Eibar
Eibar busca apoyo en la Diputación para implantar su estrategia de turismoIraola quiere demostrar al ente foral que «el proyecto el museo no es local sino de país»
Eibar quiere seguir avanzando en su transformación como destino turístico cultural y natural y el alcalde, Jon Iraola, ha solicitado a la Diputación Foral ... de Gipuzkoa el respaldo institucional y económico necesario para poner en marcha una Estrategia de Turismo para el municipio, una iniciativa que busca proyectar el potencial histórico, industrial, natural y humano de la ciudad más allá de sus límites comarcales.
En el centro de esta estrategia se encuentra un proyecto de enorme calado: el traslado del Museo de la Industria Armera al emblemático edificio que ocupó El Corte Inglés, en Ego-gain. Una intervención que, según Iraola, «no es solo un proyecto local, sino un proyecto de país». El nuevo museo busca convertirse en punto de referencia del relato industrial vasco, al tiempo que dinamizará el centro urbano y dará uso a un inmueble emblemático.
Para defender esta visión, Iraola ya ha mantenido un primer encuentro con varios representantes del PSE-EE de Gipuzkoa, entre ellos José Ignacio Asensio, secretario general del partido, diputado de Sostenibilidad y primer teniente de diputada general; Azahara Domínguez, diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio; y Goizane Álvarez, diputada de Cultura. El objetivo: dar a conocer de primera mano los proyectos estratégicos que se están gestando en la ciudad y las necesidades que exige su ejecución.
El Gobierno Vasco ya ha aprobado una inversión inicial de 2,7 millones de euros para materializar el traslado del museo, de los cuales 200.000 euros se dedicarán este año a la redacción del proyecto técnico. Pero desde el consistorio eibarrés se insiste en que el impulso definitivo requiere una apuesta firme de la Diputación. Por eso, Iraola prevé reunirse próximamente con la diputada general, Eider Mendoza, para solicitar su implicación directa.
Además del museo, la estrategia contempla la creación de una Oficina de Turismo en el mismo edificio, en Ego-gain, que se convierta en punto de acogida y orientación para visitantes, ofreciendo información sobre rutas culturales, naturales, servicios y actividades.
La propuesta del Ayuntamiento no se queda en los muros del museo. Pretende activar toda una red de recursos turísticos, desde exposiciones temáticas –como la que se prepara sobre la II República, con Eibar como la primera ciudad que la proclamó el 14 de abril de 1931–, hasta intervenciones patrimoniales en enclaves como el santuario de Arrate, la iglesia de San Andrés o el Centro de Interpretación de la Guerra Civil. «El turismo no es solo una oportunidad económica», destaca la concejala de Desarrollo Económico, Vanesa Hortas. «También es una herramienta para reconocer lo que somos, fortalecer el sentimiento de pertenencia y ofrecer nuevas formas de conexión con nuestro entorno». Así, la estrategia apuesta también por el entorno natural como eje vertebrador: se proponen mejoras en los senderos hacia Arrate y Elgeta, nuevas actuaciones paisajísticas en la ribera del río Ego en Otaola, y mejoras en accesos y señalización en espacios de alto valor ambiental como Pagaegikorta.
A todo ello se suma la próxima reapertura del albergue de Arrate, para acoger grupos y actividades vinculadas al ocio educativo y cultural, así como la recuperación del parque de Armeria Eskola como espacio de disfrute ciudadano y atractivo para visitantes.
Para facilitar la experiencia turística, el Ayuntamiento prevé desarrollar una aplicación digital que centralice rutas, eventos y recursos. Una herramienta que servirá tanto a los visitantes como a la población local, en un enfoque integrador que prioriza la sostenibilidad. «Queremos que las personas que vienen se conecten con el paisaje, pero también que nuestra gente lo disfrute aún más», insiste Hortas. «Esto no va solo de atraer turistas, sino de vivir mejor en nuestra ciudad».
Eibar, enmarcada dentro de las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP), encuentra en este plan una oportunidad para revitalizar su economía, diversificar su imagen más allá del pasado industrial y reivindicar su papel en la historia vasca, desde la cultura del trabajo hasta su legado político y social. «Nuestra ciudad tiene relato, historia y alma», concluye Iraola. «Este proyecto no es solo para quienes vienen de fuera. También es para nosotros, para reconocernos, valorarnos y proyectarnos al mundo sin perder nuestras raíces».
Con el respaldo institucional adecuado, Eibar se prepara para abrir una nueva etapa, en la que el turismo será un vehículo para la memoria, el desarrollo y la cohesión. Una ciudad que no olvida de dónde viene, pero que mira con ambición hacia dónde quiere ir.
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