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Fachada del Santuario de Arantzazu, que junto al Santuario de Loiola y la ermita de La Antigua, ponen el peso cultural y de patrimonio de esta oferta que busca impulsar el turismo en el interior de Euskadi. ARIZMENDI
El Santuario de Arantzazu, en valor con el proyecto Hiruma

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El Santuario de Arantzazu, en valor con el proyecto Hiruma

Turismo. Debagoiena, Urola Garaia y Urola Erdia se unen para impulsar el «alma de Euskadi», su gran riqueza cultural y natural, a pocos kilómetros de las capitales vascas

K.I.

Sábado, 1 de febrero 2025, 20:30

Con el aroma del interior de Euskadi, de frescor, hierba recién cortada y bosque, Gipuzkoa acudió al Fitur con un proyecto con el que poner en valor y servir como atractivo el vasto terreno interior que confluye entre las tres capitales vascas. El proyecto, nombrado Hiruma, se vendió como un viaje al «alma de Euskadi», en el que potenciar el gran atractivo que tiene Gipuzkoa, concretamente, en las comarcas de Debagoiena, Urola Garaia y Urola Erdia, como destino turístico de interior, natural, con un vasto patrimonio cultural y gastronómico. Sobre todo con tres enclaves por bandera: el Santuario de Arantzazu, el Santuario de Loiola y la ermita de La Antigua.

Entre estos tres puntos se ubica un «privilegiado espacio verde cercano a las capitales vascas», que combina recursos naturales únicos, un valioso patrimonio histórico y productos locales auténticos, tejidos en el corazón de la cultura vasca. Además, el proyecto Hiruma busca responder a la necesidad de desestacionalizar y deslocalizar los flujos turísticos en Gipuzkoa, promoviendo visitas durante todo el año y redirigiendo el turismo hacia zonas menos concurridas. Más allá de Bilbao, Donostia o Gasteiz, las costas y sus museos, Euskadi proporciona en su centro un gran espacio a explorar desde el turismo sostenible.

A este respecto, la diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, Azahara Domínguez, destacó previo a esta fecha que Hiruma debe ir de la mano con el modelo que Gipuzkoa busca para su turismo, «un turismo que además de ser sostenible, porque no puede ser de otra manera, sea regenerativo, de forma que hagamos que quienes nos visiten no solo nos ayuden a cuidar de Gipuzkoa, sino que dejen un impacto positivo tanto en nuestro territorio como en la comunidad local».

Colaboración a tres

Aunque Urola Garaia, Urola Erdia y Debagoiena llevan colaborando para promocionar su turismo desde 1997, con el proyecto de la Ruta de los Tres Templos, o con el plan de 2006, centrado en la marca Tierra Ignaciana, las tres comarcas han mantenido un contacto estrecho para seguir potenciando su entorno. Así, tras una «profunda reflexión y un amplio y riguroso proceso de participación», ha nacido la marca Hiruma con la que seguir este proceso, con el Santuario de Loiola, el Santuario de Arantzazu y la ermita de La Antigua como pilares, y las rutas de senderismo y montes, así como espacios y destinos culturales, como puntos de interés entre los que orbitar.

Esta nueva marca busca promocionar el turismo sostenible y que deje «un impacto positivo en la comunidad local»

La diputada Domínguez resaltó en Fitur la esencia del acuerdo adoptado y que se ha transformado en el proyecto Hiruma, como una «iniciativa turística que tiene su origen en una cualidad muy guipuzcoana como la colaboración entre diferentes por un mismo objetivo común». Añadió que, en este caso, las tres comarcas del interior de Gipuzkoa y de Euskadi han logrado elaborar no solamente un discurso unificado, sino un producto turístico con pleno sentido en sí mismo que beneficiará al territorio atrayendo a más interesados en el patrimonio, gastronomía y cultura guipuzcoana y vasca.

En el triángulo que forman estos tres puntos religiosos de Gipuzkoa, se genera «un espacio donde confluyen los recursos naturales, el patrimonio y el producto local que tejen el alma de la cultura vasca», indicaron en la presentación en la Feria Internacional del Turismo, en Ifema (Madrid). Hilando de esa puesta en valor del «alma de Euskadi», los responsables destacaron que «con tres almas, tres comarcas, tres segmentos turísticos, tres colores...», esa convergencia entre comarcas se refleja en la nueva marca diseñada y se valoran «claves a la hora de promocionar este viaje tan especial».

En busca del turista «inquieto»

Como añadió la diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, con este proyecto se busca «atraer el perfil de turista que nos interesa, un turista que sea una persona con inquietud, no solo de visitarnos, sino de conocernos, de descubrir nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestra esencia, y por supuesto, que sea respetuoso tanto con nuestro entorno como con los guipuzcoanos». Personas curiosas, de cualquier punto del mundo, que quiera asombrarse con la belleza arquitectónica del Santuario de Arantzazu, y de su fachada principal, del escultor Jorge Oteiza.

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