Una fiesta del rugby en honor a Urtzi

Entre los que celebran su vida están Iñaki Arrizabalaga y Unax Blanco, compañeros y amigos cercanos en el mundo del rugby. Ambos han sido parte de la organización de este evento, una despedida que sentían que tenían «pendiente con él». A pesar de las complicadas fechas debido a un importante torneo de rugby seven en Madrid, asistirán jugadores de los equipos por los que Urtzi pasó y una amplia convocatoria de la selección de Euskadi.

Arrizabalaga, presidente del Eibar Rugby Taldea, lo conocía desde pequeño. Con 17 años compartieron tiempo entre tierra y barro hasta que Urtzi tomaría un rumbo diferente. Se fue a Getxo, Hendaia, Ordizia y Donostia para jugar a rugby, y una vez en sus últimos años de carrera, cuando formó su familia, volvió a Eibar. Regresó al club de sus orígenes, ejerciendo como jugador y directivo. Allá donde fue, dejó una «huella», sobre todo en Ordizia, manteniendo comidas con sus compañeros y viendo los partidos del equipo.

El mandamás del ERT describe a Urtzi como alguien «siempre positivo, siempre de buen humor, muy abierto y social. Siempre estaba abierto a ayudar en el club». Blanco también tiene palabras similares para quien fuera su amigo dentro y fuera del campo: «Se labró su buena onda. Nunca se enfadaba, siempre estaba dispuesto a ayudar, siempre con una sonrisa, de vacile, siempre de buen rollo. Nunca le he visto enfadado, nunca. En mi vida», asegura. «No hay ni trampa ni cartón» a la hora de hablar de Urtzi Abanzabalegi.

Su pérdida fue un «palo durísimo para todos», tanto como club como para Iñaki Arrizabalaga en lo personal. «Fue entonces cuando nos dimos cuenta de la repercusión que tenía. Aunque suene típico, todo el mundo hablaba bien de él. Es increíble», recuerda el presidente. Sin embargo, su «sombra» o «la clase de persona que era» sigue siendo evidente en la cantidad de gente involucrada y en la respuesta que está teniendo este homenaje.

La fiesta de hoy tiene «el cóctel que más le gustaba a Urtzi», indica Unax Blanco: «amaba el rugby, estar con los amigos, la familia y el buen rollo. Y habrá música, comida y bebida en el tercer tiempo». Los amistosos serán «una excusa» para volver a unir a todos sus allegados, donde lo importante será «hablar de él, de la vida, de lo que ha sido para nosotros el acompañarle en su vida...», pero siempre en positivo. «Que haya sobre todo buen rollo, que el que asista se lo pase bien».

La pequeña haya plantada en Unbe tomará protagonismo esta mañana en el homenaje que amigos y familiares harán a Urtzi como última despedida, una vez terminado el partido de séniors, hacia las 14.00 horas. «Ezerk ezingo du eten errugbiak batu duna (Nada podrá parar lo que el rugby ha unido)», cantaban en aquel recuerdo en la localidad de Goierri. La celebración buscará llenar su vacío con alegría, mostrando que el rugby ha unido una gran familia en torno a la memoria de Urtzi Abanzabalegi.