Un vasco vuelve a vivir a su pueblo diez años después y alucina con lo que ve: «Nos hemos topado con una realidad decepcionante»

Para aquellas personas que por motivos laborales, personales o económicos tienen que abandonar su ciudad natal, poder volver a casa significa muchas veces un sueño. Una oportunidad de regresar junto a amigos y familia que, cuando surge, no se puede dejar escapar. Eso es lo que debió pensar Juan, un vecino de Eibar que después de haber vivido fuera durante diez años regresó a la localidad «con la esperanza de encontrar una ciudad acogedora», según explica.

Sin embargo, lo que parecía un sueño cumplido pronto se ha tornado en «una desilusión» para él y los suyos, tal y como ha querido contar a través de las redes sociales. Así, en un post de Facebook este vecino ha lamentado la pérdida de encanto que se ha encontrado en su vuelta a Eibar y la «realidad decepcionante», a su parecer, con la que se han topado.

«Quiero expresar mi profunda preocupación por el estado en el que se encuentran los alrededores de nuestra comunidad. Después de haber vivido fuera durante 10 años, hemos vuelto a Eibar con la esperanza de encontrar una ciudad acogedora, pero nos hemos topado con una realidad decepcionante:

- Acumulación de basura, heces...

- Áreas verdes descuidadas y llenas de maleza

- Espacios públicos en deterioro

- Y una seguridad en las calles que deja mucho que desear

Es triste ver cómo Eibar, un lugar con tanto potencial, ha perdido parte de su encanto debido al deterioro de su entorno y a la inseguridad creciente en las calles. Venimos de un pueblo con muchas más áreas verdes y donde el cuidado por parte del ayuntamiento era impecable. Aquí, en cambio, se nota una falta de atención preocupante, tanto en el mantenimiento de los espacios públicos como en la seguridad de los vecinos. Atentamente, un vecino de Eibar», concluye su mensaje.

Las reacciones no se han hecho esperar y son muchos los vecinos que se han sumado a las protestas de Juan sobre el estado actual de Eibar aunque también hay quien ha defendido la situación de la localidad. «Suciedad a destajo, todo lleno de grafitis y el resto del pueblo igual. La inseguridad, de juzgado de guardia. Robos, vandalismo, saqueos... Hay alguien que está cobrando por comandar una ciudad que no está haciendo su tarea» o «Lo mejor de todo es la pedazo de factura que pagamos por las basuras y no para de subir. Hay que poner esa empresa en bolsa, para comprar acciones», han sido alguna de las reacciones.