El PNV ofrece llegar a un acuerdo sobre terrorismo que supere los pactos anteriores

DV. Ya lo ha dicho en varias ocasiones, y ayer volvió a insistir en ello. Iñigo Urkullu propone una revisión de todos los pactos en materia antiterrorista suscritos desde el de Ajuria Enea y el inicio de «una reflexión conjunta y discreta» para alcanzar, «desde la responsabilidad política», un nuevo compromiso común por la paz y por la libertad, y por la «convivencia política», que respete «todos los derechos para todas las personas».

El ofrecimiento del presidente del EBB del PNV al resto de formaciones políticas casi se camufla, esta vez, en el extenso artículo que ayer publicó en su prolífico blog, en defensa de la presencia de su formación en la multitudinaria manifestación del sábado en San Sebastián. En él, Urkullu muestra su «disposición absoluta» para abrir un nuevo ciclo de reflexión que siente las bases de un acuerdo conjunto en torno al terrorismo, y a la normalización y convivencia políticas. Un pacto que permita, por fin, «jubilar la noria» en la que gira incesantemente Euskadi.

El líder jeltzale considera desvirtuados anteriores acuerdos como el de Ajuria Enea, «tan loado a conveniencia», o el Pacto Antiterrorista que dio lugar a la Ley de Partidos. Asegura que las actitudes y declaraciones, por ejemplo, del juez Baltasar Garzón o del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando afirmó que la izquierda abertzale no podría participar en política ni aunque condenara la violencia, se alejan del «espíritu» y del «fondo» de aquellos pactos.

Urkullu llama a la responsabilidad de los políticos que, aún a riesgo de «incomodidades», deben poner en marcha proyectos «basados en principios y con un desarrollo honesto». Desde esta premisa, el presidente del PNV explica su adhesión a la marcha de denuncia por la detención de miembros de la izquierda abertzale, acusados de intentar reorganizar la dirección de Batasuna. «Acudimos en defensa de derechos básicos e imprescindibles en un sistema democrático como son los de libertad de expresión y reunión», recalca en el artículo titulado 'Hoy volveríamos a acudir a la manifestación'.

Urkullu se hace eco de la repercusión mediática que ha tenido el apoyo de su partido a la protesta y, por encima de todo, deja claro que la decisión fue suya y que no se arrepiente de ella. «Si tuviéramos una bola de cristal y hubiéramos conocido de antemano» las reacciones que iban a sucederse, dice el líder jeltzale, su actitud hubiese sido la misma.

Critica los titulares «pensados» antes de conocer los argumentos esgrimidos por su partido y, tras realizar una extensa enumeración de ellos, afirma, no obstante, que no le sorprenden.

Críticas

Como tampoco le extrañan, asegura, las palabras de los dirigentes políticos del PSE y PP rechazando su decisión, sin atender -dice- a sus argumentos ni ceñirse al lema de los convocantes 'Por la libertad. Todos los derechos para todas las personas'.

Urkullu rechaza especialmente las declaraciones del lehendakari Patxi López, que calificó su decisión de «inaceptable», y le reprocha que reaparezca en la escena pública en este momento cuando ha estado «desaparecido esta semana en temas tan básicos para la sociedad como el Concierto Económico, la devolución de los 456 millones que adeuda el Gobierno, la transferencia de las políticas activas de empleo o la defensa de los atuneros vascos en el Índico».

La reacción del jefe del Ejecutivo vasco y del ministro del Interior, que acusó al PNV de «defender en la calle una estrategia político-militar diseñada por ETA», es incluso para Urkullu buscada a propósito. En su opinión, los socialistas querían que los jeltzales acudieran a la marcha para «hacer y decir» lo que se ha publicado, pero confió en que «la marea de declaraciones y descontextualizaciones pase cuanto antes».

El presidente jeltzale también se refiere a los gritos en contra que sus compañeros de partido escucharon durante la movilización, y asegura que a algunos «les molestó» su presencia porque «quizás tenían otros objetivos distintos al lema de la marcha».