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Errosario. Lizarralde aunaba la pasión por la historia con la participación en iniciativas populares. AITOR
 La historia local pierde a Koldo Lizarralde

La historia local pierde a Koldo Lizarralde

Nacido en Pasaia en 1950, falleció ayer a consecuencia de un infarto | Trabajador e inquieto, cuenta con una vasta bibliografía en la que el pasado de Elgoibar juega un papel muy importante

: AITOR ZABALA

ELGOIBAR.

Martes, 24 de septiembre 2019, 00:16

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La parroquia de San Bartolomé acogerá mañana, a las 19.00, el funeral por Koldo Lizarralde. Su fallecimiento ayer, después de varios días en situación de muerte cerebral como consecuencia de un infarto, puso el punto final a una vida marcada por la historia y la recuperación del pasado, labor a la que este pasaitarra de nacimiento (Pasaia San Pedro, 1950) pero elgoibartarra de corazón dedicó innumerables horas de trabajo. Esta labor investigadora estaba acompañada de un carácter campechano, humilde y afable, aderezado por una ilusión desbordante por participar en todo tipo de eventos populares.

Su imagen empujando el sistema de sonido que acompaña a Kale Kantariak en sus recorridos por las calles de Elgoibar o ataviado de arcabucero disparando las salvas de la ezpatadantza de la calle Errosario están presentes en las retinas de muchos elgoibartarras. También era común verle cantar con los coros de Santa Agueda, así como actuando de figurante en la tamborrada de la víspera de Trinidad, cantando con el Coro Parroquial y ayudando cada 23 de agosto al éxito del Memorial Etxaniz de ciclismo que organiza la sociedad Gure Bide.

Lizarralde disfrutaba buceando entre legajos guardados en archivos y recogiendo testimonios a la búsqueda de ese dato que le ayudara a ir dando forma al trabajo en el que estuviera desarrollando en ese momento. Recopilaba ingentes cantidades de información que luego ordenaba en interminables horas de trabajo a luz de una lámpara en la soledad de su pequeña oficina, con la ilusión de verla reunida en las páginas de un libro.

Eusko Ikaskuntza

Su pasión por la Historia y la Etnografía le llevaron a ingresar en Eusko Ikaskuntza en el año 1982 y a profundizar en esos campos de estudio de la mano de Joxe Miel Barandiaran. Ese afán por el estudio se tradujo en el inicio de una ingente labor editorial en forma de libros, artículos y colaboraciones, en la que la presencia de Elgoibar y su historia ha sido notable: 'El convento de San Francisco de Elgoibar' (1989); 'Apuntes etnográficos de Elgoibar. 1ª parte' (1994); 'Elgoibar. Los trabajos y los siglos' (1995); 'El hospital de San Lázaro y la ermita de la Magdalena' (1995); 'Fiestas populares de Elgoibar' (1996); 'Apuntes etnográficos II. Ritos de pasaje' (1997); 'Elgoibar dantzan' (1999); 'Elgoibar y sus molinos' (2001); 'El viejo frontón de Kalengoien 1751-2003. Apuntes de la historia de la pelota en Elgoibar' (2003); 'Uraren indarra' (2006); 'Gure Bide Elkartea 1959-2009'; 'CD Elgoibar 1917-2017' (2018)...

También ha publicado trabajos en el Atlas Etnográfico de Vasconia, el Boletín de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y los Cuadernos de Sección de Eusko Ikaskuntza, sin dejar de lado otras muchas aportaciones como sus artículos anuales en el programa de fiestas de San Bartolomé, con artículos sobre la historia local, y la participación en el proyecto 'Oficios tradicionales'.

Otra de las pasiones de Koldo Lizarralde era el mundo de los molinos. Miembro de la junta directiva de la Asociación para la Conservación y Estudios de los Molinos. ACEM, ha publicado distintos trabajos relacionados con la Molinología y ha trabajado en la organización de congresos relacionados con este tema, además de participar en ellos como ponente en su condición de experto.

Esta ingente labor investigadora le llevó a recibir el homenaje de Elgoibar en 2014, cuando tuvo la ocasión de participar en el lanzamiento del chupinazo de las fiestas de San Bartolomé junto a Peio Arrieta, Yulen Zabaleta, Jabier Elorza y Carmelo Urdangarin como reconocimiento a su labor por recuperar y preservar la historia local. Años antes, en 2009, la ezpatadantza de la calle Errosario también quiso poner en valor el trabajo de este historiador con un homenaje del que también fueron partícipes Peio Arrieta y el coreógrafo Juan Antonio Urbeltz, por su papel en la recuperación de una pieza que ya se bailaba en esta localidad en el siglo XVI.

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