Oñati

Araozko Ostatua reabre sus puertas

Hubo que convocar un nuevo concurso público, y al no presentarse nadie el Ayuntamiento decidió ajustar y mejorar las condiciones de la concesión para hacerla viable. Al final, a la tercera ha sido la vencida. Germán Mirassou, que tiene una dilatada trayectoria en la hostelería oñatiarra, es ya el nuevo gestor del hostal que reabrió el bar el sábado con una oferta renovada.

En esta nueva fase, la taberna abrirá sus puertas de jueves a domingo, a partir de las 10.30, para, entre otras cosas, ofrecer pinchos, raciones y platos combinados. También se ofrecerán comidas para grandes grupos –reservando con antelación el menú–. Además del bar-restaurante, Araozko Ostatua dispone de cuatro apartamentos, uno adaptado para personas de movilidad reducida, que se se gestionan a través de un portal de reservas que será reactivado en los próximos días.

El Ostatu reabrió sus puertas oficialmente el pasado sábado, un día después de presentarlo ante los y las araoztarras. «Ha venido mucha gente. Es de agradecer. Tanto el hostal como el entorno que lo rodea ofrecen muchas posibilidades. Habrá una oferta adaptada a las necesidades de las personas que se acerquen», ha explicado el nuevo adjudicatario Germán Mirassou Lau.

El servicio le ha sido adjudicado para los próximos cuatro años, con la posibilidad de prorrogarlo por otros cinco. A la última licitación se presentaron dos ofertas y fue la Mirassou la que se llevó la mejor puntuación.

Araozko Ostatua cuenta con nuevas condiciones acordadas entre los y las araoztarras y el Ayuntamiento. Entre otras, se han reducido la cuantía del alquiler del establecimiento –800 euros al mes, IVA excluido– y los días de apertura deberá estar abierto por lo menos de viernes a domingo y en los días festivos.

La persona adjudicataria podrá adecuar su servicio respetando estas condiciones mínimas. Es más, Germán ya ha decidido abrir de jueves a domingo, de 10.30 hasta las 23.00.

Además, según las bases, los apartamentos deberán estar abiertos durante todo el año, salvo dos quincenas vacacionales que no podrán coincidir con la Navidad, Semana Santa, los meses de junio a septiembre y las fiestas patronales y vecinales.

Araozko Ostatua es un proyecto puesto en marcha gracias al trabajo conjunto de las y los araoztarras y el Ayuntamiento de Oñati para revitalizar el barrio y dar servicio a las personas que lo visitan. Hicieron falta cinco años y una inversión cercana a los 900.000 euros para transformar la antigua «Nesken eskola» en un polivalente espacio en el que los vecinos y vecinas socialicen y los visitantes disfruten de un paraíso sin igual.

La antigua escuela se construyó en 1934. Costó 32.000 pesetas sufragadas por la Diputación (10.000 pesetas, el Ayuntamiento 6.000 y el barrio 16.000) y estuvo en marcha hasta 1971. Debido al estado de abandono que presentaba en 2015 los vecinos vaciaron el interior en auzolan y sufragaron la construcción de un nuevo tejado, dando los primeros pasos del ambicioso proyecto de revitalización.

La inversión era de calado y por eso, además de la implicación de distintas instituciones, la rehabilitación se contempló en tres fases, dos de obra y una de equipamiento de los servicios de restauración y alojamiento turístico.

El inmueble se distribuye en dos plantas, en la baja está el bar con su cocina y un espacio polivalente de comedor o encuentro para alrededor de 40 personas, además de un apartamento adaptado para personas con movilidad reducida. En la bajo cubierta se ubican otros dos apartamentos y un estudio, de dos y una habitación, respectivamente.