Borrar
Manuel de Irujo, José Antonio Aguirre y el sacerdote Alberto Onaindía, junto a una persona sin identificar. /EFE
POLÍTICA

Una historia de espías vascos

Nacionalistas vascos recopilaron información para los aliados y la CIA desde 1937 hasta finales de los sesenta

PPLL

Sábado, 2 de mayo 2009, 04:22

La CIA tuvo a nacionalistas vascos como informantes hasta finales de los años sesenta, según el profesor de la Universidad Complutense Rafael Moreno Izquierdo, que ha escrito una historia sobre el servicio de espionaje del Gobierno Vasco desde la Guerra Civil hasta el comienzo de la guerra fría. «Sin embargo, todo esto apunta a agentes aislados y no mediante un acuerdo como defendió el lehendakari Jose Antonio Aguirre durante esos años», sostiene Rafael Moreno Izquierdo.

El autor del libro (Visor Distribuciones), primera parte de su estudio y escrito junto al historiador Juan Carlos Jiménez de Aberásturi, señala a Jesús Galíndez, un nacionalista vasco que fue asesinado en 1956 en extrañas circunstancias en Nueva York, como ejemplo de esta colaboración.

«También tenemos datos de que la CIA utilizó informantes nacionalistas en los países comunistas durante la época más dura de la guerra fría», agrega el autor, que ha consultado fondos inéditos en más de treinta archivos y centros de documentación de diversos países.

El Servicio Vasco de Información (SVI) fue creado en 1937 por José Antonio Aguirre, el entonces lehendakari, con hombres fieles políticamente pero poco entrenados en las labores de espionaje. Según el coautor del libro, el SVI dependía del Gobierno de Euskadi pero en la práctica fue un instrumento del Partido Nacionalista Vasco y, durante la Guerra Civil, no fue inmune a las diferencias políticas que Aguirre mantenía con el Gobierno republicano.

Base en Bayona

Con la derrota de la República, «los Servicios», como se les conocía, establecieron su base de operaciones en la localidad francesa de Bayona y ampliaron sus operaciones en Francia colaborando con el espionaje francés.

Pero será con la segunda guerra mundial cuando el lehendakari Aguirre ponga a su organización al servicio de los aliados para lograr el apoyo de las democracias que combatían a Hitler y Mussolini y que, pensaba, también derrocarían a Franco. De este modo, también consiguió que le costearan el SVI e, indirectamente, la estructura del Gobierno Vasco en el exilio.

Sin embargo, explica Rafael Moreno en declaraciones a , el SVI sufrió uno de sus mayores reveses con la ocupación alemana de Francia, al caer en manos de la Gestapo los archivos de la delegación vasca en París. «Encontraron un cuaderno con la descripción exacta del 'servicio interior' que pasaron a la Policía franquista, lo que ocasionó la detención de 28 personas en España y la condena a muerte, en 1942, del máximo responsable de la red, Luis Álava.

De los países aliados, fue Estados Unidos el que más apoyó al SVI, ya que el FBI los contrató para recabar información y llevar a cabo operaciones en América Latina, mientras que la OSS (la agencia de espionaje que precedió a la CIA) los empleó en España y Francia. «En los archivos de EE UU hemos encontrado decenas de cajas con informes confeccionados por los nacionalistas vascos sobre datos militares de indudable valor en el caso de que se hubiera autorizado una invasión militar de España», dice el autor.

También la lucha contra los agentes pro nazi en los países latinoamericanos fue otro de sus principales objetivos, sobre todo en Argentina, Colombia y Venezuela por contar con una colonia vasca más numerosa.

Por ello, resume Moreno Izquierdo, «los nacionalistas vascos fueron claves para detectar espías y colaboradores en los buques españoles que cruzaban el Atlántico con materiales estratégicos para la Alemania nazi como diamantes o platino, un tráfico que se hacía a través de la valija diplomática española».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Una historia de espías vascos

Una historia de espías vascos