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Churrería. Juani Lorenzo y Yolanda Barata preparando churros en Kalebarren. M.F.

«Los churros engordan menos que un cruasán o la bollería industrial»

Yolanda Barata es la responsable de la churrería ubicada hasta hoy en Kalebarren «La gente responde muy bien, incluso me felicitan por los churros tan ricos que hacemos»

MARISOL FERNÁNDEZ

ZUMARRAGA.

Domingo, 12 de enero 2020

«Los churros son muy sanos, engordan menos que un cruasán o la bollería industrial, es un producto cien por cien natural», afirma Yolanda Barata. La irundarra es la responsable de la churrería que año tras año se instala en Kalebarren durante varios meses. «Llevamos ya unos cuantos años viniendo a Zumarraga, seis o siete. Solemos pasar tres mes y después vamos otros tres a Beasain. Antes también íbamos a Legazpi, pero ahora ahí está mi hijo», continúa.

Este año la churrería se instaló en Kalebarren «el 9 de octubre» y hoy será su último día. «Estamos muy contentos, nos da pena irnos, pero en Beasain también se trabaja muy bien y la gente nos reclama», sostiene Yolanda. No obstante, «volveremos de nuevo en otoño. La gente responde muy bien, gusta el producto e incluso me felicitan por los churros tan ricos que hacemos».

Harina, agua y sal

Harina, agua y sal son los ingredientes clásicos de los churros, pero «hay que poner las medidas correspondientes porque si no no salen bien», indica. Además, «hay que freír en aceite muy caliente, yo lo pongo a 220 grados, es muy importante, fundamental. Si la temperatura es más baja, se cuecen. Nosotros utilizamos aceite de oliva, pero en otros sitios suelen usar de girasol».

Los churros son los más solicitados, pero no son los únicos productos de la churrería. «Las patatas fritas se venden mucho, los churros de chocolate les encantan a los niños, también hay salchipapas, goofres... Además tenemos porras. Aquí hay mucha gente procedente de Extremadura y nos pedían porras. Al principio no sabíamos hacerlas, pero aprendimos y ahora hay clientela fija de porras, aunque solo las vendemos los viernes, sábados y domingos». La churrera explica que la masa de churros y porras «es diferente. Las porras además de harina, agua y sal, llevan levadura, bicarbonato... y la masa es más ligera. La porra se infla tres veces más que el churro».

'Txurro -pote'

Yolanda, siguiendo la moda del pintxo-pote, inventó el 'txurro-pote'. «Es el jueves y por 1,50 euros se puede tomar un chocolate con tres churros. Viene cantidad de gente, sobre todo madres con niños para la merienda y mucha juventud. La ganancia es mínima, porque el precio normal de un vaso de chocolate es de dos euros y tres churros ya cuestan 1,5 -dos euros la media docena-, pero es una forma de que la gente se acerque a la churrería y nos conozcan».

Yolanda Barata, que cuenta con la ayuda de Juani Lorenzo, lleva «ocho o nueve años» al frente del negocio. Empezó «porque mi hijo se quedó sin trabajo. Unos amigos tenían una churrería y se me ocurrió que podíamos hacer lo mismo. No teníamos experiencia, ellos nos enseñaron, aprendimos y poco a poco fuimos mejorando».

La clientela de la churrería es de lo más variada. «Viene gente de todas las edades, muchos niños, mucha juventud, gente mayor que viene cada día a por su media docena de churros para merendar...»

Lo mejor del negocio es «satisfacer a la gente, que lo que les das les gusta, que te feliciten es muy gratificante». Lo peor es «tener que venir todos los días desde Irun, la carretera... Si viviese aquí abriría incluso por las mañanas», dice Yolanda. El horario de la churrería es de 17.00 a 21.00 horas, todos los días de la semana.

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