«El trabajo artesano manual sigue siendo muy desagradecido»
Oficios ·
Uno de los mejores grabadores eibarreses, Javier López Goñi, de 82 años, llena casas, bares y restaurantes de trabajos realizados en madera y grabados en escopetas
Muchas veces nos sorprenden la gran cantidad de obras en madera con las que cuentan bares y restaurantes no sólo de Eibar, sino incluso de otras municipios de nuestra zona. Muchas de ellas tienen un similar trazo y material, con lo que demuestran que se trata del mismo autor.
Dichas obras son autoría de Javier López Goñi, de 82 años, un grabador jubilado que trabajó en empresas armeras como Vidarte y Victor Sarasketa y ha prestado sus conocimientos al taller de damasquinado y grabado abierto en Armeria Eskola. De esta manera podemos ver relojes, carteles hasta cuernos con insignias de la SD Eibar por las paredes de los diferentes establecimientos.
Todos ellos han sido realizados por Goñi hace muchos años y poco a poco ha ido alojando en diferentes espacios. Así podemos ver un escudo del CD Urki, otro cartel instalado en la taberna Zaharra de Angiozar (Bergara), carteles anunciadores y otros muchos trabajos que regala y quedan en el olvido.
Para muchos grabadores mayores López Goñi era uno de los mejores profesionales en el oficio del grabado
Aunque el material principal empleado para la fabricación de sus piezas ha sido la madera, especialmente nogal, también ha realizado obras con otros materiales. En su casa, en la calle Sostoa, guarda un amplio número de obras talladas con diferentes motivos. Destaca una gran talla con un escudo de Euskal Herria junto con relojes con un fondo de leones, tallas sobre el juego de la pelota, la maja desnuda de Goya, así como labores que realizan los baserritarras, y otros trabajos relacionados con estampas manuales y artesanas.
La elección de cada una de las temáticas corresponde a las diferentes cualidades que puede obtener para una pieza concreta: color, grano e imperfecciones. «Desde muy pequeño destacaba en el dibujo. Los propios profesores de las escuelas en las que estuve me decían que tenía que dedicarme a trabajos manuales. De esa manera, ingresé en el antiguo taller de Vidarte a trabajar de grabador, que se me daba muy bien. Incluso, como esta familia regentaba el frontón Astelena, llegué a trabajar en taquilla, en el marcador, e incluso de juez sustituto».
De ahí que a lo largo de su vida laboral haya tenido que soportar todas las dificultades por las que atravesó el sector armero. Cuando volvía del trabajo se metía en el tallado en madera, que le viene desde muy joven. De ahí que sus grandes dotes para el grabado pudo compatibilizarlas con los trabajos en madera que llevaba a cabo. Ahora, las paredes de su casa están decoradas con sus obras hasta el punto de que son muchas las que ha tenido que regalar porque ya no entran en su domicilio.
Sus trabajos son hiperrealistas, obtenidos a través de la representación de objetos cotidianos. Goñi utiliza para sus creaciones un solo bloque de madera de nogal, preferentemente, que transforma en objetos tan realistas, a los que aplica un acabado a color con pintura para fomentar la ilusión. «Toda mi obra nunca quise venderla. Se queda para mis hijo», señala.
En este momento transmite sus conocimiento en el taller de grabado, y pese a ser un octogenario conserva la destreza en el grabado y sorprende que mantenga esas dotes y nivel para enseñar a los alumnos sobre un trabajo que ha generado tanta riqueza en la comarca. De hecho, para los viejos grabadores eibarreses, Goñi ha sido y sigue siendo uno de los mejores profesionales que ha dado Eibar.
Mantiene el pulso y una extraordinaria capacidad para realizar sus dibujos y grabados. «Yo pienso que la labor del grabador es muy desagradecida, y es que todo trabajo manual no recibe el reconocimiento que se merece. Se meten muchas horas y nunca son pagadas como verdaderamente corresponde. Incluso alguna empresa armera me debe todavía dinero. Incluso cuando regalo trabajos de talla de madera ni me dan las gracias».
Por ello, muestra su decepción por el poco respeto que existe muchas veces hacia el trabajo manual. Pese a ello no desmaya nunca y sigue trabajando. «Soy hiperactivo y no pararé nunca. Si alguien llega con interés le enseño, aunque no hago casi nada últimamente. De talla en madera colgué las herramientas y con el grabado enseño a los alumnos cómo afrontar los trabajos y cómo calcar un antiguo trabajo en chapa o para hacer alguna pieza. He llegado a grabar muchas escopetas a jeques árabes y a muchos militares que pedían la elaboración de una determinada figura en las básculas de sus escopetas», señalaba Goñi.
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