Sentido homenaje a Mikel Mindegia

DV. La localidad de Zubieta, en Malerreka, rindió ayer un sencillo pero cálido homenaje a su vecino, el aizkolari Mikel Mindegia. No quisieron perderse la fiesta los mejores aizkolaris y harrijasotzailes del momento, así que desde las 11 de la mañana y hasta las dos y media de la tarde, las hachas no pararon de sonar contra la madera.

La jornada comenzó a las 10.30 horas con una misa. A la salida esperaban los joaldunak, que hicieron un arco de honor al homenajeado al que acompañaba su mujer, Jexuxa Mutuberria. Con el sonido de los joares y de los txistus se acercaron hasta la plaza, que para esa hora ya estaba repleta de troncos dispuestos para el corte.

Medio centenar de aizkolaris entre los que no faltaban Donato Larretxea, Floren Nazabal, Ángel Arrospide, Olasagasti, Juan José López, Luis Txapartegi, Daniel Vicente, Unai Otaño, Antonio Senosiain, Patxi Mindegia o Arria V hicieron disfrutar a los aficionados. También los más jóvenes o los veteranos, como Julian Larrea, que cortó los troncos a sus 80 años de edad; y la única mujer, Maika Ariztegi. Entre los levantadores de piedra, los Perurena, padre e hijo, Saralegi, Izeta I, II y IV, Josetxo Urrutia, Aimar Irigoien...

Al aire

Mikel Mindegia decía ayer sentirse un poco «al aire», con todo lo que estaba pasando. «Pero lo cierto es que han venido grandes amigos. Aunque seamos contrarios en las plazas, fuera de ahí hay un respeto». Ve con futuro la aizkora, «aunque hay muchos en la competición, pocos destacan». Preguntado sobre si se ve con la aizkora como Larrea, con 80 años, afirmó que «las condiciones físicas suyas son excepcionales. Con 67 años fue campeón de tronza y va a cortar una kana dentro de poco...». Nacido en Ezkurra, pero desde hace unos 40 años vecino de Zubieta, él también salió a cortar. Y junto a él, Donato Larretxea, quien recalcó que «fuera de la competición, la amistad que nos une está ahí». Ambos se preparan para el desafío que les enfrentará el 8 de noviembre en Tolosa. Al finalizar el espectáculo el pueblo de Zubieta entregó a Mindegia una placa en recuerdo del día de ayer y a la entrega de regalos se unieron amigos y familiares. No faltó un aurresku de honor para uno de los grandes de la aizkora de todos los tiempos. Una comida popular puso fin a los actos.