Eibar

El alma joven revitaliza los Sanjuanes

Los jóvenes son los verdaderos protagonistas de la fiesta sabiendo recoger el testigo de la tradición para convertirlo en una experiencia compartida. Lejos de ser meros espectadores, los jóvenes se han convertido en protagonistas, revitalizando algunos actos que, en años anteriores, mostraban síntomas de desgaste.

Uno de los ejemplos más destacados ha sido la tamborrada de adultos, que en los últimos años había visto descender su participación hasta niveles preocupantes. Sin embargo, la incorporación este año de dos grandes cuadrillas de jóvenes ha cambiado completamente el panorama. Lejos de sumarse con desgana, lo hicieron con entusiasmo, vestimenta cuidada y mucha coordinación. El resultado fue una de las mejores tamborradas de los últimos años, tanto por su fuerza como por el ambiente festivo que generaron a lo largo del recorrido.

Este renovado alarde fue acompañado por la txaranga Ustekabe, que sustituyó con brillantez a la tradicional Banda de Música. No solo cumplieron, sino que aportaron su estilo propio y un repertorio festivo que animó a participantes y público por igual. Ustekabe se ha consolidado ya como una de las agrupaciones musicales más potentes del ámbito festivo vasco, y su papel en los Sanjuanes de Eibar es, sin duda, ya fundamental.

Otro de los hitos que demuestra esta renovación generacional fue la consolidación de los juegos de cuadrillas, una cita que nació en 2005 de la mano de la iniciativa Gaste y que después continuó Ustekabe. Este año, el testigo ha sido recogido por nuevas cuadrillas que han dado un impulso organizativo notable. El resultado fue un éxito rotundo: el graderío de Txantxa Zelai y los bordes de la plaza Unzaga estaban abarrotados, sin un hueco libre, mientras decenas de jóvenes competían con humor y creatividad en pruebas tradicionales y otras inventadas para la ocasión. La tarde fue una auténtica explosión de alegría compartida.

La hoguera de San Juan volvió a reunir a cientos de eibarreses y eibarresas alrededor del fuego purificador. El momento fue especialmente emocionante gracias a la participación de la Escuela Municipal de Danza, dirigida por Nerea Lodosa, y las coreografías diseñadas por Arianna Macheras, Miren Ferrero, Jule Gisasika y Jakobe Urzainki, que dieron un toque artístico y poético al ritual ancestral, badado en el Eibar de 1920, en plena crisis armera y con un especial protagonismo de las cooperativas y de la mujer trabajadora

Aunque el calor apretaba, la tamborrada infantil tampoco defraudó. Las calles de Eibar se llenaron para acompañar a los más pequeños en su desfile, un evento imprescindible cada 24 de junio.

Aunque su número fue algo menor que en ediciones anteriores, no faltó emoción ni color. Los escolares, con toda la ilusión, completaron un recorrido animado y entrañable, donde incluso se notaba la dificultad de los más pequeños para golpear el tambor, lo que añadió ternura a la escena. Como cada año, la burra municipal 'Pantxika' hizo acto de presencia, y no faltó la interpretación de la entrañable pieza.