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En el lado del mar la pista se prolongará sólo 50 metros, sin necesidad de ocupar una franja de mar. Se aprovechará la zona verde y se rellenará la superficie de la escollera ahora existente en el extremo final. /FLOREN PORTU
La pista del aeropuerto de Hondarribia se alargará 150 metros hacia Mendelu y 50 hacia el mar
acuerdo entre gobierno vasco y central

La pista del aeropuerto de Hondarribia se alargará 150 metros hacia Mendelu y 50 hacia el mar

La consejería de Transportes y el Ministerio de Fomento han consensuado una solución que garantiza la operatividad actua

FERNANDO SEGURA

Miércoles, 15 de julio 2009, 17:01

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El culebrón sobre el aeropuerto de Hondarribia está a punto de terminar con un final feliz. Eso sí, han hecho falta nada menos que ocho años para encontrar encaje a unas franjas de seguridad exigidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

El Ministerio de Fomento y el Gobierno Vasco han acordado una solución que garantizará que en Hondarribia sigan operando los mismos modelos de aviones que lo hacen ahora. La cuadratura del círculo, en expresión de una de las partes negociadoras, se ha resuelto con esta fórmula: la pista se prolongará 150 metros hacia Mendelu y 50 en el otro extremo, hacia el mar.

Estos 200 nuevos metros más otros 100 que se ocuparán de la pista actual, sumarán los 300 necesarios para instalar las zonas de seguridad requeridas por la OACI.

Esta alternativa ha sido consensuada entre la consejería de Transportes y Fomento en conversaciones mantenidas en los últimos días. La solución será presentada hoy en una reunión en el Ministerio a la que acudirán el consejero de Transportes, Iñaki Arriola; la diputada foral de Movilidad, Arantxa Tapia; el alcalde de Irun, José Antonio Santano, y el de Hondarribia, Aitor Kerejeta.

Regata

Esta propuesta no está exenta de problemas. La prolongación hacia el barrio de Mendelu (Hondarribia) obliga a cruzar una regata de alto valor ecológico y que forma parte del humedal de Txingudi. La obra, por tanto, requerirá de los correspondientes informes de impacto medioambiental.

Otro problema que quizá se plantee provendrá de los vecinos de Mendelu. Esta alternativa no supondrá derribar el barrio, como ocurría con propuestas anteriores (prolongar 300 metros hacia el barrio), pero colocará la pista a la puerta de casa.

En el lado positivo de la balanza hay que situar que se desactiva el problema generado a Irun en anteriores diseños. La prolongación en 300 metros hacia Mendelu conllevaría la modificación del planeamiento de construcción de viviendas, como en San Miguel-Anaka, una de las principales operaciones urbanas de la localidad. La altura de los edificios interferiría en las maniobras de los aviones con destino o salida en Hondarribia.

En el otro extremo, hacia Hendaya, la ampliación parece que no acarreará pegas. Entre las alternativas que en su día barajó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), se planteó prolongar la pista sobre el mar, mediante pilares. Esta opción podría conllevar problemas jurídicos con Francia y críticas de los movimientos ecologistas.

La alternativa diseñada por el Gobierno Vasco evita tocar el agua. Los cincuenta metros se ganarán ocupando el espacio verde y la escollera situadas al final de la pista.

Además, será necesario sumar otros 100 metros hasta alcanzar los 300 exigidos. Estos se habilitarán sobre la pista actual.

Esta reducción en 100 metros, según las fuentes consultadas, no restará operatividad al aeropuerto. Es decir, podrán seguir aterrizando y despegando el mismo tipo de aviones que ahora. No se ganará en capacidad operativa, pero tampoco se perderá, riesgo al que se enfrentó el aeropuerto cuando las instituciones vascas solicitaron en 2002 a Fomento (Gobierno del PP) que diera marcha atrás a su proyecto de prolongar la pista.

El PSOE, tras su llegada al poder en 2004, paralizó la ampliación, tal y como se había solicitado desde Euskadi. Ante la obligación derivada de la normativa internacional de instalar la franjas de seguridad, el Gobierno socialista propuso colocarlas sobre la pista existente, única opción posible una vez descartada la ampliación.

Esta reducción hubiera afectado severamente a la operatividad del aeropuerto. Probablemente, la actividad se hubiera reducido a aeronaves turbohélices, de menor capacidad y radio de vuelo que los turborreactores.

Ante este riesgo, PSE, PNVy PP presentaron en el Congreso una propuesta para que se volviera a abrir la puerta a la ampliación y así mantener en Hondarribia el tipo de oferta actual de vuelos. La iniciativa salió adelante y fruto de ella es la alternativa que se presentará hoy.

Hondarribia, por tanto, seguirá ofreciendo los actuales servicios a Madrid y Barcelona con turbohélices y turborreactores de tamaño medio. La pista que resulte de la ampliación señalada seguirá sin ser apta para aviones de gran tamaño, hecho que dificultará la llegada de compañías de bajo coste, algo muy reclamado por los guipuzcoanos. Estas aerolíneas utilizan aeronaves de gran capacidad. Las low cost podrían operar en Hondarribia pero, dada la limitación de la pista, sin completar el pasaje, lastrando la facturación de la compañía.

En la reunión de hoy, las instituciones vascas plantearán al Ministerio de Fomento que la obra de ampliación de la pista se realice al mismo tiempo que la instalación de las zonas de seguridad. De no ser así, habría que habilitarlas temporalmente sobre el metraje actual, reduciendo la operatividad del aeropuerto hasta la fecha en que instalen las franjas.

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