Arrasate
Placas de inducción más inteligentes para minimizar riesgos en la cocinaEl proyecto de ACEDE nació para el colectivo de personas de baja visión y se extiende al de los mayores y otros grupos de población
Una treintena de personas mayores conocieron ayer de primera mano el proyecto de placas de inducción inteligentes para evitar sustos en la cocina, y ... a la vez la realidad del colectivo de 'Personas de baja visión', que están en el origen de este proyecto que ha abierto el abanico de potenciales usuarios al resto de ciudadanía, con especial atención a los mayores.
El encuentro, organizado por Arrasateko Nagusien Kontseilua, se desarrolló en la Danobat Elkartea tras unas palabras de la presidenta Pili Iriarte. El proyecto Suego Sénior, liderado por ACEDE (Clúster del Hogar de Euskadi asentado en Polo Garai), inscribe su actividad en la iniciativas apoyadas desde la Fundación Adinberri. Han desarrollado una nueva fórmula para relacionarse con las placas de inducción que aporta mayor seguridad, tranquilidad y da independencia mientras los fuegos están en marcha.
Un primer modelo, ya patentado, se ha dotado de un botón más que una placa ordinaria. Permite al usuario una comunicación para gobernar sus funciones de viva voz a través de un sistema de asistente personal, tipo Alexa, o por medio de dispositivos móviles.
Como explicó Izaro Romero, de Copreci, «el usuario puede hacer un seguimiento o cambios en las órdenes que ha recibido el aparato». Encendidos, tiempos y otras acciones que aumentan la autonomía. El objetivo es que la nueva cocina sea más intuitiva, y superar la dificultades añadidas para las personas según vayan cumpliendo años.
Veinte hogares más
El modelo a esta fecha se está probando en dos familias de Arrasate y diecisiete en toda Gipuzkoa con el propósito de recabar información en el uso cotidiano. Como apuntó Eukene Barrenetxea, coordinadora del proyecto en ACEDE, buscan otros veinte hogares de personas mayores donde instalar la placa para continuar con el proceso de evaluación del modelo primigenio. Los interesados pueden entrar en contacto con ACEDE en el 669 321 846 para conocer las condiciones concretas. Además anticiparon que trabajan en nuevas unidades donde la tecnología aportará un sistema de alarmas. Sin detallar sus características, aún no se ha patentado, avanzaban que alertarán de los potenciales peligros al cocinero cercano o distante.
Baja visión
La presentación estuvo precedida de una charla sobre la realidad cotidiana de las personas que tiene baja visión, a cargo de Itsaso Nuin, de la asociación Retina Guipúzcoa Begisare. Un colectivo que está en los primeros pasos de la innovadora placa de ACEDE, ya que preparó el primer piloto para las personas de bajas visión. El potencial del producto ha llevado a ampliar las miras comerciales a otros grupos de población como los que empiezan a tener más despistes. Nuin puso varios ejemplos de afectados por baja visión sin alcanzar la categoría de ceguera y los problemas a los que hacen frente en el día a día.
Destacó que la ceguera legal se reconoce cuando la capacidad de visión es inferior al 10%. Según la OMS el rango de visión entre el 30% y 10% se califica baja visión con infinidad de dificultades para ver pero sin que tenga reconocimiento para ayudas o apoyos. Una merma producida por variedad de afecciones que no permite desarrollar un actividad normalizada. Insistió que son pérdidas de capacidad visual que no tienen solución con lentes o gafas ni con cirugía.
La exposición se encaminó, en parte, a pedir una mayor comprensión social «se dan situaciones complicadas, extrañas y confusiones». En este camino recalcó la importancia de la chapa indicativa que distingue a los afectados por baja visión, un disco blanco y verde que señala 'Ikusmen murriztua dut. Tengo baja visión'. Un pin ideado por la asociación guipuzcoana que se ha extendido a nivel estatal. Informa al interlocutor que está ante una persona con graves dificultades visuales pero que no es ciega.
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