Iñaki Osoro, presidente del Depor, posa frente a la sede del club, que se expandirá ocupando el local bajo, hasta hace unas semanas bar Birjiñape, ubicado a su derecha en la fotografía. MORQUECHO

Eibar

«El alumbramiento de Urko ha sido una imagen que ha quedado grabada entre muchos vecinos»

Llegados al ecuador del año, el presidente reflexiona sobre las actividades en torno al centenario y el futuro del Depor

Sábado, 29 de junio 2024

Hace cincuenta años un joven Iñaki Osoro (Eibar, 1958) se unió al Club Deportivo Eibar. Uno más aficionado a la montaña que sin ninguna ... pretensión pasaba cada vez más tiempo en la sede de Toribio Etxebarria. Cincuenta años después, y con el centenario del Depor, aquel adolescente va por el noveno año como presidente, siendo la cara visible de un 2024 en el que se celebra el centenario de la asociación deportiva (y cultural). Al igual que en estos cien años, sin la respuesta del pueblo eibarrés a la inmensidad de actividades físicas que abarcan sus trece secciones, la celebración de esta efeméride no habría sido igual. Pero los eventos más importantes todavía están por llegar, pasado el verano. Del balance de este ecuador del año, de la salud del club y de los retos futuros reflexiona el presidente en esta entrevista.

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–¿Cómo valora estos seis primeros meses de celebraciones?

–Ha sido un primer semestre muy positivo. Tuvimos suerte de que empezamos de forma extraordinaria con la víspera y el día 30 porque nos ayudó el tiempo, además de por la colaboración de los socios y de la gente del pueblo ha sido extraordinaria. No nos pilló por sorpresa porque si llevamos cien años es porque ha habido siempre mucha gente voluntaria y mucha colaboración. El alumbramiento de Urko ha sido una imagen que ha quedado grabada en muchas mentes del pueblo, la gente nos lo recuerda. Fue un chupinazo de salida fabuloso.

Voluntariado

«Tenemos a más de 200 voluntarios que colaboran todas las semanas más de dos y tres horas»

–312 personas iluminaron Urko, iniciando los actos del centenario y haciendo notar la presencia del club en la localidad.

–Diría que ha sido lo que nos ha dado la primera imagen y la relevancia en el pueblo, y lo que nos ha permitido desarrollar otras ideas también, como el reto de los 312 montes. Vamos muy bien con esta propuesta, de hecho con cuatro meses en marcha estamos casi en la mitad. Pero más allá, en lo deportivo, también ha sido un éxito, como es el caso, en la sección de subacuáticas, el Campeonato de Euskadi de Apnea y los cincuenta bautismos de buceo en la piscina de Ipurua. Asimismo, hemos dado un toque especial a cada campeonato, como los de pelota. Aunque cuando más saldremos a la calle con deporte será en septiembre y octubre, con tres días importantes, con ciclismo, montaña, atletismo y pelota, aparte de la Subida a Arrate del calendario ciclista vasco.

–¿Cuántos años lleva como presidente?

–Ocho; voy para el noveno. Pero estoy en el club, como otra mucha gente, desde 1974, con el cincuenta aniversario. Era uno de esos chavales que andaba por el monte y empezó a ayudar en la sede para después no salir del club. Lo mío no es una excepción. Me ha tocado estar en esta responsabilidad igual que a otros muchos, y más que pasarán porque evidentemente la vida del club no termina aquí; la carrera sigue a los doscientos.

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–En este periodo, de casi medio siglo formando parte del Depor, ¿se siente a la altura de la trayectoria del club?

–Creo que la altura y las perspectivas del club siempre han sido de mucho trabajo y de mucho esfuerzo, y yo me considero uno más. Soy el presidente, pero eso no significa que sea el que más pone de su parte. Soy la cabeza visible, pero detrás del club y de las comisiones tenemos a más de doscientos voluntarios que colaboran todas las semanas más de dos y tres horas. Hay una terrible cantidad de gente en el club, entre monitores de danza, de atletismo, de pelota, los organizadores de las excursiones de montaña... Hay quien trabaja tanto o más que yo.

–¿Está siendo un buen año para las diferentes secciones?

–Sí, no solamente por resultados, también porque con el impulso del centenario, que siempre te da un plus, la participación en salidas y eventos está siendo más alta. Sobre todo se está consiguiendo gracias a la gente. Por otro lado, en actividades competitivas, como el ajedrez, la pelota, el atletismo o el ciclismo, el pueblo está respondiendo muy bien. De hecho, en ajedrez han pasado de tener miedo a desaparecer a consecuencia del covid a superar la actividad respecto a años anteriores. Para la próxima temporada hay más jóvenes e incluso más demanda, con nuevas perspectivas. Todo ello se ha reflejado en el ascenso a Primera Categoría. También están las actividades de pelota; la Emakume Master Cup y los campeonatos de pala entorno al Euskal Jaia han sido muy participativos. Y en atletismo, aparte del esfuerzo en las actividades populares que hacemos, en competición hay que destacar que Elene Arrazola tiene mínima para el Europeo sub-18, y a Imanol Egidazu, que irá al Mundial sub-20 con la segunda mejor marca en pruebas combinadas de toda la historia. Lo mismo podemos decir, en apnea, del Campeonato de España de Gari Iruretagoiena. Son resultados que no se dan todos los días.

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–(...)

–Siempre hemos sido un club que, con sus años mejores y peores, ha conseguido buenos resultados. Lo que pasa es que estamos un poco en el deporte individual, ¿verdad? Y nos falta una mayor trascendencia social. Por ponerte un ejemplo, en las últimas Olimpiadas tuvimos a dos eibarreses: el futbolista Mikel Oyarzabal y el jabalinista Odei Jainaga. La trascendencia de Oyarzabal fue inmensa, hasta en el mismo pueblo, y la de Jainaga fue, desde mi punto de vista, no la que se merecía, sino mucho menos. Y sin quitarle mérito al jugador de la Real Sociedad, parecía que el único olímpico de Eibar en ese momento era él, y no es verdad.

–Por tanto, ¿ven la posibilidad de abrirse a más deportes, acaso más colectivos?

–El club siempre ha sido un paraguas para todas aquellas personas o grupos que quieran organizar una actividad. La historia del Depor comienza con la montaña, el atletismo, el ciclismo y enseguida se une la pelota, pero después se va ampliando por escisiones dentro de las comisiones o por darle más cobertura al deporte en Eibar. Y ese paraguas, igual que ha existido siempre, existirá en el futuro. La intención siempre va a ser fortalecer la comisión nueva con más gente y más niños alrededor, para que cumpla una función social, y se vaya extendiendo. El objetivo nunca ha sido ser un gran club en cuanto a resultados.

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–¿Qué retos plantea ahora el Depor de cara a los próximos años?

–El reto fundamental del club es seguir participando en la vida social del pueblo, seguir consolidados, e ir creando actividad física. Y no estamos hablando solo de deporte. En Kezka Dantza Taldea hay, entre mayores y niños, trescientas personas que están haciendo actividad física, igual de intensa como otras muchas. Entonces, es nuestra idea seguir consolidados, seguir trabajando y creando actividad para que la gente participe. Y, sobre todo, que vayamos creando la estructura y la base para adecuarnos a los nuevos tiempos, para responder a las propias exigencias de la administración y la sociedad, y para explorar las nuevas formas de distribución de la información, como las redes sociales. Esos retos de adaptación serán los más importantes en los siguientes años.

–Al menos, el objetivo estará puesto en mantener el tirón del centenario en los años venideros.

–La vida del club no termina el 30 de enero de 2025. El objetivo es que siga con más fuerza, con más ganas y con más ilusión. Este año debe servir también para obtener resultados sociales, de participación, para seguir adelante, que es de lo que se trata.

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–Gran parte del auge deportivo en Eibar es por asociaciones como la vuestra. Podría decirse que parte de la razón de que la localidad fuera nombrada Ciudad Europea del Deporte se debió a la labor centenaria del club.

–Bueno, yo creo que en ese nombramiento se dan muchos factores diferentes. Lo que sí tengo claro es que la actividad deportiva de Eibar en el noventa por ciento es impulsada por organismos, entidades o clubes similares al nuestro. Aunque sí que hay algo que me preocupa, y es que la gran demanda de deporte no se adecua a las infraestructuras que tenemos. Se necesita de una renovación importante, y va más allá de polideportivos y zonas para la actividad física. Eibar se ha quedado atrás en las diferentes formas de desarrollar la actividad física, porque aunque haya clubes fuertes y alojemos eventos potentes, no son los verdaderos aspectos que miden la situación del deporte en la ciudad. No puede ser que alguien se vaya fuera de Eibar a practicar escalada, o la falta de remodelación de las pistas de atletismo. Hay que darles respuesta a estas necesidades, y el esfuerzo de todos tiene que ser mayor para impulsar otras formas de actividad física.

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–Por supuesto, la actividad del Depor en el ámbito cultural es mayúsculo hacia el pueblo.

–A la sociedad y al club, porque ojo, fotografía para nosotros es un elemento básico en este centenario, dando soporte a todas las actividades. A finales de año tendremos un soporte fotográfico impresionante y muy bueno gracias al trabajo voluntario. Y el grupo de danza, aparte de seguir con su propia actividad, está dando cobertura a muchas actividades del centenario. Aportan un aspecto cultural importante a ese evento deportivo; al final, suman.

–El jueves se aprobó la compra del nuevo local. ¿Qué reacciones ha encontrado en la calle?

–Lo que me he encontrado han sido dos situaciones, ambas reacciones al proyecto potente y de la magnitud que tenemos entre manos. Por un lado la gente está asombrada y por otra ilusionada, pero todos sienten la solidez que el Depor plantea con este nuevo local, que nos ayudará a fortalecernos y ser capaces de ofrecer más actividades.

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