PNV y PSE sacan adelante un presupuesto de 24 millones para 2019

El documento, que sustenta financieramente toda la acción de servicios e inversiones, salió adelante con los nueve votos del gobierno (8 del PNV y uno del PSE ) frente a los ocho de la oposición (7 de EH Bildu y uno de Irabazi ), una vez que se rechazaron con el resultado en sentido inverso las enmiendas a la totalidad de Irabazi y la de EH Bildu, otras 15 parciales de esta misma coalición.

En el capítulo general del gasto corriente en personal se gastarán algo más de 8 millones de euros con un incremento del 2,81% respecto de 2018, en gasto corriente serán 8,2 millones de euros con aumento del 5,56%, mientras en transferencias se mantiene sobre los dos millones con un descenso de 1,3%.

La carga financiera en forma de deuda viva es de 7,9 millones euros que supone un 39% sobre la previsión presupuestaria. El presupuesto consolidado que incluye el gasto de euskaltegi y el residual de Mizpiualde, residencia ya transferida Kabia, incrementa el montante hasta 24, 2 millones de euros.

A la inversión se van a dedicar 3,6 millones de euros, una cantidad que supone reducir la acción en un 29,4% respecto a los 5.2 millones previsto en el anterior ejercicio pero no ejecutados en su totalidad.

Dos proyectos marcarán las ejecuciones en 2019, la renovación del polideportivo de Labegaraieta y la construcción del parking público en el patio de Seminario. De los 3,6 millones dedicados a inversión directa la renovación de la cancha con el derribo del almacén contiguo y ampliación del polideportivo, se destinarán 930.000 euros, que junto a la ayuda foral de casi 600.000 euros, permite acometer las dos primeras fases.

Por su parte, el estacionamiento subterráneo tiene asignado 1,4 millones desde el anterior ejercicio y en el presente se incrementa en 80.000 euros que estarán básicamente centrados en la renovación urbanística de Ibargarai que incluye la demolición del muro.

Otras partidas importantes serán: la ampliación de la red de bidegorris con 340.000 euros, los programas de desarrollo económico (175.000 euros), mejoras en urbanizaciones (430.000 euros), sustitución de infraestructuras (140.000 euros), mejoras en la red de agua (106.000 euros), concurso de ideas para la participación ciudadana (260.000 euros), alumbrado público (70.000 euros), asfaltados (40.000 euros) o la compra de equipos de limpieza con un importe previsto de 132.000 euros.

Un presupuesto que como defendió el gobierno responde a los compromisos adquiridos con los ciudadanos, y que tras ser tachado de electoralista desde Irabazi, el gobierno defendió como una acción continuada de los cuatro ejercicios.

Tras rechazar PNV y PSE la enmienda de Irabazi, el representante de esta coalición, Aiert Lizarralde, apuntó «es un presupuestos totalmente electoralista. Plantea como proyecto estrella un parking retrógrado en el centro urbano cuando esta infraestructura debería ir en el solar de la Algodonera. Estamos impulsando el uso del coche en vez de ganar más espacio para el peatón», y añadió, «cuando se fijan fechas para poner fin al uso de los vehículos de combustión y favorecer el transporte público colectivo o la movilidad a pie, no es momento de incentivar la utilización de los vehículos privados con un parking céntrico. Creemos que es un error que nos va a hacer retroceder 20 años en movilidad».

Además insistió en la necesidad de fomentar el alquiler social y trabajar en un plan de empleo, «medidas que se deben implementar desde el Ayuntamiento y que sí contribuirían a mejorar la vida de bergaresas y bergareses y, por consiguiente, estimularían el consumo local».

Tampoco logró EH Bildu avanzar con su enmienda a la totalidad orientada a realizar un mayor esfuerzo inversor en zonas degradadas como Osintxu o Zubieta, y en la que sobre todo, apostaba por la redacción de un plan estratégico para el municipio que defina las líneas maestra de actuación de cara a un par de décadas «por encima de las siglas políticas que ocupen el asiento de la alcaldía».

La negativa a sus pretensiones generales llevó a la coalición abertzale a presentar quince enmiendas parciales dentro de cinco bloques de actuación. Las mejoras solicitadas estaban centradas en participación ciudadana y el plan estratégico, programas de vivienda para emancipación de los jóvenes, mejoras en la campo social y ayudas a zonas desfavorecidas, inversión en igualdad, y otras pequeñas inversiones como los huertas públicas en San Joxepe.

Ninguna fue aceptada por una cuestión de formas, según el gobierno, que si se comprometió a implementar siete de ellas sin que se concretarán todas en la sesión.