Eibar

Tributo a la memoria de 'El Tigre de Amaña'

La vuelta del cuadrilátero al frontón Astelena, en su cita anual con el boxeo y el sanda, comenzó con las eliminatorias masculinas de este arte marcial, donde estaba en juego la I Copa de Wushu Ciudad de Eibar, con cuatro luchadores en liza. Amer Agbalou, del gimnasio Ttatt local, y Pablo Benavente, del gimnasio Feijoo de Madrid, se clasificaron para la final, que se disputaría como previa al evento principal.

El boxeo comenzó con el primer enfrentamiento femenino entre Haizea Artiaga, de Gasteiz Sport, y Andrea Martínez, llegada desde Pamplona. Continuó con el duelo de los púgiles de menor peso, de 67 kilos, entre Ángel Núñez, de Gasteiz Sport, y Andrés Castro, de Bilbao. Posteriormente, fue el turno del segundo combate femenino entre María Domínguez, de Gasteiz Sport, y Aitana Ortigosa, de Logroño. Antes del descanso, se disputó la final de la I Copa de Wushu Ciudad de Eibar en la modalidad femenina, con Geaxi Moreda derrotando a Natalia Silvestre por el trofeo.

Con la calma en el ring, fue el turno de los homenajes. Además de recordar a Pepe Pérez, se agradeció su trabajo a quienes ayudan en el montaje del ring con un pequeño detalle. También se contó con la presencia de antiguos boxeadores destacados eibarreses o de la escena armera, como Andoni Amaña. Con todos ellos sobre el ring, incluido el alcalde de Eibar, Jon Iraola, se entregó un obsequio y un ramo de flores a la viuda y la hija de 'El Tigre de Amaña' en esta primera edición de su memorial. El público apoyó el momento con aplausos y vítores, dejando una estampa de relevancia y belleza.

En la recta final de la velada, el debutante Edu Urrutia, del gimnasio Ttatt, se probó contra Gorka Luaces, de Gasteiz Sport, perdiendo a la postre en los puntos. Para el entrenador y apoyo en la esquina del eibarrés, sirvió como lección para «darte cuenta de que no todo en este deporte es ganar». Destaca su buen papel en los asaltos y que haya dado el paso adelante para afrontar esta experiencia y «seguir sumando». En otras palabras, continuar completando combates y aprender. «Las derrotas enseñan más que las victorias», asegura Quina.

En la final de sanda masculina, Amer Agbalou mantuvo el trofeo en Eibar con su victoria ante Pablo Benavente, un espectáculo que hizo vibrar a la grada. El plato fuerte fue entre los boxeadores Ayyoub Lamzalzi, de Gasteiz Sport, y Unai Ibañez, de Bilbao, quienes dejaron un buen sabor de boca.

Para Montxo Quina, el resultado de este primer memorial es de sobresaliente, sobre todo por la acogida en taquilla en un deporte fuera «del círculo de lo que la gente está acostumbrada». Sobre el desempeño de sus luchadores del Ttatt, se muestra «muy orgulloso» de los tres que subieron al ring del frontón Astelena. «El balance es muy positivo y te da ánimos para seguir adelante y seguir ayudando a los chavales para que puedan conseguir más triunfos», indica Quina.

¿Será este el primero de varios memoriales en honor a 'El Tigre de Amaña'? Al exboxeador le gustaría continuar con ello. «Para mí, era una figura importantísima en mi vida y carrera deportiva. Me gustaría seguir homenajeándole, que no se quede aquí».

Admite que «el desgaste es grande y lleva mucho trabajo organizativo», por lo que el apoyo de sus colaboradores, patrocinadores y el Ayuntamiento de Eibar para hacer todo ello posible es agradecida y necesaria a partes iguales. El año que viene es otra historia. «Ahora mismo me gustaría seguir, aunque queda mucho para la siguiente. Hemos marcado en el calendario una velada fija, y ni a mí ni a la federación nos gustaría perderla», afirma el experto.