Un estreno absoluto en manos de la orquesta Andrés Egiguren

Este concierto supone el primer fruto relevante del proyecto de investigación asumido por la orquesta a través de su director. Hace un año que Palacín asumió el reto de recuperar la obra que Aita Madina dejó escrita y después de un arduo proceso de desarrollo de sus notas ha conseguido orquestar esta obra. «Ha sido importante el apoyo de Xabier Ugarte, responsable del archivo de los Canónigos Regulares Lateralenses en Oñati» indica Palacín. Entre su documentación, el músico se ha encontrado un tesoro del que ahora sale a la luz la primera muestra.

El concierto de Madina coloca a una guitarra como solista y ese papel corresponderá este viernes a Eduardo Baranzano, profesor en el Conservatorio superior de Navarra. «Es un grandísimo concertista internacional, de los mejores» destaca Palacín. El músico uruguayo será el guitarrista ante una formación camarística de 19 personas, una orquesta adaptada a la obra escrita por Aita Madina. «Es un concierto muy sentido. Él decía siempre que era sacerdote antes de todo lo demás. Y en esta ocasión juntó su sacerdocio con su vocación personal, su sentimiento y todo lo que pensaba» explica el músico eibarrés. «La obra tiene un fondo religioso pero también tiene un fondo vasco. Es un concierto muy particular, sobre todo muy emotivo por ser la obra póstuma que quiso estrenar y no pudo». De hecho, Francisco de Madina quería estrenar este concierto en el Vaticano coincidiendo con el 50 aniversario de su sacerdocio, pero la muerte le sobrevino sin poder llegar a completar ese deseo.

Además del estreno del 'Concierto sacro para guitarra y orquesta de cuerda' el director apostó por incluir en este concierto una sinfonía de Mozart. «Ambos fueron dos grandes compositores y pueden ir juntos perfectamente. Vamos a disfrutar de todos y no solo nos vamos a cerrar a Madina».

Aita Madina es un músico que conoció el éxito de sus composiciones durante su labor religiosa en Argentina y Estados Unidos. Sin embargo, Pedro Palacín subraya que su música «tiene una raíz neta y hondamente vasca, es música muy, muy vasca. Tiene una estética propia del siglo XX, de los años 30 y 40». Los éxitos que lograron algunas de sus composiciones no evitaron que parte de su obra sea desconocida. Incluso llegó a firmar una ópera que se representó una única vez. Recuperarla es uno de los objetivos que se plantea el proyecto dentro de la gira que realizará a Argentina.

La cita de este viernes en el Teatro Coliseo ofrecerá una ocasión única para escuchar por primera vez una obra que tiene una duración cercana a los 20 minutos, además de música de uno de los compositores más reconocidos de la historia, y todo ello a cargo de una orquesta que reúne cada año a jóvenes intérpretes con el objetivo de acercar la música clásica al público eibarrés.