Eibar
Txonta consolida su regeneración con 2,2 millones abonados a 14 portales del barrioNueve de las catorce comunidades han finalizado las obras de rehabilitación, aislamiento de fachadas y cubiertas
El barrio de Txonta sigue transformándose por dentro. El Proyecto de Regeneración Urbana y Rehabilitación Integral que el Ayuntamiento puso en marcha para modernizar ... un entorno industrial envejecido ya ha movilizado 2.228.149,88 euros en ayudas abonadas a comunidades y particulares del barrio. El programa, que tiene como ejes la eficiencia energética y la accesibilidad, agrupa a un total de 14 comunidades de propietarios —2, 3, 15, 17, 25, 29, 36, 38, 40, 44, 46, 48, 50 y 52— que se sumaron de forma coordinada a la intervención.
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El esquema financiero establece que el Gobierno Vasco (programa Berpiztu) concedió 1.748.686,51 euros «ya abonados». Por su parte, la Unión Europea (PRTR – NextGenerationEU) desembolsó 396.353,59 euros. El Ayuntamiento de Eibar ha concedido una ayuda complementaria de 83.109,78 euros, con un total 2.228.149,88 euros que ya están en manos de las comunidades o de las personas propietarias para sufragar las obras.
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El Gobierno Vasco Programa Berpiztu, un total de 1.748.686,51 euros.
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Unión Europea Programa (PRTE-NexGeneration) 396.353,59 euros.
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Ayuntamiento de Eibar Ayuda complementaria, con un total de 83.109,78 euros.
Pero la capacidad del barrio para captar recursos es aún mayor. Según el informe municipal, la financiación comprometida asciende a 2,5 millones de euros del Gobierno Vasco y 2 millones de euros de fondos europeos PRTR, es decir, 4,5 millones para comunidades, para personas vulnerables, la Oficina de Proximidad y la propia reurbanización del entorno. «La diferencia entre lo comprometido y lo abonado responde al ritmo propio de las obras y de las resoluciones de cada administración», se incidió en el Pleno,
El balance del proyecto muestra que nueve de las catorce comunidades han finalizado ya las obras de rehabilitación (aislamiento, fachadas, cubiertas, cambio de carpinterías, ascensores y mejora de accesos). Otras cuatro están en fase de remates y subsanaciones finales, y una comunidad mantiene las obras más retrasadas. En la práctica, esto significa que el grueso del barrio ya ha dado el salto energético previsto en 2018, pero que habrá que mantener el apoyo municipal para que ninguna comunidad se quede atrás.
Una de las claves de Txonta es que las comunidades no han dependiendo de una sola subvención, sino de tres niveles. El progrmaa Berpiztu (Gobierno Vasco): línea para eficiencia energética y accesibilidad que han utilizado las catorce comunidades.
También, el Plan PRTR-NextGenerationEU (Programa 1 de rehabilitación a nivel de barrio): ayudas europeas del Plan de Recuperación, centradas en la mejora energética de edificios residenciales, a las que han accedido 6 comunidades. Junto a ello se ha establecido subvención complementaria del Ayuntamiento de Eibar, pensada para cerrar la financiación de las comunidades que participan en el proyecto y ajustar su aportación final.
Barrio que cambia de cara
El Ayuntamiento recuerda que Txonta es un barrio «piloto», y que por eso la gestión se hace portal a portal, desde la Oficina de Proximidad, que acompaña a las comunidades en las licitaciones, los permisos de obra, las certificaciones y la solicitud de ayudas. Ese seguimiento exhaustivo explica que, aun con trámites complejos y con fondos de diferentes administraciones, se haya podido pagar ya más de dos millones sin bloquear partidas municipales.
El Consistorio subraya que la ayuda municipal es complementaria, es decir, entra al final para cubrir lo que no cubren Gobierno Vasco ni la UE. Por eso no siempre puede adelantarse antes de conocer las resoluciones autonómicas o europeas: hay que saber qué porcentaje falta exactamente para no inmovilizar dinero público. El proyecto de Txonta no se limita a los edificios: la financiación europea incluye partidas para reurbanización y mejora del entorno, de manera que la rehabilitación energética de los portales vaya acompañada de espacios públicos más amables, mejor iluminación y accesos más seguros. El objetivo de fondo es romper con la imagen de barrio industrial residual y convertirlo en un área residencial renovada, próxima al centro y con estándares energéticos actuales.
A la vista de las cifras, el Ayuntamiento da por consolidado el modelo: primero captar fondos superiores, después complementar desde Eibar y, por último, ir pagando al ritmo real de las obras. «Cuando la última comunidad termine, el barrio habrá culminado una de las operaciones de regeneración más completas de la ciudad en décadas», señaló el alcalde. Esta arquitectura permite que los edificios pasen de envolventes muy deficitarias y accesos complicados a bloques más aislados, menos dependientes del gas y con soluciones de movilidad vertical.
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