Eibar

Larrañaga y Elorza será aparcamiento y la fábrica de Ugartechea un equipamiento público

Entre las adquisiciones en los que el Ayuntamiento ha puesto especial interés, están los inmuebles que ocuparon las empresas Larrañaga y Elorza,en Barrena y Ugartechea,en Txonta. Estas edificaciones, representativas del pasado industrial de Eibar, serán rehabilitadas para nuevos usos que beneficien a la comunidad.

En principio, se baraja cerrar la compra del edificio de Larrañaga y Elorza para la construcción de un aparcamiento, después de que dentro del proceso de transformación del taller de Gabilondo se contemple ensanchar las aceras eliminando el actual estacionamiento de vehículos. «Asimismo un edificio de Azitain que servía de estacionamiento se ha vendido y está previsto que se instale una hamburguesería. Ante la falta de plazas contemplamos contar con un área de estacionamiento en Larrañaga y Elorza», señalan fuentes municipales.

El Consistorio contempla adjudicar, en breve, la rehabilitación de la antigua fábrica Hijos de Gabilondo, situada en la confluencia de las calles Barakaldo y Barrena. La actuación consiste en el mantenimiento y rehabilitación del edificio en su configuración original de 1938, prescindiendo de las ampliaciones laterales posteriores. Las obras, con un presupuesto de 8,5 millones de euros, durarán 18 meses y finalizarán a finales de 2026.

Dentro de ese proceso de dar una segunda vida a edificios industriales en desuso, se contempla también la reconversión de la histórica fábrica Ugartechea, ubicada en el barrio de Txonta, en un nuevo equipamiento público que servirá como centro neurálgico para la comunidad. Construido en 1961 por José Iparraguirre, el edificio albergó inicialmente locales industriales destinados al alquiler y venta. Entre las empresas que operaron en sus instalaciones se encuentran la emblemática fábrica de escopetas Ugartechea y la firma C. y T. Bascaran, conocida por la fabricación de carabinas Cometa. A pesar de su antigüedad, el edificio se encuentra en buen estado de conservación y mantiene su estructura original de hormigón armado.

La transformación del edificio se enmarca en la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que contempla el cambio de uso de industrial a residencial y de equipamiento público en varias zonas de Txonta. El objetivo es regenerar el barrio mediante la creación de viviendas asequibles, espacios públicos y equipamientos que mejoren la calidad de vida de sus habitantes.

Otro edificio para el que se plantea una reconversión es el de Aibe, otro inmueble industrial que será rehabilitado para convertirlo en alojamientos dotacionales para jóvenes. Esta intervención busca fomentar la emancipación juvenil y dinamizar el barrio mediante la incorporación de nuevos residentes y servicios.

Además, el plan de regeneración de Txonta incluye la construcción de 200 viviendas de protección social en régimen de alquiler, la mejora de la accesibilidad y eficiencia energética de los edificios existentes, y la creación de zonas de estancia y esparcimiento para los vecinos

En paralelo, se trabaja en la transformación del edificio de Lapeyra, también en la calle Barrena, adquirido por el Ayuntamiento por 1,5 millones de euros. Este inmueble será cedido al Gobierno Vasco para su conversión en 20 viviendas de protección oficial.

Asimismo, el antiguo edificio de Talleres Aibe, en Txonta, será rehabilitado para albergar alojamientos dotacionales para jóvenes. Este proyecto fue seleccionado en el concurso europeo de ideas arquitectónicas Europan, destacando por su enfoque sostenible y respetuoso con la estructura original del edificio.

Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia del Ayuntamiento de Eibar para recuperar edificios vacíos y en desuso, transformándolos en espacios que atiendan las demandas actuales de la ciudadanía.

El alcalde Jon Iraola ha señalado que «a lo largo de 2025 incorporaremos a esa lista más edificios vacíos para darles una segunda vida y regenerar el entorno». El objetivo es que Eibar avance en la creación de «una ciudad más habitable, sostenible y cohesionada, donde el pasado industrial se integra en un futuro urbano dinámico y adaptado a las necesidades contemporáneas».