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Iñaki Galdos en una bici-taxi turística con publicidad de su formación, Hamaikabat, por las calles de San Sebastián. /JOSE MARI LÓPEZ
«Euskadi necesita amplios acuerdos entre diferentes, pero el PSE no cree en ellos»
IÑAKI GALDOS DIRIGENTE DE HAMAIKABAT (H1!)

«Euskadi necesita amplios acuerdos entre diferentes, pero el PSE no cree en ellos»

Galdos dice que «el drama de los socialistas» es que han intentado establecer «tres ideas falsas» pero «no han calado en la sociedad»

JORGE SAINZ

Sábado, 15 de agosto 2009, 12:14

El nuevo curso político verá los primeros pasos de Hamaikabat (H1!), el partido impulsado por Iñaki Galdos tras su salida de EA. A la espera de que H1! celebre su congreso y nombre a sus dirigentes, Galdos expone lo que serán las líneas de actuación de una fuerza que pretende «innovar» en la política vasca.

-¿Cómo van los primeros pasos de Hamaikabat dos meses después de su nacimiento?

-En estos momentos hay un comité promotor de nueve personas, de los cuatro lurraldes de Hegoalde, que están trabajando en cimentar lo que va a ser el nuevo partido, cuyo congreso fundacional se celebrará a finales de noviembre en una ciudad por determinar. El nivel de adhesión que estamos recogiendo es muy importante.

-¿Qué porcentaje de militancia de EA calcula que tiene Hamaikabat en Gipuzkoa?

-La gran mayoría de lo que era EA en Gipuzkoa está con nosotros. Y quien diga lo contrario, tratando de trasladar cifras que no se corresponden con la realidad, está perdiendo el tiempo en balde. Pero no queremos entrar en una guerra absurda de cifras y adhesiones. Será el tiempo el que deje las cosas en su sitio.

-¿Cómo marcha la captación de adhesiones en el resto de territorios?

-También muy bien. Me hizo gracia cuando se dijo que en Hamaikabat no había cargos de otros territorios y en la comisión promotora están dos de los alcaldes más prestigiosos de Álava y Navarra. A ellos se están sumando cargos públicos de todos los lurraldes.

-¿Va a ser Iñaki Galdos el presidente de Hamaikabat?

-No estamos en esa clave. Hay un comité promotor que está trabajando en la constitución del partido y el tiempo dirá quiénes van a a ser las referencias públicas. Pero no va a haber un único líder, sino que va a ser un partido con muchas voces.

-¿Pero a usted le gustaría?

-Insisto en que no estamos en esa clave.

-¿Qué propone este nuevo partido?

-Hamaikabat es un nuevo partido pero tiene cierto bagaje histórico porque tenemos una trayectoria dentro de EA y del nacionalismo reconocida por gran parte de la sociedad. Nacimos fruto de tres constataciones.

-¿Cuáles?

-La primera, la necesidad de poner en marcha nuevas maneras de hacer política. Un nuevo impulso que consiste en aceptar que hay nuevos agentes y temas que están entrando en la agenda y los partidos clásicos no han sabido atender estas nuevas necesidades. La segunda constatación es la necesidad de un revulsivo en el seno del nacionalismo histórico e institucional. Últimamente ha existido una preocupante pérdida de liderazgo social, político e institucional. El nacionalismo del siglo XXI debe repensar cómo abordar esa nueva agenda de temas y actores. Abogamos por un nacionalismo realista, gradualista y muy conectado con la sociedad. Nos gusta el concepto acuñado por Artur Mas (CiU) de por una 'Casa Gran del Catalanismo'. Una construcción nacional horizontal que trate de abarcar a cada vez más agentes de la sociedad. Y la tercera constatación es la necesidad de establecer nuevos modelos de gestión en busca de la justicia social.

-¿Dónde se sitúa Hamaikabat respecto al soberanismo o el derecho a decidir?

-Como dice Ulises Moulines en su manifiesto nacionalista, estas cuestiones no debían tener discusión alguna desde el punto de vista democrático. La capacidad de decidir es un derecho que se le debe a la sociedad vasca. Pocas dudas nos caben. Pero a su vez estimamos que debemos saber acompasar la reivindicación de estos derechos a lo que son las aspiraciones en el día a día de la ciudadanía vasca. En los últimos años el nacionalismo se ha centrado tal vez excesivamente en cuestiones reivindicativas, y ha dado la impresión de que estaba dejando más de lado otras cuestiones que en esa coyuntura preocupaban más a la ciudadanía.

-¿Cómo se sitúa H1! ante el polo soberanista en el que parece que trabaja Batasuna?

-En el seno del nacionalismo existen dos opciones estratégicas que se contraponen entre ellas. Por una parte, la opción del nacionalismo histórico institucional, que siempre ha abogado por construir la nación vasca desde las instituciones y la centralidad, el realismo y el gradualismo. Es la opción válida en estos momentos. Por otra, la opción del autodenominado polo soberanista cuyo objetivo consiste en sustituir al otro polo del nacionalismo. Es difícil hallar un punto de encuentro entre ambas estrategias.

-¿Final dialogado de ETA o vía estrictamente policial, como defienden ahora los socialistas?

-Yo fui una de las personas que desde el nacionalismo, hace ya algunos años, reconocía que había existido un tabú en el nacionalismo a la hora de valorar también la necesidad de un esfuerzo policial para acabar con el terrorismo. Por tanto no voy a ser yo quien niegue la necesidad de la vía policial. Pero es preocupante la descalificación del diálogo como instrumento por parte de los socialistas.

-¿Qué le parecieron las declaraciones del ministro Rubalcaba de que aunque Batasuna condene la violencia no será legalizada?

-Me parecen preocupantes. El Partido Socialista nos tiene acostumbrados a tratar de marcar la agenda y decirnos qué es bueno o malo. A la espera de que dentro de un tiempo nos sorprendan con otro proceso en otro monasterio guipuzcoano o en un caserío de Elgoibar, creo necesario que el Partido Socialista tenga más prudencia al hablar de estas cuestiones.

-¿Cree que Batasuna prepara una farsa?

-En estas cuestiones no podemos estar al albur ni de los cálculos políticos del partido de turno, ni del estado de ánimo de un ministro del Interior concreto, ni de los impulsos políticos que reciba el Poder Judicial. Coincido con el filósofo Daniel Innerarity cuando reclama que los requerimientos de verificación del rechazo a la violencia, si se produce ese rechazo, estén previamente establecidos, consensuados y pactados por los partidos, para evitar que dependa de cálculos políticos.

-¿Si Otegi sale mañana con una declaración como la de Anoeta en favor de las vías políticas, aunque sin condenar la violencia, le creería?

-Tras Lizarra-Garazi y la declaración de Anoeta en 2004, poco se puede esperar de declaraciones que no han dejado de ser coyunturales. Espero que sea un desmarque sincero de la violencia. Y que las voces de la izquierda abertzale que en privado reconocen lo que reconocen, emerjan de manera valiente y definitiva. Espero que ese desmarque se produzca en breve.

-¿Cuando afirma que espera que el desmarque se produzca en breve, lo dice porque tiene alguna información de que algo se puede mover?

-Me baso en intuiciones más que en otras cosas. Pero parece evidente que la izquierda abertzale tiene un problema importante que debe resolver en breve.

-¿Se puede tener esperanza ante un final de la violencia?

-Hay personalidades políticas que tratan de poner fecha a todo. Al principio de la legislatura el propio presidente del PSE puso fecha de caducidad a ETA y al parecer ahora piensa en otra cosa. No hay que frivolizar con fechas, sino trabajar entre todos.

-El Gobierno Vasco de Patxi López cumple cien días. ¿Qué balance podemos hacer?

-Como buenos seguidores de la teoría de los marcos de Georges Lakoff, los socialistas han pretendido en estos cien días establecer tres marcos en la sociedad vasca y española con la pretensión de que la ciudadanía las acepte de manera acrítica. Primero, la idea de que ha existido un vuelco sociológico electoral en la Comunidad Autónoma Vasca, lo cual es falso. También han intentado hacer creer que en cuestiones como las víctimas, las libertades, el bilingüismo o la gestión de los medios públicos comienza una labor catártica porque los demás no habían hecho nada. Es inaceptable y también es falso. Y en tercer lugar tratan de establecer la visión de que tienen una idea de cambio en beneficio del bienestar de los ciudadanos. También es falso. El gran drama del PSE es que estas tres ideas falsas no han calado en la sociedad vasca. Carece de programa y se dedica a una efervescencia propagandística que raya lo pornográfico.

-¿La oferta de estabilidad institucional del PNV es un intento de acercarse al PSE?

-Hamaikabat ya valoró esa oferta y nos reunimos y trasladamos al PNV nuestra disposición a hacer una lectura abierta. Está fuera de toda duda que en nuestro país son necesarios los acuerdos entre diferentes, cuestión en la que el PSE ha demostrado que no cree, aunque en los previos a las elecciones del 1 de marzo trató de convencernos. Y máxime en época de crisis económica, son necesarios los acuerdos amplios entre diferentes en el seno de la sociedad. El PSE se ha tenido que tragar todos sus mensajes de transversalidad para buscar el apoyo del PP, con el que luego se están echando los trastos en Madrid.

-¿Hamaikabat intentará ir en coalición con el PNV a las próximas elecciones?

-En nuestra agenda no está esa cuestión. Todo el mundo sabe lo que propugnábamos en EA.

-¿Qué objetivo se marca su partido para estos comicios?

-Insisto en que no estamos pensando en clave electoral sino en cimentar un proyecto novedoso e innovador que en breve comenzaremos a explicar. El tiempo dirá cuáles son las formas electorales.

jordisainz

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