«Cuando el tren se salió de la vía dije aquí me mato»
El 27 de febrero se cumplen 30 años del descarrilamiento de un convoy de EuskoTrenbideak, en Eibar, que se saldó con cinco muertes y más de treinta heridos que siguen sufriendo secuelas
El barrio eibarrés de Azitain es el que más vidas humanas se ha llevado por accidentes de tráfico y de tren, en Eibar. Un 6 de noviembre de 1991, cuatro ertzainas fallecieron en un accidente de tráfico al despeñarse el vehículo en el que viajaban, en la autopista Bilbao-Behobia, hasta un barranco colindante. En ese mismo punto de la autopista resultó herido en accidente poco tiempo después Clemente Domínguez, el primer Papa del Palmar de Troya y más tarde se supo, por medio de un sumario, que hasta el comisario José Amedo había padecido un accidente de tráfico en la misma autopista por Azitain.
Sin tiempo para superar tanto siniestro, el 27 de febrero de 1995 un tren de Eusko Trenbideak, que cubría la ruta entre Eibar y Donostia, descarriló en dicho barrio alrededor de las 13:10 horas. El convoy, compuesto por una máquina-vagón y dos vagones adicionales, transportaba aproximadamente a 50 pasajeros en ese momento. Como consecuencia del accidente, cinco personas perdieron la vida y 34 resultaron heridas. La mayoría de los heridos y fallecidos cayeron sobre una huerta próxima a la ermita de Azitain, tras descarrilar el vagón del tren a la salida de una curva.
La eibarresa Elena Murcia, que tiene hoy 50 años, había cogido el tren en el apeadero de Ardanza para dirigirse a Zarautz. «Yo estudiaba Turismo en Logroño y estaba en Eibar para disfrutar del Carnaval. Había quedado con mi novio y cuando llegó el tren a la Estación central de Eibar vi cómo cambiaban de maquinista». En ese momento, el tren arrancó y nunca pensó lo que ocurriría después. Elena leía un libro, plácidamente, cuando sintió que el tren iba a gran velocidad. «Iban tres convoyes y yo viajaba en el del medio. Sentí que circulaba a gran velocidad. Levanté la mirada del libro y vi que mi vagón se salía de la vía y lo primero que pensé es que aquí me mato», cuenta Elena, actualmente afincada en Bilbao.

30 aniversario del accidente
de tren de Eibar
27
FEBRERO
1995
Hora del accidente
13:00 h.
EIBAR
LOCALIZACIÓN
EIBAR
AP-8
N-634
C/ Saratsuegi
C/ Barrena
Apeadero
de Azitain
Río
Ego
N-634
AP-8
Ermita
de Azitain
Bolumburu
Lugar del
accidente
AP-8
Trazado de Euskotren
Hacia
San Sebastián
N-634
N
TRAYECTO PREVISTO
Bilbao
Eibar
Zarautz
San Sebastián
ASÍ FUE EL ACCIDENTE
1
El tren sale sobre las 13.00 h. de la estación de Eibar con destino a San Sebastián
2
El tren va tomando velocidad y se acerca al túnel
3
El tren circula por el túnel al doble de la permitida para este tramo
Túnel
Velocidad tren
69 Km/h
Velocidad máxima
en el tramo:
4
El tren sale muy rápido del túnel y no puede evitar el descarrilamiento en la curva
5
El segundo coche de pasajeros chocó contra la pared que da a la vía de una casa colindante a la ermita de Azitain
6
La máquina y el primer coche de pasajeros salieron disparados y cayeron a unos matorrales colindantes al río Ego
Río Ego
Dirección
San Sebastián
SITUACIÓN DE LOS COCHES
5
6
LAS VÍCTIMAS
5 muertos
34 heridos
GRÁFICO:
F.J. BIENZOBAS

30 aniversario del accidente
de tren de Eibar
27
FEBRERO
1995
Hora del accidente
13:00 h.
EIBAR
LOCALIZACIÓN
EIBAR
AP-8
N-634
C/ Saratsuegi
C/ Barrena
Apeadero
de Azitain
Río
Ego
N-634
AP-8
Ermita
de Azitain
Bolumburu
Lugar del
accidente
AP-8
Trazado de Euskotren
Hacia
San Sebastián
N-634
N
TRAYECTO PREVISTO
Bilbao
Eibar
Zarautz
San Sebastián
ASÍ FUE EL ACCIDENTE
1
El tren sale sobre las 13.00 h. de la estación de Eibar con destino a San Sebastián
2
El tren va tomando velocidad y se acerca al túnel
3
El tren circula por el túnel al doble de la permitida para este tramo
Túnel
Velocidad tren
69 Km/h
Velocidad máxima
en el tramo:
4
El tren sale muy rápido del túnel y no puede evitar el descarrilamiento en la curva
5
El segundo coche de pasajeros chocó contra la pared que da a la vía de una casa colindante a la ermita de Azitain
6
La máquina y el primer coche de pasajeros salieron disparados y cayeron a unos matorrales colindantes al río Ego
Río Ego
Dirección
San Sebastián
SITUACIÓN DE LOS COCHES
5
6
LAS VÍCTIMAS
5 muertos
34 heridos
GRÁFICO:
F.J. BIENZOBAS

30 aniversario del accidente de tren de Eibar
27
FEBRERO
1995
Hora del
accidente
13:00 h.
EIBAR
LOCALIZACIÓN
N
Trazado de Euskotren
Apeadero
de Azitain
N-634
N-634
Bolumburu
N-634
Hacia
San Sebastián
AP-8
C/ Barrena
C/ Saratsuegi
Río Ego
Ermita
de Azitain
AP-8
Lugar del
accidente
EIBAR
AP-8
TRAYECTO PREVISTO
San Sebastián
Zarautz
Bilbao
Eibar
1
El tren sale sobre las 13.00 h. de la estación de Eibar con destino a San Sebastián
3
Dirección Bilbao
El tren sale muy rápido del túnel y no puede evitar el descarrilamiento en la curva
Velocidad máxima
en el tramo:
El tren va tomando velocidad y circula por el túnel al doble de la permitida para este tramo
2
Velocidad tren:
69 Km/h
4
El segundo coche de pasajeros chocó contra la pared que da a la vía de una casa colindante a la ermita de Azitain
LAS VÍCTIMAS
5 muertos
5
La máquina y el primer coche de pasajeros salieron disparados y cayeron a unos matorrales colindantes al río Ego
34 heridos
Río Ego
Dirección
San Sebastián
SITUACIÓN DE LOS COCHES
Siguiente tren del mismo trayecto, detenido bajo el túnel tras el accidente
Salida
de Eibar
EIBAR
Ermita
de Azitain
N-634
Túnel
Coches de
pasajeros
Bolumburu
Hacia
San Sebastián
Coche
máquina y
pasajeros
Río Ego
GRÁFICO: F.J. BIENZOBAS
Esta mujer perdió el conocimiento y salió despedida del tren hasta caer sobre un terraplén. «Pegué contra el suelo, sobre un terreno resbaladizo por la lluvia. Desperté junto a un pretil que separaba la vía del tren y después me dijeron que un chico me había desplazado hacía allí, en brazos. Recuerdo que los dos primeros vagones, entre ellos el mío, estaban fuera de la vía y el tercero parado. Oí gritos, sin más. No recuerdo ver muertos», explica.
Peor suerte tuvieron las víctimas mortales, entre las que se encontraban Josu Muguruza, María Esther Irureta Aguirregomezkorta y Garbiñe Odriozola, quienes fallecieron en el lugar del accidente. María Rosario B.F., de 46 años, murió durante el traslado al hospital y Roberto Huidobro López falleció tras ser intervenido quirúrgicamente en el hospital de Mendaro.
«Durante muchos años no quise montarmeen un tren hastaque un psiquiatrame quitó el miedo»
Elena Murcia
Los heridos fueron conducidos a Mendaro, Galdakao y Donostia. «Mi madre se enteró por la radio del accidente. No había móviles, en aquel tiempo, y no sabía a qué hospital me habían mandado. Fueron a todos los sitios y un primo mío me localizó en el hospital de Mendaro, horas después del accidente». Los vecinos del barrio salieron a atender a los heridos. Arnatz Esteban, del restaurante Azitain, dejó de preparar los menús para tratar de socorrer a los heridos. «Todos los comensales salieron del restaurante a atender a la gente. La imagen era dantesca, desoladora. Cuerpos inmóviles y heridos inconscientes», recuerda.
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Un año de recuperación
Elena Murcia consiguió salvar la vida, sin que recordase si salió despedida por la ventana o fue a parar al suelo por la apertura de un boquete. A partir de ahí, su vida dio un vuelco y a lo largo de un año tuvo que afrontar un largo periplo de atención hospitalaria y de rehabilitación. Fue diagnosticada de un derrame de pleura, luxación de la vértebra dorsal, arañazos y hematomas en los ojos que le llevó a estar una semana en Mendaro y un mes en Donostia. «Me pusieron unas fijaciones de titanio en la vértebra. Fue un trauma, con 20 años, padecer semejante sufrimiento porque era deportista y había sido jugadora del Arrate de balonmano durante muchos años, y me quedé limitada por unas fijaciones en la vértebra, aunque en el 2008 me operaron para extraerlas. Por supuesto que no soy la misma, pero ahora estoy bien».
Levantamiento de cadáveres
Otra de las personas que mantiene un vivo recuerdo de los hechos es el médico forense, Jon Azpiazu. «Fue mi primer levantamiento de cadáver múltiple». Azpiazu salía del juzgado de Bittor Sarasketa en dirección a casa cuando supo del accidente de tren. «Se formó, muy rápido, la comitiva judicial con el juez y los trabajadores del juzgado y nos fuimos al lugar de los hechos. Recuerdo que había dos personas fallecidas en los vagones y entre los trenes. Al día siguiente practiqué las respectivas autopsias en Donostia», rememora.
Aquí no terminó su trabajo porque una tía de su mujer, Maria Luisa Alzelai, iba en uno de los vagones. «Iba a Donostia a visitar a un amiga. Llevaba muy poco tiempo jubilada y le sobrevino el accidente. Sufrió un traumatismo cranoencefálico. Siempre tuvo secuelas y falleció en 2011, con 83 años de edad». Azpiazu, tras efectuar los levantamientos de cadáveres recorrió todos los hospitales para localizarla . «Conseguí dar con ella sobre las ocho de la noche en el hospital de Galdakao», recuerda.
«Fue mi primer levantamiento de cadáver múltiple y después tuve que localizar a una tíade mi mujer, herida»
Jon Azpiazu
Médico forense
Tras el accidente, testigos presenciales y los propios heridos daban cuenta de la alta velocidad con la que transitaba el convoy por una peligrosa curva. Las investigaciones posteriores revelaron que la causa principal del descarrilamiento fue el exceso de velocidad. El tren, según se conoció, circulaba a 69 kilómetros por hora en una zona donde la velocidad máxima permitida era de 35 km/h, es decir, casi el doble de lo autorizado. Este exceso de velocidad provocó que la máquina y el primer vagón se saliera de la vías, volcando por un terraplén sin llegar a caer al río Ego.
La tragedia, con todo, pudo haber sido mucho más grave. El siguiente tranvía pudo detener su marcha por los avisos de la gente que se había acercado a las inmediaciones del accidente para ayudar en la evacuación de los heridos.
Tras el accidente, las víctimas se unieron y demandaron a Eusko Trenbideak para denunciar ese «exceso de velocidad que tomó el tren desde que salió la estación de Eibar. Siempre trataron de quitarse el problema de encima». Finalmente, se indemnizó a todos los afectados. «Eusko Tren alegó error humano», añade Elena. Por su parte, Jon Azpiazu señalaba que «teníamos un seguro y recibimos indemnizaciones por las lesiones que padeció una tía nuestra. Nunca se recuperó y arrastró secuelas toda la vida».
«Dejamos de preparar los menús en el restaurante Azitain y, junto con los comensales, fuimos a ayudar a los heridos»
Arnatz Esteban
Testigo del accidente
Durante muchos años, la superviviente eibarresa, Elena Murcia no tomó ningún tren. «Estaba traumatizada. No quería volver a montarme en ninguno. Estudiaba turismo en Logroño y fui, durante muchos cursos, desde Eibar en autobús. Recibí asistencia psiquiátrica de Osakidetza para que me quitaran el miedo del tren. Todo aquello me hizo perder un curso».
Al final, Elena se resigna diciendo que «todo fue una pesadilla. Ahora hago vida normal, aunque tengo que pensar que pudo haber sido peor, pero todos mis dolores siguen siendo de espalda», lamenta.
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