Alto Deba
Vitoria activa un plan para curar sus árboles en alarmante estado de deterioroEl diagnóstico revela altos niveles de compactación y escasa vida biológica en los suelos de 16 parques y jardines
N. SALAZAR
vitoria.
Lunes, 16 de junio 2025, 20:11
Los árboles de Vitoria sufren un alarmante deterioro y es necesario actuar. Es la conclusión de un riguroso estudio sobre la calidad de los suelos en los parques y jardines de la ciudad presentado este lunes por el Ayuntamiento. En los últimos años, los árboles han mostrado signos de debilitamiento como pérdida de follaje, marchitamiento de las hojas y reducción del crecimiento. Y en algunos casos, esta situación ha provocado la muerte de los ejemplares, como ya alertaba un informe municipal de la Unidad de Paisaje Urbano.
Ese primer análisis llevó al departamento municipal de Espacio Público a encargar una investigación en profundidad de la calidad de los suelos de una quincena de espacios verdes de la capital alavesa, líder nacional en superficie 'green' con 42 metros cuadrados por persona. El resultado es preocupante. «Estamos ante una situación grave que tenemos que corregir», ha advertido esta mañana la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Arolazabal.
La investigación analizó espacios verdes de la ciudad como los parques de Arriaga, Olárizu, La Florida, El Prado, Judimendi, Gazalbide o San Martín. Se realizaron perforaciones de hasta 60 centímetros para recolectar muestras que se evaluaron desde tres perspectivas: física (textura, estructura, retención de oxígeno), química (nutrientes, PH) y biológica (microorganismos, hongos y fauna). Los resultados fueron muy similares en todas las zonas.
Compactación del suelo
La compactación del suelo es el problema más grave. «Como una esponja, el suelo necesita poros para que circulen el aire, el agua y los nutrientes. Pero cuando se pisa mucho o cuando pasan vehículos sobre él, estos poros desaparecen, el suelo se endurece y las raíces no pueden respirar ni nutrirse, sufren estrñes», ha explicado Artolazabal.
Además, los suelos presentan poca vida microbiana y deficiencias nutricionales y, en ocasiones, hay materiales no adecuados, como residuos, etc. Esta situación afecta directamente al estado del arbolado, que en muchas zonas ha perdido su vigor o muestra signos de envejecimiento rápido. «El árbol se debilita, se estresa y puede morir», resume la concejala.
A esto hay que añadir los efectos del cambio climático, que está agravando esta situación. Los veranos son más secos y calurosos, y nuestros suelos, naturalmente arcillosos, se están agrietando y endureciendo. Por lo tanto, es urgente actuar de inmediato.
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