Elgoibar

Ícaro regresa a su hogar en el puente de Urazandi ocho meses después de alzar el vuelo

La escultura de Ícaro que desde el año 1998 preside el puente de Urazandi con una privilegiada ubicación sobre el río Deba se tuvo que retirar el pasado mes de octubre para posibilitar el desarrollo de las obras promovidas por el Ayuntamiento con el objetivo de renovar de manera integral el puente que conecta el centro urbano de la villa con el barrio de Urazandi.

Ayudado por una enorme grúa, Ícaro alzó el vuelo para abandonar el que había sido su hogar durante más de un cuarto de siglo.

Pero el suyo era un viaje de ida y vuelta y la escultura creada por Esperanza D'Ors regresó ayer a la que fue y seguirá siendo su casa.

Además, Ícaro ha vuelto rejuvenecido a su renovada atalaya sobre el río Deba; toda vez que durante los ocho meses que ha permanecido de viaje ha sido sometido a diferentes trabajos de restauración de la mano del artista madrileño Ismael García, quien ya participó en el proceso para la creación de la obra (tomó parte tanto en las labores de modelado y fusión del cuerpo de bronce como en la creación de las alas de aluminio).

Según explicó el propio García, la restauración de la escultura de Ícaro, ceada en bronce y alumnio y con 500 kilos de peso, ha incluido la limpieza de los daños superficiales ocasionados por las inclemencias meteorológicas y el paso del tiempo; así como el aclaramiento del color «con la generación de una pátina renovada por medio del uso de sulfuro potásico y nitrato férrico».

La intervención se completó aplicando una cera especial a la pieza escultórica «por medio de un paño caliente» y llevando a cabo el abrillantamiento de las alas con ese mismo material.

Sea como fuere, el rejuvenecido Ícaro vuelve a ocupar el lugar para el que fue creado, lo que permite constatar que las obras para la renovación del puente de Urazando siguen avanzando. Si las previsiones se cumplen, la obra concluirá a finales de este año.