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José Kareaga tuvo una gran trayectoria en la pintura, grabado y modelado artístico. FELIPE LOIOLA
El arte de José Kareaga, en un monográfico

El arte de José Kareaga, en un monográfico

La exposición dedicada al pintor y grabador estará en Portalea desde el próximo día 15 al 7 de enero

ALBERTO ECHALUCE

EIBAR.

Sábado, 9 de diciembre 2017, 00:22

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Una exposición monográfica mostrará una parte del trabajo artístico de José Kareaga, dedicado principalmente a la pintura y el grabado, coincidiendo casi con el 10 aniversario de su fallecimiento. A lo largo de su vida participó en múltiples exposiciones de pintura, tanto individuales como colectivas. Por ello, la muestra se compondrá en gran parte de las obras pictóricas, al óleo, cronológicamente ordenadas según el momento que realizó en vida, así como otros modelados, cincelados, dibujos, bocetados a lápiz y acuarelas. También se podrán ver catálogos, dossieres de prensa, libros, fotografías y herramientas de trabajo empleadas por Kareaga. Igualmente, se reserva una zona para proyectar un audiovisual con conversaciones y declaraciones realizadas por él a los programas Eibartarren Ahotan- Ahotsak.

Nacido en la calle Errebal, lugar que se refleja en varios de sus cuadros, el 9 de marzo de 1930, su casa distaba muy poco de otra, en la que nació el ilustre pintor eibarrés Ignacio Zuloaga. Hijo y nieto de maestro grabadores, a los 11 años ingresó en la academia municipal de Dibujo, regentada por los profesores Gregorio Muguerza y el gran pintor Jacinto Olave. Después, a los 13 años, en el taller de grabado de su padre Mateo Careaga, inició bajo su experta mirada, sus primeros pasos en el arte del modelado y grabado. El fue su verdadero maestro. A los 15 años alcanzó la certera convicción que su vida debía girar por ese rumbo y a los 16 ingresó en la Escuela de Armería, por un espacio de tres años, donde adquirió conocimientos de álgebra, dibujo industrial... Un año después obtuvo el primer Premio Provincial en modelado en cera y vaciado en escayola, en Donostia, y a los 18 años, por la misma técnica, le otorgaron en Madrid, a nivel nacional, una Mención Honorífica.

En esta faceta de grabador destacan sus trabajos de medallería, troquelería, placas conmemorativas,trabajos de joyería. Toda la vida dedicada al grabado hizo que en el año 1994, la Cámara de Gipuzkoa le otorgase un diploma a su trayectoria artesanal en el mundo del grabado.

Más de 400 trabajos al óleo

No obstante, a la hora de analizar su trayectoria, desde el primer momento, se extrae que Kareaga guardaba una verdadera pasión por la pintura. «Creo que llegué al mundo, cautivado por el arte y la naturaleza. Desde muy niño fue cuando comencé a degustar los encantos de esas maravillas. Mi abuelo paterno, Cayetano Careaga, supo también conjugar en su vida, esos preciosos elementos», comentaba, en vida, Kareaga. Quedó impresionado, cuando apenas contaba 6 años, con el pintor callejero, que luego, en el andar del tiempo llegaría a ser el gran artista Bay- Sala, quien pintaba y vendía en el arenal de Bilbao. También su tía Mercedes, promotora de los Talleres Protegidos Cayetano Kareaga (hoy Gureak) le regaló un estuche de acuarela y a partir de ahí tomó apuntes con esta técnica. Ni siquiera su padre, temeroso de que esta afición le apartase del oficio del grabado, pudo con su vocación pictórica.

A los 19 años, acudió a Bilbao a la academia del pintor Miguel Marañon a perfeccionarse. Aquí aprendió la técnica al carbón. Tomó contacto con jóvenes pintores eibarreses, como Paulino Larrañaga, Ignacio Iraegui, Dunixi Murua.. y juntos partían periódicamente al campo, provistos del instrumental de trabajo. Su escenario preferido era el Duranguesado. Siguió la tradición 'plenairista' de los impresionistas, comenzando el cuadro 'in situ' aunque reelaboró luego en el estudio la primera impresión. Mir, Sisley o Vázquez Díaz.. entre otros eran sus referentes.

Los premios se sucedieron en todos los pueblos en los que participó, especialmente, en los certámenes al aire libre. En todos obtuvo algún primer premio. Y en exposiciones de pintura colgó sus trabajos en muchas salas más. Su pintura se situó en la frontera entre el impresionismo y el expresionismo. Sus pinceladas iban ordenadamente modelando las formas, trabajos con un claro propósito constructivo que hacía recordar a los cubistas, influencia probablemente de su formación en el modelado. La temática giraba en torno al paisaje, sobre todo el vasco, donde trató siempre de captar los difíciles grises y verdes de sus tierras y cielos, los hayales y la arquitectura popular de sus viejos caseríos. Toda esa pasión le llevó a realizar más de 400 óleos, y que se han podido ver en diferentes exposiciones tanto individuales como colectivas.

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