Borrar
Álvaro en su taller con un reloj Moretz con pesas fabricado por la viuda de Frévier. A restaurar. /USOZ
«Lo dijo Einstein: el tiempo sólo existe en nuestro reloj de pulsera»
ÁLVARO GARCÍA LARUMBE EL RELOJERO DE LA MERCERÍA DE LA CALLE LA SALUD Y EL MISTERIO DE LAS DIEZ Y DIEZ

«Lo dijo Einstein: el tiempo sólo existe en nuestro reloj de pulsera»

Ha abierto taller de relojería en la que fuera la mercería de sus padres, 'Maripi'. En la calle La Salud. Él vive en Amara 12

BEGOÑA DEL TESO

Domingo, 25 de octubre 2009, 11:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La mercería se mantiene inalterable en su estructura. Sólo ha cambiado el papel de la pared. Y al fondo, la mesa de relojero. En las vitrinas donde hubo hilos, botones y organzas hay un puñado de relojes y otro de fotografías y recortes de publicidad. Curiosa, misteriosamente, todas las máquinas, incluso la que recuerda , están paradas en las diez y diez. Álvaro estudió en la escuela de Mikel Escudero y se cuajó junto al maestro relojero y restaurador Juan Gutiérrez. Álvaro no vende relojes. Repara y restaura.

- A las tres han sido las dos...

- Ya ves, el tiempo es relativo. Manipulable por motivos geográficos, industriales, energéticos...

- Quizás no exista.

- Lo dijo Einstein: el tiempo sólo existe en nuestra muñeca. O en nuestros carrillones. O en nuestros relojes de pared. ¿Sabes que antes de que se decidiera la convención de tomar el meridiano de Greenwich como referencia, uno podía viajar en el tiempo sólo con coger el Topo en Amara dirección a Hendaya?

- ¡¡¡!!! ¿Y eso lo llegaron a saber Phileas Fog, Verne y H.G. Welles?

- Sin saberlo no habrían podido escribir y .

- De acuerdo pero explícame lo del Topo convertido, precisamente, en una máquina del tiempo.

- Sitúate cuando los relojes de sol. Cada ciudad tenía uno. Cada barrio, el suyo. Todos, lógicamente, pendientes y dependientes de la situación del sol en el cielo. Pero desde la Tierra, desde los miles y miles de puntos distintos de este planeta, el sol nunca está en el mismo sitio. Por eso pudiera ser (no estamos hablando con precisión de milésimas ni siquiera de minutos, es sólo un juego pero un juego real) que si en esos tiempos hubiera existido el Topo y lo cogiéramos aquí a las cinco en punto según el reloj de sol que habría en la plaza Easo, llegaríamos a Hendaya a... ¡las cinco menos cuarto según el reloj de sol que habría en la iglesia hendayesa!

- Prodigioso pero ¡qué lío ferroriario! Ya sé que aún ahora siempre se toma el tren o el avión según 'el horario local' pero...

- Y que lo digas. En realidad, la unificación de horarios dependiendo de Greenwich se decidió precisamente por cuestión de los ferrocarriles y los telégrafos.

- A las tres han sido las dos. Eso es así desde 1973, ¿verdad? Desde la primera crisis del petróleo.

- Sí pero no. Ese adelantamiento de una hora en otoño y otra de retraso en primavera ya se utilizó durante la I Guerra Mundial.

- ¿Motivos de estrategia militar?

- No. También energéticos. Para que se pudiera trabajar en las fábricas sin tanto gasto de luz artificial. Lo que si fue un asunto de alto secreto de estado fue la invención del reloj que pudiera ser transportado.

- No parece algo muy difícil.

- Pues lo era en los tiempos de los grandes relojes de pared, de los de pesas. El Imperio Británico pagó el equivalente a dos Ronaldo al relojero que ideó un reloj que pudiera llevarse al campo de batalla y mostrase la hora exacta convenida para lanzar el ataque.

- ¿Dos Ronaldo, 192 millones euros?

- Más o menos. El tiempo es oro, ya lo sabes.

- ¿Sabré la hora con más exactitud mirando a las estrellas o comprobando mi reloj de pulsera?

- Acaso las estrellas sean exactas pero tu mirada sobre ellas, no. En cuanto a tu reloj... hasta la maquinaría más perfecta acumulará una variación de 16 segundos a lo largo del año... El tiempo es relativo.

- ¿Es verdad que hay relojes que se paran a la hora en que muere quien les daba cuerda?

- Absolutamente. Y cuando consigues ponerles en marcha de nuevo, sientes un escalofrío. Palabra.

- Las imitaciones 'pasarán' mucho de que se les muera el dueño.

- La gente piensa que con imitar la correa y la esfera ya vale, pero en realidad, el lujo de los buenos relojes está en su maquinaria.

- ¿Por qué todos los relojes de un catálogo marcan las diez y diez?

- Fíjate bien: a esa hora es cuando mejor se ven su marca y su logo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios