«Falta la gran novela de San Sebastián»
Barcelonés de nacimiento y donostiarra de adopción, el ex árbitro de baloncesto debuta en la literatura con 'El anticuario', una novela de intriga histórica
ALBERTO MOYANO
Sábado, 28 de marzo 2009, 03:16
Después de tres lustros en el cajón, la novela (Editorial Roca) se presentará el próximo martes en San Sebastián de la mano de su autor, el ex árbitro de la ACB Julián Sánchez (Barcelona, 1966), el alcalde donostiarra, Odón Elorza; el periodista Mitxel Ezquiaga, el ya ex presidente del Bruesa Miguel Santos, y la responsable de la editorial, Blanca Rosa Roca. La novela, que transcurre a caballo entre Barcelona y la capital guipuzcoana, narra una trama detectivesca en torno a un misterioso manuscrito desaparecido tras la comisión de un crimen.
- Dice en la nota inicial que «algunos de los acontecimientos narrados en esta novela son reales». ¿Un truco para atrapar al lector?
- Evidentemente, tiene parte de truco, pero algo de lo que se cuenta puede tener una conexión con la realidad. La gracia está en que habrá lectores que se puedan ver incitados a averiguar que parte es real y cuál no. Tendrán que investigar. En la parte final recomienda en qué archivos se puede encontrar documentación. Pero sí, es una licencia literaria poner eso ahí y está hecho a conciencia.
- Escribió El anticuario en 1995, antes de la oleada de novelas con manuscrito oculto. ¿Cómo ha vivido el auge de este fenómeno?
- Me daba envidia y me causaba cierta ilusión, pero fundamentalmente, tenía un sentimiento de frustración. Ya antes había escrito una novela de literatura fantástica y posteriormente he escrito otras ocho de distintos géneros. En aquella época pensaba que era posible que se publicaran porque veía que lo que estaba escribiendo guardaba una calidad media. Moví el manuscrito por varias editoriales -Ediciones B, Plaza y Janés, Anagrama, Tusquets...- y la respuesta fue siempre que no. Lo curioso es que Blanca Rosa Roca trabajaba en Ediciones B y cuando se me ocurre contactar con Roca Editorial, descubro que ella y su socia leen todos los manuscritos.
- ¿Y cómo recibió la nocticia de que aceptaba su publicación?
- Es todo increíble. Estaba en mi casa un 8 de diciembre de 2007, suena el móvil y ni lo miré. Al cabo de una hora, veo un mensaje: «Señor Sánchez: Soy Blanca Rosa Roca, de Roca Editorial. Estoy muy interesada en su manuscrito. Telefoneéme a este número». Hasta me lo sé de memoria. Entré en un estado de levitación y no sabía si llamarla. Entonces, llamó ella desde Guadalajara (México). Estaba muy preocupada de que otra editorial se lo pudiera quitar.
- ¿Es un escritor veloz?
- la escribí en el transcurso de un año o así. Funciono ahora como entonces. En 1995, me dedicaba al arbitraje en la ACB. Tenía más tiempo libre y estaba ahí, centrado, pero es a ratos. Como se trata de pura ficción, escribo hora y media o dos horas cada noche. En estos años ocho novelas.
- Muy prolífico.
- Cuando Blanca Rosa me confirmó que me lo compraba, me envió el contrato, lo toqué, firmé y devolví, tenía la idea de escribir otra novela basada en un personaje muy extraño. Escribí 300 páginas en tres meses. Reaccioné con una explosión de creatividad. Inmediatamente después, empecé otra, con el mismo protagonista, que la voy a acabar el martes, día de la presentación de .
- ¿Y qué tal perspectiva de publicación tiene?
- Es un enigma para el que no tengo respuesta. Independientemente de que venda más o menos, se ha cumplido un sueño de mi vida, que es ver publicada una de mis novelas. Quisiera que sirviera de palanca para que se publicaran las siguientes porque me gusta , pero es que las más recientes son mejores.
- Se define como lector «ecléctico, apasionado y compulsivo».
- Leo de todo y me gusta casi todo. Las influencias se cuentan por millones y no sólo de la literatura, sino incluso del mundo del tebeo y de la canción. Empecé con Mortadelo, Zipi y Zape, y Rompetechos. Descubres que Ibáñez no es cualquier cosa. Luego, tebeos clásicos y más tarde, se mezclan las Joyas Literarias con los primeros libros. En mi casa había libros por todas partes y Barcelona no era una ciudad amable para los niños en aquellos tiempos. Ibas del colegio a casa y de casa al colegio. Mis hermanos me llevaban varios años. ¿Qué había en casa? Libros a mansalva. Por eso, desde muy pequeño leí de todo.
- ¿Se reconoce como best-seller?
- Los best-sellers no son buenos libros desde una perspectiva literaria. Hay de todo. es un buen libro: es excelente; y es directamente una basura. Podría ser un libro que se vendiera, pero eso ya no está en las manos de uno. El libro está creado para entretener al lector. Ése es su objetivo porque yo creo en la literatura como entretenimiento. No me planteo ni que el lector aprenda algo ni nada de eso porque queda fuera de mi alcance. Sólo quiero que se entretenga.
- En este caso, un manuscrito misterioso provoca un asesinato. ¿Tan turbio es el mundo bibliófilo?
- Creo que no. Son licencias literarias. El mundo de los libros genera mucho atractivo para los bibliófilos. En la novela, hay un momento en el que dos anticuarios citan varias joyas que existen en realidad. Conozco ese mundo indirectamente, no en persona.
- ¿Y quién es ese Enrique Alonso que protagoniza la novela?
- No soy yo. Si la pregunta va por ahí, no soy yo. Vine a vivir a San Sebastián a finales de 1993. La ciudad me encanta.
- Bueno, su protagonista cae víctima de una especie de síndrome de Stendhal ante La Concha.
- Sí, sí, sí y es lógico. Los donostiarras de origen valoráis poco lo que tenéis. Hay mucho más que La Concha. Todo el paseo del Urumea, Ulía, Urgull... Si esto estuviese en mitad de Nueva York sería el Central Park.
- ¿Y qué tal se comporta San Sebastián como escenario literario?
- Es mucho más literaria de lo que parece y además, falta la gran novela de San Sebastián. No hay una gran novela histórica de la que puedas decir que marca una época. Y da margen para mucho. Hay un pequeño proyecto familiar para hacer una novela, ya no de intriga, sino vivencial, al estilo de Almudena Grandes.
- Y la escribiría usted.
- Sí, es posible. Tengo datos como para poder hacerlo. Lo que pasa es que es un género radicalmente distinto a lo que estoy haciendo ahora mismo. La historia es prácticamente real. Es un pequeño reto familiar. Antes, habrá que ver qué pasa con nuestro .
- El ritmo es cinematográfico. ¿Le gustaría verla en pantalla grande?
- Ésa es la herencia de los tebeos. Tengo un amigo íntimo de la infancia que está en el mundo del cine que me dijo: «Vamos a usar tu novela». Soy consciente de que se podría adaptar al cine, que su ritmo es muy visual y que económicamente sería factible.
- ¿Qué sería lo mejor que le podría pasar a El anticuario ?
- Que tuviera una acogida mediana que animara a otros editores a confiar en el resto de las novelas que tengo en el cajón. ¡Hombre! Una vez al año hay una novela que vende un millón de ejemplares pero soy realista y sé que no va a ocurrir.
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