Disfrutando de todo un atracón festivo

Lo cierto es que la jornada volvió a concitar el interés de oñatiarras y foráneos. Niños, jóvenes y adultos se echaron a la calle vestidos de baserritarras para disfrutar de las exposiciones y concursos instalados en los alrededores de la Universidad y en el propio claustro. Había dónde elegir: enormes frutas y hortalizas -Elkarzabal mostraba un calabacín de 23 kilos y una calabaza de 16-, artesanos de muy distintas ramas, ganado lanar, caballar, caprino y vacuno, quesos, tartas, mieles, rosquillas, panes, hongos...

Y mientras unos deleitaban la vista y el paladar con productos del caserío de indudable calidad, la plaza se convertía en la catedral de la sidra, en una sagardotegi al aire libre en la que corrieron litros y litros de caldo guipuzcoano. No hay duda de que la sidra es uno de los productos estrella junto al talo, y el caldo, que las sociedades gastronómicas repartieron.

En cuanto a los certámenes agrícolas, el mejor lote de verduras y hortalizas fue para las zanahorias de Ortuzabala, y el de frutas para las manzanas de Felix Azkargorta, que conquistó también el concurso de quesos, por delante de Gomiztegi y Nestor Alzelai (Aldai).

Tras la comida popular, las pruebas de deporte rural escolar y profesional y las romerías pusieron la guinda a una jornada redonda que tiene banda sonora propia: el sonido del txistu, las gaitas y la trikitixa.

La fiesta continúa hoy con clásicos del domingo de Rosario, como el parque infantil (de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00) en Etxaluze, el concierto de la banda (13.00), las finales del Torneo San Miguel de pelota (17.00) o los bertsolaris de balcón a balcón (20.30). Una de las novedades es la kalejira familiar Zirkobira, a las 18.00. La música tendrá un protagonismo destacado la tarde-noche con guitarreo y Olatz Salvador en las txosnas, Ghost Number en Atzeko kale y la orquesta Tarantella en la plaza. Aunque una de las citas más esperadas es el espectáculo de pirotecnia itinerante 'Inferno' de Tragaleguas (22.30).