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Màrius Rubiralta
UNIVERSIDAD, EL PROCESO DE BOLONIA

Bolonia 'revoluciona' la universidad

La transformación del sistema universitario a un modelo común europeo ha generado protestas entre los alumnos. Tres profesionales de la educación hablan del cambio

ARANTXA ALDAZ

Domingo, 14 de diciembre 2008, 04:15

DV. La universidad está a las puertas de un cambio radical. El conocido como proceso de Bolonia, al que se comprometieron 29 países europeos en 1999, el sistema académico actual, que deberá adaptar antes de 2010 sus titulaciones a un modelo común para toda Europa. Pero la agitación ha trascendido del papel. Una parte de los alumnos se opone al plan ante el temor de que las universidades se «mercantilicen» y acaben ofreciendo las titulaciones que quieran las empresas. Tres profesionales de la educación hablan del cambio.

1 ¿Qué va a suponer en la práctica la convergencia europea?

2 ¿Por qué es necesario un marco común de las titulaciones?

3 La convergencia está a la vuelta de la esquina. ¿Están preparadas las universidades?

4 ¿Qué problemas van a encontrar las universidades en ese camino?

5 El proceso de Bolonia está suscitando muchas críticas. ¿A qué cree que se deben? ¿Teme que esas protestas se generalicen?

MÀRIUS RUBIRALTA

Secretario de Estado de Universidades

«Las protestas nos preocupan»

1 El Espacio de Educación Superior va a suponer una mayor implicación del alumno en su proceso de aprendizaje, más realismo en el contenido de las materias y aumentar la utilización de los distintos métodos de enseñanza-aprendizaje. Supone una armonización de todos los sistemas educativos de la UE. Es, en definitiva, una oportunidad para que la universidad sea más atractiva para los jóvenes españoles y los del resto del mundo y nuestros estudiantes mejoren su formación y con ello hacer frente con mayor solvencia a los desafíos propios de la sociedad actual.

2Porque unifica los requisitos para tener un primer título en toda la Unión Europea. Se acabará el trámite de la convalidación y se podrá ejercer en distintos países con la misma titulación. Esto facilita la movilidad geográfica. El plan se fundamenta en la autonomía institucional, la libertad académica, la igualdad de oportunidades y los principios democráticos. Sobre esta diversidad y estos valores, hemos propuesto medidas que favorezcan la compatibilidad y la comparabilidad de los títulos basadas en un acuerdo en la estructura de los estudios y un lenguaje común a todas las enseñanzas universitarias: los créditos ECTS. Todas estas medidas persiguen el objetivo de promocionar la movilidad, eliminando los obstáculos para el ejercicio efectivo de libres intercambios.

3La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior avanza a buen ritmo. Hasta la fecha se han adaptado 163 planes de estudio. Un total de 33 universidades, públicas y privadas, están impartiendo las nuevas enseñanzas de grado este curso. Además, el Consejo de Universidades ha tramitado cerca de 700 memorias de solicitud de títulos de grado y 60 memorias de solicitud de títulos de master, señal inequívoca de que el proceso se halla en pleno desarrollo y cercano a su final. Esto supone un estímulo adicional para seguir avanzando, con paso firme y decidido, hacia el año 2010. Una fecha en la que 46 países habremos hecho realidad el Espacio Europeo de Educación Superior al que nos comprometimos en 1999.

4Las universidades están completamente involucradas en el proceso de adaptación por lo que no debería darse el caso. Las universidades conocen perfectamente el calendario establecido. Se trata de una adaptación a la que nuestro país se ha comprometido, junto con el resto de los países que firmaron la declaración de Bolonia y me consta que todos los colectivos universitarios se están esforzando para cumplirlo en tiempo y forma.

5La percepción de los estudiantes sobre el Espacio Europeo de Educación Superior es mayoritariamente positiva. Las protestas están protagonizadas por grupos minoritarios y heterogéneos, cuyas reivindicaciones no siempre tienen que ver con el plan. Se está intentando imponer la voluntad de una minoría sobre una mayoría que respeta los órganos de participación democrática universitaria. Por supuesto, estas protestas nos preocupan y como Ministerio responsable de las universidades estamos reforzando los canales y la información. También hemos ofrecido todo nuestro apoyo a las universidades afectadas.

JAVIER NOGALES

CC OO Irakaskuntza

«Se han olvidado de los profesores y alumnos»

1Que los universitarios europeos lo sean realmente, es decir que se les reconozca su formación y sus competencias profesionales, a la par que se les motive y ayude para poder estudiar todo o parte de sus estudios universitarios en cualquier país de la UE. Además, si la crisis lo permite, la dimensión social del proceso tiene como objetivo permitir que más personas tengan fácil acceso a los estudios universitarios, independientemente de su origen.

2Para permitir uno de los ejes claves de la Unión: la libre movilidad de sus ciudadanos, pudiendo llevar consigo todo su bagaje educativo, profesional y cultural.

3Estamos en ello. A pesar de que casi todo se está construyendo con voluntarismo (como de costumbre en la Universidad de nuestro país) ya hay en marcha numerosos títulos en casi todas las universidades. Es justo reconocer que llevamos un grave retraso con respecto a los países que no llevan desde 1996 discutiendo sobre su ley marco del sistema universitario.

4Luchar contra el . El inmovilismo es el peor obstáculo. Ahora se hace imprescindible el trabajo cooperativo en lugar del corporativo. La financiación también será un problema: tanto en favorecer la movilidad como en becar a quienes lo necesiten, como en adecuar las infraestructuras universitarias al nuevo modelo. Construir la sociedad del conocimiento no es gratis.

5Los rectores de las universidades, en general, recibieron 60 millones de euros hace cuatro años para difundir los contenidos del proceso de Bolonia. Sería interesante saber qué han hecho con ese dinero. La falta de información es la causa fundamental del descontento. Por otra parte, el gobierno/los gobiernos se han despreocupado de los actores fundamentales del cambio: los estudiantes (aún sin estatuto y sin el soporte institucional que se estableció en la LOU) y el personal académico (también sin estatuto, sin plan de formación y sin carrera profesional a la vista). En cuanto a los docentes, el paso de las diplomaturas y licenciaturas actuales al sistema de grado de Bolonia debe ser una oportunidad para replantearse el nuevo perfil de los docentes, la tutorización de las prácticas del personal de nuevo acceso y una auténtica carrera profesional con un sistema de evaluación y de incentivación de la práctica docente en el aula.

JUAN IGNACIO PÉREZ

Rector en funciones de la UPV

«El verdadero obstáculo es cultural»

1La adopción de un sistema de enseñanza y aprendizaje en que el estudiante es verdadero protagonista, y no un pasivo receptor del magisterio. La estructura de títulos, de grado, de máster y de doctorado, será común en toda Europa, con algunas variaciones de magnitud menor. Además, fortalece la autonomía de las universidades a la hora de configurar sus propios títulos. La validez de éstos será inmediata en toda Europa. Son modificaciones profundamente beneficiosas para el estudiantado, para las universidades y para la sociedad europea.

2Porque avanzamos hacia una Europa unida, con gran movilidad de profesionales. Para ello es fundamental que las titulaciones se reconozcan en toda Europa, pues así se facilitará el desplazamiento de personas, -estudiantes y titulados-, y permitirá mejorar la colaboración entre instituciones universitarias.

3La Universidad del País Vasco desde luego sí lo está. Aunque por cuestiones internas hemos tenido que retrasar un tanto la configuración definitiva del mapa de titulaciones de grado, nuestra oferta de posgrados es ya plenamente europea y el crédito europeo está siendo implantado.

4Hay, sin duda, problemas técnicos, pero en mi opinión la verdadera resistencia, el verdadero obstáculo, es cultural. El Espacio Europeo de Educación Superior nos exige una disposición distinta, el abandono de viejas inercias y la adopción de una visión distinta de nuestra tarea, de nuestro personal proyecto universitario y de nuestra vocación intelectual.

5El alumnado universitario es un colectivo profundamente conservador: le tiene miedo al cambio. Pero el proceso de Bolonia es la reforma de mayor calado que está experimentando la universidad europea desde hace muchísimo tiempo, y es una reforma llena de ventajas, oportunidades y expectativas. Sólo hay que abrir la mente y obrar en consecuencia. aldaz

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