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Lorenzo Askasibar retocó la policromía de La Piedad el pasado julio. E.P.
Bergara

La celebración de la Última Cena abre este jueves el programa religioso de Semana Santa

En el centro la parroquia de Santa Marina albergará la mayoría de los encuentros

J.A.M.

Jueves, 14 de abril 2022, 00:09

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Los oficios de la Semana Santa se desarrollarán en la parroquia de Santa Marina para los feligreses del centro. También hay citas religiosas en Osintxu y en San Prudencio.

Hoy, Jueves Santo, en Santa Marina a partir de las 19.00 horas, habrá celebración de la Última Cena del Señor, y a las 22.00 la celebración de Hora Santa.

Mañana, Viernes Santo, a las 12.00 horas se celebrará el Vía Crucis y a las 19.00, la celebración de la Pasión de Jesús en Santa Marina.

El sábado, a las 10.00 horas, en Santa Marina se dará la bendición de los santos óleos y los laudes, y desde las 21.00 horas, la vigilia pascual.

El Domingo de Resurrección se suma también la parroquia de San Pedro con una misa a las 9.00 horas, la eucaristía se celebrará a las 12.00 en Santa Marina. En Osintxu, a las 12.00, y en Elorregi a las 10.30 horas.

Imágenes en los templos

Los encuentros religiosos y la presencia de turistas serán la cara visible de la Semana Santa bergaresa, que hace mucho que no dispone de otras manifestaciones públicas como las procesiones que tanto arraigo tuvieron hace unas décadas, y que ahora se suplen de alguna forma con la visitas a título personal a los templos que en estas fechas lucen sus mejores galas, y en especial San Pedro con el restaurado Cristo de la Agonía, de Juan de Mesa.

Los que se acerquen a esta parroquia también podrán apreciar el paso de la imagen de La Piedad, uno de los tradicionales de las procesiones desde finales de los años 50. Es obra del prestigioso escultor elgetarra Lorenzo Askasibar y llegó como donación de Pikupe Elkartea.

También es de Askasibar un Cristo Cautivo, y del escultor Agirreolea el Cristo Yacente. Son las piezas propiamente procesionales de San Pedro que no han visto hace tiempo la luz de la calle.

En el caso de Santa Marina, es La Dolorosa la que procesionaba. Se trata de una virgen vestida, no una escultura completa, ya que tiene elaborado el rostro y las manos, mientras el cuerpo está simulado por una estructura de madera.

Con esta protagonista se desarrollaba la procesión de mayor tradición. Salía el Viernes Santo La Dolorosa desde la parroquia de San Pedro para recorrer la villa y acudir a la parroquia de Santa Marina. En esta última entraba por el pórtico grande y se cantaba el 'Christus Factus' y seguía la comitiva el recorrido por el pórtico pequeño.

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