Eibar
El Ayuntamiento estudia endurecer las sanciones por actos vandálicosEl Consistorio analiza poner en marcha medidas más duras para para adaptarlas a la realidad de los daños y a los costes de reparación
El Ayuntamiento estudia endurecer las sanciones por vandalismo para frenar los costes de reparación del mobiliario urbano.El Consistorio pretende que los autores resarzan ... los daños, con especial atención a las averías en ascensores, escaleras, y elementos de uso público. Por todo ello, se estudia elevar las sanciones por actos vandálicos y roturas del mobiliario urbano ante el incremento de incidencias y los fuertes costes que el Ayuntamiento asume para poner a punto equipamientos afectados, especialmente los ascensores y otros elementos de uso intensivo en la vía pública.
La propuesta, que se debatirá en el seno de los grupos municipales, parte del diagnóstico de que el actual régimen sancionador no resulta disuasorio de forma insuficiente. «Las sanciones por actos vandálicos son muy bajas y necesitan una revisión al alza. En Eibar prácticamente sale gratis cometer una gamberrada», ha señalado el portavoz de EAJ-PNV, Alberto de la Hoz, quien reclama actualizar la ordenanza para adaptarla a la realidad de los daños y a los costes de reparación.
Perjuicios en cadena
Desde el consistorio advierten de que, más allá del gasto directo, el vandalismo genera perjuicios en cadena con continuas interrupciones de servicio en ascensores, escaleras urbanas y pasarelas, que son clave para la accesibilidad de personas mayores, con movilidad reducida o familias con carritos. Igualmente, es común la degradación del espacio público, que afecta a la convivencia y a la percepción de seguridad con la sucesión de actos de gamberrismo. Este tipo de situaciones generan una desviación de recursos que podrían destinarse a mantenimiento preventivo o a nuevas inversiones en barrios.
La intención municipal es que los autores de los daños respondan económicamente no solo por la reposición del elemento roto, sino también por los costes asociados (mano de obra, materiales, transporte, inmovilización del servicio, limpiezas y revisiones técnicas posteriores).
Revisión de la ordenanza
Fuentes municipales plantean un ajuste del cuadro de sanciones para que las conductas más graves —como el sabotaje reiterado de ascensores, la rotura de cristales, la pintada en elementos sensibles o la manipulación de aparatos eléctricos— tengan multas más elevadas y conlleven la obligación de reparar el daño o indemnizar al Ayuntamiento por el coste completo de reposición.
Con ello, se va a tratar de tipificar con mayor precisión las conductas (daño leve, grave y muy grave), con criterios objetivos: valor del desperfecto, riesgo generado y afección al servicio público.
Posteriormente, se va a tratar de ajustar las sanciones para que resulten proporcionales y disuasorias, evitando que el importe de la multa sea inferior al coste de reparación.
Con esta revisión se quiere reforzar la responsabilidad de los tutores en caso de menores y promover medidas educativas o trabajos en beneficio de la comunidad vinculados a la reparación del daño.
En este momento, además, son varios los puntos en los que se trata de introducir el recargo por ser puntos de común reincidencia y daños en elementos críticos (ascensores, sistemas de accesibilidad, alumbrado, señalización de seguridad).
Junto a ello, se tratará de agilizar la tramitación de los expedientes, con mejor coordinación entre Policía Local, servicios técnicos y área jurídica. «El objetivo no es sancionar por sancionar, sino proteger el patrimonio común y asegurar que quien rompe, paga el coste real de lo que rompe», resumen desde el entorno del Gobierno local.
El Ayuntamiento recuerda que el endurecimiento sancionador se enmarca en un enfoque integral que combina prevención, educación y vigilancia.
En esa línea, se estudia también llevar a cabo campañas de sensibilización en centros educativos y asociaciones vecinales sobre el impacto real del vandalismo, mejoras de iluminación y diseño urbano para disuadir comportamientos incívicos, refuerzo de la vigilancia en puntos de incidencia y horarios de mayor riesgo, con actuaciones coordinadas de Policía Local.
También, se tratará de hacer seguimiento de datos para focalizar recursos y evaluar la eficacia de las medidas.
Ascensores dañados
En el seno del Ayuntamiento, el capítulo más sensible es el de los ascensores urbanos, cuya avería deliberada deja sin alternativas a vecinos que dependen de ellos para su día a día. «No podemos permitir que un pequeño grupo deteriore servicios que son esenciales para miles de eibarreses», subraya De la Hoz, que pide respaldo político y social para la «tolerancia cero» con estas conductas.
Todo ello, trata de tramitarse, en las próximas semanas, a cargo del equipo jurídico y técnico municipal que trabajará en el borrador de modificación de la ordenanza para su debate en comisión y, posteriormente, en Pleno. La idea es consensuar un texto que refuerce la convivencia y salvaguarde el espacio público sin menoscabar garantías y proporcionalidad.
Mientras tanto, el Ayuntamiento insta a la ciudadanía a denunciar comportamientos vandálicos y recuerda que la colaboración vecinal es clave para preservar un espacio urbano cuidado, accesible y seguro.
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