«Muchos de mis exalumnos llevan hoy en día a sus hijos a Arrasate Musikal»
Arantza Alonso, Profesora de Arrasate Musikal en 1972 ·
Arantza Alonso fue una de las nueve pianistas que Juan Arzamendi 'fichó' en 1972 para la recién fundada academia de Arrasate MusikalArantza Alonso es una de las profesoras 'históricas' de Arrasate Musikal que participará en el coloquio que tendrá lugar el próximo miércoles 15 en Kulturate ... a las 18.30 horas. Este encuentro organizado dentro de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la academia, reunirá a varias profesoras que solfeo y piano que en 1972 se incorporaron a la recién fundada escuela de música: Merche Madinabeitia, Arantza Alonso, Miren Castañares, Jesusi Etxeberria, María Pilar Etxebeste eta Libe Mendizabal y Charo Gómez. Además intervendrán los ex alumnos Javier Egidazu y Luis Usatorre.
–¿De dónde le viene la vocación musical?
–En mi familia ha habido una arraigada vocación para la música, un tío, hermano de mi abuela, fue un gran tenor, cantó en la boda de Alfonso XIII, su madre le mandó a estudiar a Madrid, a la escuela de Bellas Artes de San Fernando, en aquél entonces, a finales de 1800 principios de 1900, pienso que fue muy valiente la bisabuela. Un tío mío, hermano de mi madre, tocaba muy bien la guitarra y cantaba, participaba en conjuntos que se hacían en aquél entonces en Arrasate. Siempre ha habido en mi casa mucha afición por la música. Luego hemos tenido la suerte en Arrasate de tener en el colegio de la Asunción a la Madre Zendokiz, que enseñaba piano, y mi madre me apuntó en las clases de piano, me examinaba en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga, de Bilbao, lo mismo que las que estudiaban esta disciplina en el colegio. Los dos últimos cursos de la carrera estudié con Juanito Arzamendi, también examinándome en Bilbao, en el mismo Conservatorio. Tanto a la Madre Zendokiz como a Juanito mi mayor agradecimiento.
–¿Cuándo y en qué circunstancias se incorporó a Arrasate Musikal?
–Cuando se preparó y se pensó en formar una academia, Juanito Arzamendi nos llamó a las que teníamos la carrera de piano, por si nos interesaba dar clases, fuimos nueve: Merche Madinabeitia, Miren Gastañares, Mª Pilar Echebeste, Jesusi Echebarria, Fuensanta Gaztañaga , Libe Mendizabal, Mª Jesús Madina, Begoña Martínez y yo. Como secretario, Luis Garro.
–¿Cómo fueron aquellos primeros tiempos en la Metalúrgica y después en Aprendices?
–En la Metalúrgica, las clases muy sencillitas, tampoco hacía falta mucho más, pues los primeros años solo era el solfeo. Después en Aprendices era otra cosa y aunque sencillo, pero más preparado para instrumentos y danza. No sé exactamente cuántos alumnos empezaron.
«Juan Arzamendi estaría orgulloso porque Arrasate Musikal es su obra y él la sacó adelante »
–¿Qué recuerdos guarda de aquel alumnado?
–De la academia han salido muchos alumnos muy bien preparados y que a su vez tienen muy buenos puestos en conservatorios, orquestas, solistas, directores de orquesta, compositores, y en el mismo Arrasate Musical estan dando clases, profesores que se han formado ahí mismo, con sus títulos en distintas formaciones. Aún me encuentro con alumnos, que por cierto algunos me dicen que están muy contentos de haber estudiado música, unos que han seguido por la música, otros que no, pero que están contentos de haber aprendido, y que hoy en día también les llevan a sus hijos a música. Y alguno que otro que me dicen, ya me tuviste que aguantar, yo era un caso, pero aunque entonces te enfadabas con ellos y les llamabas al orden, hoy les dices, «va, no era para tanto». Un día en Vitoria yendo en el tranvía, me vino un chico y me preguntó si era Arantza Alonso, su profesora de música, que estaba muy contento de verme, y como estaba lloviendo, que le permitiera llevarme el paraguas y acompañarme, le dije que sí, me contó cosas de aquella época y me hizo mucha ilusión, pues además hacía mucho tiempo que no lo veía.
–¿Entre qué años impartió clase en Arrasate Musikal?. Después fue a Almen ¿no?
–Yo creo que en Arrasate Musical estuve unos cinco años, luego en Almen. Esto era otra cosa, la música no estaba valorada, la tenían como las 'marías'. No todos, porque siempre había alguno que iba a Arrasate Musical, pero muchos e incluso el ambiente de los profesores, tenían mucho que desear en cultura musical, no estaba valorada la música, por lo cual tampoco les interesaba mucho en que se diera. No había espíritu musical. Era muy difícil.
–¿Qué ha representado Arrasate Musikal para Mondragón?
–Un avance en la cultura del pueblo, una opción para la formación integral de las personas, pues aparte de aprender un instrumento, danza, canto... contribuye al desarrollo físico, psíquico, e intelectual, y también diría moral de cada individuo. Al mismo tiempo el interés que despierta por aprender a escuchar e interpretar.
–¿Cómo ve a Arrasate Musikal 50 años después?
–Arrasate Musical, con hace 50 años, no tiene nada que ver, en cuanto a los medios de que dispone, y las materias que se imparten.
«Estudié 2 cursos de órgano y ahora toco en la parroquia de San Juan y en la de San Andrés»
–¿Qué le parecen las nuevas instalaciones de Aprendices?
–Son una verdadera maravilla, en cuanto a acústica, insonorización, iluminación, clases, salas... y estéticamente por fuera también esta muy bien.
–¿Qué diría Juanito Arzamendi si levantara la cabeza
–Estaría orgulloso, porque al fin y al cabo es su obra. A Juanito le costó mucho sacrificios sacar adelante Arrasate Musical. Cuando empezó en 1972 estaba en plena edad de trabajar, y tenía que compaginar el trabajo de la Notaría, con la Academia. Quienes trabajábamos en la academia veíamos el trabajo que realizaba, formación de las profesoras, atención a las clases que se impartían, si avanzaban los alumnos... Y todo ello gracias al apoyo fundamental de su esposa Inés Ceciaga. Cuando se jubiló le fue ya mucho más llevadero, pero siempre atendiendo hasta el último detalle, y no solo con las clases, sino que constituyó la orquesta de alumnos y recorrieron muchas partes de España y el extranjero. Recibió muchas condecoraciones y nombramientos, tantas que no se podría enumerar todas. En 1993 recibió la insignia de oro de Arrasate, en reconocimiento a su labor en pro de la cultura. Fue nombrado por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco miembro del Consejo Asesor de la Enseñanza de la Música de Euskadi, junto a músicos como Carmelo Bernaola, Esteban Elizondo, Fernando Etxepare, José Ignacio Sarría... Y en cuanto a sus obras musicales, necesitamos un apartado especial para enumerar todas, un trabajador incansable. Yo siempre digo que Juanito no era músico, era la misma música.
–Es por eso que han bautizado Aprendices como Juan Arzmendi Musika Etxea
–Muy merecido y algo que aplaudo y comparto. En abril de 2017 por decisión de los ciudadanos de Arrasate, convocados a una consulta por el ayuntamiento, se adoptó el nombre de Juan Arzamendi Musika Etxea para bautizar el edificio de la antigua Escuela de Aprendices, sede de la Escuela de Música de Arrasate Musical y de la Coral Goikobalu Abesbatza.
–Aún continúa cultivando su vocación musical. Toca el órgano en la iglesia
–He estudiado dos cursos de órgano en el Conservatorio Jesús Guridi de Vitoria, y toco el órgano en la Parroquia de San Juan Bautista los viernes y los domingos y en la iglesia de San Andrés los sábados. Para un músico es una satisfacción muy grande, porque al mismo tiempo tienes que estudiar y prepararte para hacerlo. Durante los veranos toco el órgano en las misas de la iglesia Santa María la Mayor de Ezcaray (La Rioja), pues no tienen organista, y casualidad, el último organista que han tenido y director de la Banda de Música, que falleció, Víctor Monge, fue condiscípulo de Juanito Arzamendi. Se tenían mucha estima.
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