El Viento Sur inicia su nueva etapa calándose la txapela

'Haize Beltza' hizo acreedora del premio del jurado en el X Concurso de Pinchos de Elgoibar a la gastroteca Viento Sur. Su propuesta de chipirón, cebolla, pimiento, tinta de chipirón, arroz y plátano macho fue la más valorado por el jurado entre las 26 que se han presentado al concurso de este año. Dore, la joven responsable de este establecimiento, no podía contener la alegría por un triunfo que les ha llegado a los pocos días de hacerse con la dirección del bar. «Nos hicimos con la gestión del bar hace dos semanas. Estoy contenta y muy nerviosa. No podíamos imaginar que a los pocos días de empezar con el bar nos llevaríamos este premio», manifestó después de recoger la txapela, el diploma y el vale de compra de 300 euros, canjeable en los establecimientos asociados a Txankakua, que les acreditan como ganadores del concurso.

El segundo premio del jurado (txapela, diploma y vale de 150 euros) fue para el bar San Roke, que participó con el pincho 'Ortuko poztasuna'. Su propuesta tenía como base una rodaja de berenjena acompañada de cebolla, pimiento rojo y verde, calabacín, aceite de oliva, pimienta negra y tomate, y estaba coronada por un huevo de codorniz. Finalmente, el premio del público (txapela y diploma), que se concede en base a los votos que los clientes dan a cada una de las propuestas presentadas al concurso, fue para el bar Asgi. El pincho de este bar ubicado en el barrio Urazandi llevaba el nombre de 'Kono txiki kurruskaria', nombre detrás del cual había un cono crujiente relleno con una farsa de morcilla, queso, almendra caramelizada y compota de manzana.

El resultado del concurso se dio conocer ayer al mediodía en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elgoibar. El encuentro sirvió también para hacer balance de la edición de este año, que ha registrado una venta promedio de 350 pinchos por cada uno de los establecimientos inscritos en el concurso, según manifestó la alcaldesa de Elgoibar, Ane Beitia.

La cita acogió también el sorteo que habitualmente se lleva a cabo entre aquellos clientes que participan en la elección del pincho favorito del público depositando sus votos en las urnas habilitadas para ese fin en los bares que toman parte en el concurso. Un niño presente en la sala fue el encargado de elegir las papeletas premiadas entre los 6.301 que se han emitido este año. La cena para dos personas en el restaurante Belaustegi fue para Daniel Alonso (reserva Elena Baroa) mientras que el vale de compra en los establecimientos asociados a Txankakua por valor de 150 euros fue para 'Cata' (reserva Nagore Etxeberria).

La alcaldesa de Elgoibar, Ane Beitia, puso en valor el esfuerzo y la creatividad desarrollados por los establecimientos hosteleros en liza en el concurso de este año. Reconoció que ella había disfrutado con las propuestas que se habían presentado en esta décima edición, y animó a los hosteleros a seguir por esta senda en los próximos años. «Disfruto con la comida y, la verdad, todos los pinchos que he tenido ocasión de probar me han parecido muy buenos. La calidad del concurso se incrementa de año en año, y es una prueba de que hacéis un esfuerzo cada vez mayor para mejorar vuestros pinchos». Por su parte, Aitor Buendía, en su condición de miembro del jurado, manifestó estar sorprendido por el nivel de los pinchos presentados a concurso y por el ambiente que vio en las calles de Elgoibar durante los días de concurso. «Hacía tiempo que no visitaba Elgoibar, y me he quedado maravillado con lo que he visto en las calles de una población que, a día de hoy, tiene un censo que ronda los 11.000 habitantes. Muchas localidades más pobladas se darían con un canto en los dientes por tener el ambiente que se ha vivido en Elgoibar durante los tres días de celebración del concurso».

Este buen ambiente se ha visto acompañado por el alto nivel que, a juicio de Buendía, periodista especializado en el mundo de la gastronomía, ha tenido el concurso. Asimismo, aprovechó el acto de entrega de premios para poner en valor la importancia del producto local y de los productores que lo hacen posible «un elemento clave» -dijo- «para diferenciar a la gastronomía vasca del resto de las cocinas del mundo».