y otros embalsándola, y todo ello va el mensaje de que desarrolla el país, pero la realidad es que las personas comunitarias son acusadas de subversivas y antipatriotas y perseguidas en los tribunales o siendo asesinadas. Son cientos los y las lideresas comunitarias asesinadas en esta última década. Aún no siendo líder comunitario, por su compromiso con las comunidades en sus mercados locales y su cultura, la promoción de una Universidad indígena, fue asesinado el 8 de agosto el director de Veterinarios sin fronteras, el francés Benito María. Todos estos asesinatos nunca son clarificados y la impunidad se mantiene como siempre en la historia de estos países.

El asesinato de Berta Cáceres, de Honduras, en ese sentido se ha convertido en un referente al ser llevado a instancias internacionales y ser detenidos algunos de los ejecutores pero no los instigadores que pagaron a los sicarios. Los instigadores quedó demostrado eran los dueños de la empresa que quiere construir un embalse en tierra de las comunidades originarias lencas y los políticos coaligados a esos empresarios.

Las mujeres comunitarias, campesinas, originarias o mayas (que antes se les denominaban como indígenas) se han convertido en líderes de estas luchas y ello ha llevado a que unas hayan sido asesinadas o heridas, otras encarceladas, otras pendientes de juicios y otras asiladas especialmente en México, EE UU y en el estado español.