Bizilagunak invita a reunir en la mesa a familias autóctonas y foráneas

La comida del próximo 14 de noviembre en muchos domicilios de Euskal Herria tendrá un sabor especial gracias al programa Bizilagunak. Un programa puesto en marcha por SOS Racismo en 2012 que ha logrado la participación de muchas personas hasta la fecha. «Desde sus inicios, unas 10.000 personas entre familias y dinamizadoras han tomado parte», según el balance de SOS Arrazakeria.

Bizilagunak, con el objetivo de fomenta la participación y la inclusión, entiende la familia en un sentido amplio, como cualquier grupo de personas, parejas, compañeros de piso o grupos de amigos que quieran participar.

Las personas interesadas en estas nuevas amistades, familias y realidades puede participar, bien como anfitriona, invitada o dinamizadora. Tienen abierta la inscripción a nivel comarcal en la dirección electrónica debagoiena@sosracismo.eu o 658.749.755. Además de los enlaces generales bizilagunak@sosracismo.eu o el teléfono general 943.321.8 11.

Cada familia tendrá el cometido de preparar alguno de los platos típicos de su país de origen. Los invitados estarán acompañados de dinamizadores que ayudará a que las dos familias se conozcan.

Este edición sugiere celebrar los encuentros en parques, merenderos y zonas verdes como medida de prevención sanitaria, pero si los participantes lo prefieren se pueden encontrar en sus casas.

A nivel de Debagoiena toman parte el departamento de diversidad del ayuntamiento de Arrasate, Ekin Emakumeak, AMS (Activos por un Mundo Solidario), IMME, Fundación Goyeneche, Harrera Etxea Arrasate y Gipuzkoako SOS Racismo, bajo la coordinación de la delegación comarcal SOS Arrazakeria Debagoiena, sita en Arrasate y a cargo Nora Ugarteburu Elkoro.

Esta fórmula de acercamiento entre personas y realidades denominada como Bizilagunak, surgió hace años en Chequia y fue poco a poco expandiendo el proyecto por Europa hasta llegar hasta Euskal Herria con la intermediación SOS Racismo.

«Es una manera eficaz, divertida y amena de acercar personas y derribar prejuicios y estereotipos sobre lo que nos es desconocido, en este caso, las personas que aportan la diversidad que conforma y enriquece nuestra sociedad actualmente», apuntan los promotores, que recuerdan, «vivimos en los mismos edificios, pero no nos conocemos ni tenemos espacios de encuentro. Estas comidas logran que se creen vínculos. Los participantes detectan que tienen muchas más cosas en común que las que les diferencian».