Entretener

Esta práctica (táctica?) de Zapatero que consiste en subir al estrado y lanzar cada vez una docena de medidas anticrisis es un tormento para los que luego debemos resumirlas en 25 líneas. No dan ni para enumerarlas y por eso le tomo prestado el resumen a Durán i Lleida: «En la tómbola de Zapatero siempre toca, si no es un pito, una pelota». El debate era sobre el estado de la nación, pero el presidente cedió a la oposición la ingrata tarea de describir tal estado, mientras se lanzaba a una operación de rejuvenecimiento de su programa electoral. Centrándonos en lo más llamativo, anunciar la eliminación de la desgravación a la vivienda dos años antes de producirse, pretende reanimar a la demanda, pero no la creará. Además, tiene el peligro de que, la realmente existente, pueda sentir la tentación de esperar hasta última hora, mientras se deleita con la bajada de los precios.

Las ayudas al automóvil, sí estimularán a la demanda, porque abaratan los precios, pero Zapatero quiere pagarlas a «escote» y habrá que esperar a la reacción del resto de los paganos. Luego, las rebajas del impuesto sobre sociedades para pymes y autónomos están bien, pero son muy discriminatorias. No solo por el tamaño del receptor, sino por su situación. ¿Hay que apoyar solo a quien está bien y no destruye empleo; o se lo merecen más quienes atraviesan tantas dificultades que deben recortarlo? Difícil dilema.

Desde que estalló la crisis, Zapatero ha anunciado y puesto en práctica más de cien medidas diferentes, hasta ahora con escaso impacto positivo. ¿Serán éstas las definitivas? No lo creo. Serán como las anteriores. Es decir, servirán para aliviar, pero carecen de la entidad suficiente como para sanar. No recuerdo quien opinó que «la medicina es el arte de entretener al enfermo mientras la naturaleza le cura». Pues Zapatero debe pensar que «gobernar es el arte de entretener al ciudadano, mientras la crisis se resuelve con su esfuerzo», (con el del ciudadano, claro está).