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Curling: los reyes del hielo son alavesesPABLO SANZ
vitoria.
Sábado, 25 de enero 2025, 20:31
En parejas o en equipo. En categoría masculina, femenina o mixta. Hay múltiples formas de practicar curling, el deporte que consiste en deslizar piedras de granito hacia una especie de diana jugando sólo con el relieve del hielo. En esta modalidad, el club vitoriano Harrikada Curling Taldea despunta en las competiciones nacionales. Se trata de un conjunto formado por 25 personas que surgió del ya extinto Iparpolo con dos objetivos claros a largo plazo. «Queremos impulsar la cantera y conseguir el apoyo necesario para que un día podamos tener nuestra propia pista», resalta Oihane Ruiz, integrante de Harrikada Curling Taldea.
El club alavés se entrena en la actualidad en la pista de hielo del Bakh. Unas instalaciones, las únicas de este tipo en la capital alavesa, que comparten con otros deportes como el hockey hielo o el patinaje artístico. Es por ello que cada viernes sus integrantes se reúnen 30 minutos antes del inicio del entrenamiento programado a las 20.30 horas.
«Después de que un técnico municipal pase la zamboni (pulidora de hielo) hay que colocar los hacks y pasar una especie de cuchilla para quitar los posibles bollos que se pueden formar por las gotas que caen desde las vigas. En una pista de curling acondicionada no tendríamos que hacer estas cosas», reconoce Oihane.
Por extraño que parezca, para practicar este deporte no es necesario saber patinar, tener una forma física especial ni comprarse un determinado tipo de ropa. «Les prestamos un equipamiento básico de zapatos y escoba para empezar», indica Oihane. Una indumentaria cuyo coste total puede llegar a los 160 euros. «Si les gusta y quieren seguir jugando, luego cada uno se compra sus propios materiales, aunque al final lo más importante es ponerle ganas», señala acerca de unos elementos que adquieren mediante internet desde países como Canadá, Alemania o la República Checa.
Ese entusiasmo ha permitido al Harrikada Curling Taldea convertirse en uno de los mejores clubes a nivel nacional. El pasado diciembre su segundo equipo, 'Las Nieves', ganó el Campeonato de España masculino al 'Jacetania', lo que le valió el ascenso a la Primera División. «Parecía que iban a arrasar porque tenían a un jugador con mucha experiencia que ha llegado a jugar Campeonatos de Europa. Venían de ganar todos los partidos, por lo que eran ellos quienes tenían la presión en la final.
El encuentro no se decidió hasta el último tiro de la última piedra. Fue muy emocionante», comenta Oihane. Grandes éxitos que ya les permitieron en 2022 competir por el viejo continente y que se suman al Campeonato de Euskadi obtenido hace escasas semanas en Jaca. «Que me perdonen los aragoneses, pero a nivel estatal la potencia más alta es Euskadi», destaca Ruiz entre risas.
Ese dominio y las ganas de expandirse al resto del mundo se acentuaron en 2017 con la celebración de la San Prudencio Curling Cup. Un torneo internacional al que acudieron jugadores procedentes de Escocia, Finlandia y Mónaco, entre otros países, y que se estuvo celebrando hasta 2022 debido a las complicadas condiciones del hielo. «Tomamos esta decisión porque sufríamos mucho y no sabíamos si podíamos dar a los equipos que venían una pista de calidad. Por ahora no nos planteamos volver a hacerlo», subraya Ruiz.
Lo que sí retomaron a finales de 2024 fue una jornada de puertas abiertas de curling en silla de ruedas. Una modalidad adaptada de esta disciplina que cuenta con cada vez más adeptos y que ya es olímpica. «Es curioso porque no barren y la piedra se lanza de una forma diferente. Desde la Federación Española están intentando impulsarlo y tienen un equipo compitiendo a nivel nacional, pero aquí todavía no se ha animado nadie a entrenar de continuo. Esperemos que algunos de los que probaron se animen», apunta Oihane.
Se trata de un deporte que busca consolidarse en Álava y al que cualquier persona está invitada a probar. Una modalidad muy divertida tanto dentro como fuera del hielo con la celebración del tercer tiempo en el que, al igual que en el rugby, el ganador invita al perdedor a unas cañas o pintxos. «Después del entreno todos los viernes también vamos juntos a cenar. Es una forma divertida de terminar la semana», alude Oihane. Un juego en el que las bajas temperaturas no deben ser una excusa. «Si son frioleros que se pongan una térmica, pero que no se queden con las ganas de jugarlo», concluye.
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