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Cadel Evans obtuvo una buena renta sobre sus rivales directos. /AFP
Evans asesta un golpe a Valverde, y Schumacher deja muda la carrera
CICLISMO | tour de francia 2008

Evans asesta un golpe a Valverde, y Schumacher deja muda la carrera

El australiano aventajó en 1:07 al primer líder del Tour y en 1:03 a Samuel Sánchez, el mejor Euskaltel, mientras Menchov se recupera. Pereiro a 1:01, Astarloza a 1:15 y Sastre a 1:16 cedieron un tiempo prudente.

BENITO URRABURU

Miércoles, 9 de julio 2008, 10:38

DV. En el Tour no gana uno para sustos. La contrarreloj de Cholet ha resultado un despropósito, al menos si se analizan las previsiones y se observan los resultados que se han dado. Alejandro Valverde no llegó con muy buena cara a la meta. Sus tiempos intermedios reflejaban cierta inconsistencia, una forma de rodar que no era la misma que mostró en el Dauphiné Liberé. No terminó de encontrarse a gusto en ningún momento del recorrido. Perder en 29,5 kilómetros 1:07 con respecto a Cadel Evans es un tiempo importante. Nada definitivo, por supuesto, pero además de ser algo real, psicológicamente si supone un golpe. Lo que demostró Valverde es ser un buen encajador ante el infortunio.

Ni su estado de forma, ni las últimas contrarrelojs que había realizado nos conducían a una situación como la que nos terminamos encontrando. Con decir que en los primeros once kilómetros había cedido ventiséis segundos es más que suficiente para saber de qué estamos hablando.

«Lo importante para mí era no perder mucho tiempo respecto a los otros favoritos», señaló Valverde. «Y lo he conseguido. Era una crono para especialistas».

Mirar los resultados de esa crono no resulta muy halagüeño para nuestro ciclismo. Iván Gutiérrez fue el mejor, a 50 segundos de Schumacher. Pereiro estuvo a su nivel, a 1:28 del ganador. Luego aparecen Samuel Sánchez, a 1:31, y Valverde, a 1:34, con Mikel Astarloza y Carlos Sastre, a 1:42 y 1:43, respectivamente. Todos, salvo Valverde, se movieron en sus registros habituales. Sastre es de los que ha perdido menos tiempo que en otras ocasiones. Mejor no mover mucho esa contrarreloj, por si acaso, porque ha supuesto una pequeña decepción.

Pero más sorprendente todavía es lo del alemán Stefan Schumacher, un buen corredor pero no un especialista. Si el Tour quería tranquilidad, el nuevo maillot amarillo no se la va a dar. El medallista de bronce en el último Campeonato del Mundo de Sttutgart es uno de esos ciclistas que nunca parecen despegar, con una carrera en la que se encuentran actitudes comprometedoras.

Dio positivo en un control de alcoholemia después de sufrir un accidente de tráfico el pasado mes de octubre. Su coche golpeó la verja de un jardín. Sucedió después del Mundial. Su tasa de alcohol era muy elevada. Pero lo peor es que en el análisis de sangre que le realizaron posteriormente aparecieron restos de anfetaminas.

Le quitaron el carné de conducir para diez meses. Le sancionaron con 10.000 euros. Su tasa de alcohol en sangre fue del 0,7%, cuando en Alemania el límite está situado en el 0,5%. Dijo que no tenía ni idea de cómo habían aparecido las anfetaminas en su cuerpo. No es la primera vez que Schumacher, que debutó como profesional en el Telekom, ha tenido problemas.

En 2005 fue descalificado en la Vuelta a Renania-Palatinado por uso de estimulantes (efedrina). Corría entonces en el equipo Lamonta. Ganó cuatro de las cinco etapas que había. Fue descalificado en dos de ellas. Era el líder del circuito europeo. Seis días antes del último Campeonato del Mundo, en un control de la Agencia Alemana Antidopaje, arrojó un hematocrito del 50,5%. Lo justificó con una diarrea y no fue sancionado. Todo ello corriendo en un equipo, Geröslteiner, paladín en cuestiones de dopaje y de imagen. Queda por ver cómo trata la Prensa alemana al nuevo líder del Tour, que no parece un hombre capaz de hacer frente a una clasificación general.

Un Tour movido

Este Tour no tiene bonificaciones y, sin embargo, está resultando enormemente movido, agresivo. Todo parece estar más igualado. Entre los doce primeros de la etapa no hubo un minuto de diferencia y para buscar el primer corredor que cedió más de dos minutos hay que ir hasta el puesto 41. Son unos datos que llaman la atención.

Nadie ha podido romper el reloj. Junto a Schumacher, otro nombre que hay que apuntar es el del luxemburgués Kim Kirchen, a sólo 18 segundos del ganador. Una vez vista la contrarreloj de Fabián Cancellara se entiende mejor que su equipo, CSC, no trabajase camino de Nantes para reducir la diferencia de los escapados y poder optar al maillot amarillo.

Menchov ha recuperado parte de los 45 segundos que había perdido. Esperemos que en el futuro no tengamos que acordarnos mucho de esta contrarreloj.

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