Oñati
«Ayúdanos a arreglar el tejado de la parroquia»: la petición que llega a todos los buzones de un pueblo de EuskadiLas obras iniciadas hace tres meses encaran la recta final y la junta parroquial abre una cuestión popular para poder afrontar el presupuesto de 285.000 euros
'Ayúdanos a arreglar el tejado de la parroquia', así de claro y directo es el lema de la cuestación popular para poder financiar las obras de mantenimiento de la cubierta del claustro, la sacristía y las naves laterales de la iglesia de San Miguel.
El párroco Horacio Argarate y Kontxi Ugarte y José Antonio Ugarte, miembros de la comisión económica del templo, presentaron ayer la campaña, animando a colaborar «en el mantenimiento de uno de edificios más singulares de Oñati, Euskal Herria e incluso Europa, porque no hay muchos claustros en todo el viejo continente atravesados por un río».
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Presupuesto 285.000 euros.
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Ayudas recibidas Ayuntamiento (35.000 euros) Grupo Ulma (andamiaje gratuito y 5.000 euros), Onnera Group (15.000 euros), Juan Celaya Fundazioa (5.000 euros).
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Cuestación en marcha Para poder cubrir el presupuesto se ha puesto en marcha una cuestación popular. Se puede aportar directamente en las dos huchas instaladas en la parroquia y/o rellenar y entregar el impreso para llevar a cabo donativos a través de entidades financieras que se está buzoneado en los hogares. La Junta parroquial ha habilitado tres números de cuenta corriente en Kutxabank, Caja Laboral y Caja Rural en los que llevar a acabo cualquier aportación puntual o abonar una cota fija domiciliada de cualquier cantidad durante durante doce meses.
«La iglesia es parte del patrimonio monumental oñatiarra, además de epicentro del culto religioso y un importante espacio socio-cultural, por eso era tan necesaria la intervención. Las goteras y humedades se estaban agudizando y, dentro de unos años, el desembolso necesario para solucionar el problema hubiera sido mucho mayor» explicó Argarate.
«La necesidad de obras era imperiosa, las goteras y humedades se estaban agudizando en el claustro y la sacristía»Se han habilitado dos huchas para donaciones en la parroquia y cuentas corrientes en tres entidades financieras
Salvo sorpresa de última hora las obras acabaran para sanmigeles. «No ha habido contratiempos –relató–. Es una buena noticia, pero eso implica que toca afrontar los pagos, y para ello recurrimos al pueblo de Oñati, que siempre ha respondido muy bien a este tipo de iniciativas. Hemos recibido ayuda del Ayuntamiento, el Grupo Ulma, Onnera Group y Juan Celaya Fundazioa, y ahora, para poder completar el presupuesto de 285.000 euros, pedimos la colaboración ciudadana».
Goteras y humedades
Un tríptico informativo buzoneado estos días detalla las singularidad del templo y la «imperiosa» necesidad de la obra, pidiendo colaboración para financiar la intervención que está llevando a cabo Construcciones Ugarte.
«Se puede contribuir económicamente a través de donativos puntuales o mensuales en tres cuentas bancarias o en las dos huchas instaladas en la parroquia. Además, las aportaciones que se realicen desgravan a la hora de realizar la declaración de la renta» recordaron en la presentación.
Respecto a la problemática del templo, Horacio explicó que «la cubierta de la nave central estaba en buen estado tras ser intervenida en 2015, pero no ocurría lo mismo con la del claustro, que sufría importantes goteras cuando llovía, y con la de la sacristía, en la que se cayó una parte del falso techo».
Por eso, «para evitar males mayores», se decidió intervenir en el retejo del claustro (ya terminado) y sellar una grieta existente en la piedra de la fachada oeste. Además en los pináculos pétreos se han reforzado los elementos fracturados o con riesgo de caída.
«Ahora se está reparando el tejado de la sacristía, que estaba muy dañado, y la intervención se cerrará en la nave lateral, en las zonas de los altares de Mikel de Aozaraza y la Dolorosa» detalló.
Horacio hizo hincapié en que «en estos tiempos de pluralidad confesional, la parroquia sigue siendo lugar de encuentro tanto en la celebración de servicios religiosos (bautizos, comuniones, bodas, funerales), como en las fiestas (San Migeles, Corpus, Día de Jubilado, Semana Santa). Y es también escenario de reunión y celebración en otro tipo de actividades civiles, como los innumerables conciertos que podemos escuchar a lo largo del año o las visitas guiadas ofrecidas por la Oficina de Turismo. Y precisamente para que puedan seguir desarrollándose con normalidad ha tenido que llevarse a cabo la obra».
Un claustro excepcional
La construcción del claustro sobre el río, es una de las singularidades del monumental templo oñatiarra, una «rara avis» muy apreciada, pero las aguas que fluyen debajo de su fotografiado arco exterior, hacen que sufra más humedad que otras iglesias. Y si a eso sumamos goteras, se da el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de xilófagos, insectos comedores de madera que hace dos años obligaron a cerrar durante un mes el templo al culto.
El templo oñatiarra es parte del patrimonio monumental, además de epicentro del culto religioso, una iglesia construida a lo largo de tres siglos, añadiendo elementos de diferentes estilos, que gracias a los chequeos e intervenciones a los que se ha sometido con el apoyo del pueblo, es todo un referente arquitectónico.