Eibar
'Eibar 100 Trail', reto conseguido y satisfacción total de todos los implicadosEl evento organizado dentro de la celebración del centenario del CD Eibar reunió a cerca de cien corredores, de los cuales once participaron durante las 21 horas
Haciendo frente a las inclemencias del tiempo y, sobre todo, al esfuerzo tanto mental como físico, cerca de cien corredores colaboraron desde el viernes por ... la noche hasta el sábado por la tarde en la celebración del centenario del Club Deportivo Eibar con su nuevo reto. El 'Eibar 100 Trail' unía los montes cercanos de la geografía eibarresa con cien kilómetros en esta prueba 'non stop' organizada por la sección de montaña de la veterana asociación y Kalamua Korrikalari Taldea.
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Seis etapas con diferentes distancias y desniveles que fueron toda una aventura, especialmente para participantes como Igor Azurmendi, uno de los organizadores y uno de los once que completaron el reto de inicio a fin, lograron superar las veintiún horas marcadas como límite.
Todavía sin haberse recuperado del todo del agotador trote por los senderos naturales pero con la enorme satisfacción de haber logrado este 'Eibar 100 Trail', Azurmendi valora muy positivamente esta carrera de montaña no competitiva. «Un diez porque no se puede poner un once», apunta, aunque prefiere que sean los propios corredores de la prueba los que pongan nota.
La falta de «fuerza, manos y respaldo» dejan en el aire su continuidad, aunque «la base está ahí para hacerlo de nuevo»
Estos, según Azurmendi, llegaron «preparados» para afrontar el reto, cada uno «dentro de su nivel y capacidades». Muchos comenzaron el propio viernes sin apenas descanso tras las jornadas de trabajo previas. Los miembros de la organización acompañaron a los atletas tanto en la cabeza como en la cola del pelotón, manteniendo el grupo unido, con algunas paradas.
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El objetivo, por tanto, no era hacer una carrera contrarreloj como tal, sino que fuera lo más «participativa» posible, buscando que los inscritos hicieran al menos una o dos etapas dentro del ritmo «cómodo» de cinco kilómetros por hora. Igor Azurmendi se muestra agradecido con todos los corredores, ya que aguantaron el ritmo y pudieron superar sus miedos de hacer frente a las etapas y, para algunos, a la experiencia de correr de noche.
Amanecer en el Kalamua
Sin embargo, no contaron con la mejor de las condiciones meteorológicas. Las primeras etapas, que transcurrían por Galdaramiño, Topinburu y Egoarbitza, se desarrollaron en la madrugada del viernes al sábado y contaron con lluvia, lo que hizo que las bajadas fueran peligrosas por el riesgo de resbalarse.
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Con la tercera llegó el premio gordo: ver el amanecer con niebla baja desde lo alto del Kalamua. Fue el momento «más mágico» de todo el trail, posterior a las etapas más sencillas. Para corredores como Azurmendi, en general fue duro, pero reconoce que tras llegar a Urko «sabes que tienes el reto en el bolsillo».
La quinta etapa era la más complicada por su desnivel positivo, de 934 metros, y el sol que apretaba en las horas del mediodía del sábado. Después de 70 kilómetros en los pies y con «nuestras penurias», afrontaron el paso por la sede del Depor y comenzaron el último de los recorridos.
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El tiempo volvió a cambiar y la lluvia, el viento y el frío hicieron acto de presencia en la subida a Garagoitxi. De poco importaba, pues con la cima llegaba la última bajada de camino a la villa armera y el cumplimiento del reto.
«Dar visibilidad»
¿Será la primera de muchas? Para este miembro de la organización todavía es pronto para afirmarlo, y aunque admite la falta de «fuerza» y «respaldo», asegura que «la base está ahí para hacerlo de nuevo». El tiempo dirá si la emoción de superarse de tal forma, en tiempo y distancia, engancha tanto como para buscar una segunda edición, sea en formato competitivo o no.
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