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Okela. Poliuretano, pintura e internet en la exposición de Esperanza Zabala en la sala Topaleku.
Poliuretano, pintura e internet

Poliuretano, pintura e internet

Esperanza Zabala presenta una exposición en la sala Topaleku en la que combina su pintura con una instalación

FÉLIX MORQUECHO

Domingo, 21 de diciembre 2014, 00:15

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Uno sube los escalones que le llevan a la sala de exposiciones Topaleku y la inercia le lleva a observar las pinturas de la pared. Pero pronto llama la atención un pedazo de carne que cuelga de un gancho. Y desde un poco más allá una caja con otros pedazos es la que le mira a uno. Todo tiene su explicación. Son los elementos que conforman la exposición que la eibarresa Esperanza Zabala expone en su retorno a Eibar.

  • DATOS

  • Exposición.

  • Pintura e instalación de Esperanza Zabala.

  • Cuándo.

  • Hasta el 28 de diciembre, en horario de 19.00 a 21.00 en días laborables y de 12.00 a 14.00 y 19.00 a 21.00 el fin de semana y festivos.

  • Dónde.

  • Sala Topaleku de Arrate Kultur Elkartea, en la calle Zuloagatarren.

Acostumbrada a mostrar su trabajo a través de la galería donostiarra Arteko, hacía años que no exponía en Eibar y lo hace en la sala Topaleku con una muestra que tiene dos partes diferenciadas. La pintura es algo le ha acompañado desde sus inicios y la sala presenta cuadros de hace casi una década junto a otros realizados en el último año. «Quería que se pudiera ver el desarrollo estilístico» indica la autora. Hacerse socia de Arrate Kultur Elkartea le permitió conocer a gente interesante a través de una exposición colectiva pero ahora presenta una pintura que define como «una abstracción cromática. Es un trabajo impulsivo, tiene una mayor frescura frente al concepto. Mi pintura es como una explosión, como una discusión acalorada pero con colores».

Compartiendo espacio se puede encontrar una instalación que Esperanza Zabala preparó en unas jornadas desarrolladas en la facultad de Bellas Artes de la UPV en Leioa. «Era una iniciativa que consistía en pequeños espacios pero no sólo para exponer sino que también incluía charlas, debates sobre las obras, sobre el soporte teórico que tienen...». La instalación que se puede ver en el Topaleku continúa el camino que inició en el año 2000 con un material poco habitual. «El poliuretano es un material de construcción, una especie de baba que se expande». Con él hace sus figuras Esperanza Zabala, y todo se aprovecha. Las partes sobrantes de figuras sirven para completar el conjunto.

El pintado al óleo de las figuras humanas llega al hiperrealismo en los pedazos sueltos, que asemejan piezas de carne. Estos elementos han sido utilizados anteriormente por la autora con una intención de crítica al consumismo. «Ahora el mensaje se amplía» señala. A las ideas sobre la fragilidad del cuerpo humano se une ahora la instalación de una red wifi que a través de internet permite completar un círculo de comunicación. Un pequeño panel indica la dirección a la que se puede acceder a través de la red wifi 'Okela'. Así, cualquiera que tenga un dispositivo móvil con acceso a internet puede conectarse y en ese momento descubrirá que hay alguien que le mira. «Tú miras a la carne y la carne te mira a tí» señala Esperanza Zabala.

Una cámara y red wifi

La red utilizada como obra de arte utiliza una pequeña cámara, apenas perceptible hasta que se empieza a buscar, y códigos de programación a partir de software libre. «El concepto no es nuevo, es la oposición de un respecto al otro. Pero en este caso la red permite que no se quede en la expresión de la carne, sino en la mirada desde otro punto de vista». Otras lecturas de esta instalación pueden encontrar una connotación feminista, la asociación de la carne a las bajas pasiones en un trabajo que en cualquier caso habla de deseos básicos y necesidades básicas.

Las primeras semanas de exposición han contado con una participación mayor de lo esperado a la hora de experimentar con la red Okela. Entre el abanico de público que ha visitado la sala hay gustos de todo tipo. Sin embargo la autora destaca que «hay gente a la que le gusta la pintura, pero vestida les gusta más. Hay una pintura que tiene marco y eso hace que llame más la atención. Hay mucha gente que tiende a ver una obra de arte con una mentalidad decorativa, pensando en si la pondría en su salón o no».

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