Los informes aconsejan duplicar el área de protección de Praileaitz
De hecho, la cantera no está funcionando en la zona ampliada. La Diputación pedirá modificar el Decreto de Protección cuando concluya el estudio hidrogeológico
MIKEL G. GURPEGUI
Jueves, 5 de junio 2008, 13:44
DV. La Diputación Foral de Gipuzkoa propone que la zona de máxima protección de la cueva de Praileaitz pase de 50 a 100 metros alrededor de la sala donde se encuentran las pinturas rupestres paleolíticas. El ejecutivo foral solicitará la modificación del Decreto de Protección promulgado por el Gobierno Vasco en junio de 2007, una vez que concluyan los estudios hidrogeológicos pendientes.
Ayer se vivió en las Juntas Generales de Gipuzkoa un nuevo episodio de lo que ya casi se ha convertido en un en torno a la cueva de Praileaitz I, en Deba, donde se encontraron en agosto de 2006 importantes pinturas rupestres, y la cantera de Sasiola que funciona en sus proximidades.
La diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, compareció a petición propia ante la Comisión de Cultura y Euskara de las Juntas para ofrecer los resultados y conclusiones de una batería de estudios arqueológicos y geológicos encargados por la Diputación guipuzcoana. Son los mismos de los que el pasado mes de febrero ofreció un avance la consejera de Cultura del Gobierno Vasco, Miren Azkarate.
Las investigaciones, realizadas por Aranzadi y equipos de las Universidades del País Vasco, Cantabria, Málaga y Politécnica de Valencia, sólo han concluído en parte, pero ya mueven a la Diputación guipuzcoana a proponer una ampliación de la zona de máxima protección. El Decreto del Gobierno Vasco establecía en Praileaitz un área a 50 metros alrededor de la cueva, el área 2, en la que se impedía cualquier tipo de actividad de la cantera, y otra, el área 4, en un radio de 100 metros en torno a la sala de pinturas, en la que se permitían actividades extractivas siempre que no se utilizasen métodos explosivos.
Pues bien, la Diputación propone ahora ampliar la máxima protección del área 2 a la 4, no autorizando ningún tipo de actividad. «Geldirik egon», dijo gráficamente Aranburu, quien admitió que, de hecho, en el área 4 no está funcionando la cantera de Sasiola «por voluntad y entendimiento con la empresa». Ésta, Zeleta S.L., del Grupo Amenabar, no ha puesto en marcha los trámites que debería seguir para realizar extracciones sin explosivos, y que habrían de contar con la autorización de la propia diputada de Cultura.
Aranburu comentó tras su comparecencia que «de una relación inicial muy tensa hemos pasado a fases de entendimiento», en que la empresa extractora está facilitando el trabajo de los investigadores.
Medios no explosivos
La idea de ampliar el área de máxima protección, que la Diputación ya ha trasladado al Gobierno Vasco, viene motivada por varias razones. Por un lado, las prospecciones arqueológicas de Aranzadi han detectado la existencia de un número elevado de hasta ocho nuevas cavidades en la zona, la mayoría en el área 4. «Parece que todas forman parte del mismo sistema kárstico y que por lo tanto pueden existir comunicaciones entre ellas -indicó María Jesús Aranburu-. Siendo esto así, parece recomendable no autorizar extracción de piedra alguna, aunque sea mediante medios no explosivos».
Otro motivo para la preocupación son las líneas de rotura en el macizo kárstico detectadas en el estudio de estabilidad. Las discontinuidades que atraviesan la cavidad y los terrenos cercanos tienen la virtud de mitigar las vibraciones generadas por voladuras. Sin embargo, «cualquier modificación de estas discontinuidades puede influir en el aporte de agua y por lo tanto en la preservación de la cueva». El equipo de la Universidad de Cantabria que ha realizado el estudio de estabilidad ha propuesto en su informe ampliar el ámbito de protección.
Un tercer factor, constatado en este caso en los informes de sedimentología, ha sido la detección de un «grave problema de corrosión» en estalactitas y en las banderas sobre las que están las pinturas, que van perdiendo parte de sus cristales. «En caso de que este proceso continuara, algunas pinturas podrían desaparecer en un período relativamente corto de tiempo», comentó la diputada foral, quien recordó que en el mundo de la geología cien años pueden considerarse como un plazo corto de tiempo. Los estudios todavía no pueden determinar la causa de ese proceso de corrosión, que incluso podría ser de origen bacteriano. En este caso habrá que tener paciencia, puesto que las mediciones hidrogeológicas en el interior de la cueva de Praileaitz I deberán prolongarse durante al menos un año.
Menos, entre tres y cuatro meses, durarán las investigaciones también de tipo hidrogeológico que se van a acometer en las áreas de influencia de las líneas de fractura. Se vertirá agua ionizada en las zonas más alejadas de esas discontinuidades, así como en la parte inmediatamente superior a la cueva, para averiguar el comportamiento del agua y el terreno.
Con los resultados de ese estudio hidrogeológico sobre la mesa, la Diputación tiene previsto «determinar el ámbito de protección definitivo y, por lo tanto, proponer la modificación del Decreto de Protección».
Si bien la diputada foral comentó posteriormente que «no hay nadie que nos diga que en este momento la actividad medida y controlada haya tenido algún efecto sobre la cueva», los estudios finalizados y el avance de los que van en marcha van por la línea de una mayor protección para la cueva de Praileaitz frente a una cantera de Sasiola que tiene abierto otro contencioso, el expediente sancionador de la Agencia Vasca del Agua por posible incumplimiento de la Ley de Costas.
En la comparecencia de ayer en las Juntas Generales, los portavoces de los grupos junteros agradecieron la información y se manifestaron en pro de la modificación de un Decreto de Protección que parece insuficiente. Iñigo Arcauz, del PP, manifestó que «las pinturas deben prevalecer sobre los intereses económicos», mientras que los representantes de PSE y Aralar se preguntaron por si en la cueva ya se habrán producido daños irreparables.
Aranburu y los portavoces de los grupos junteros de PP y PSE manifestaron su solidaridad con el grupo Amenabar por el reciente atentado en Zarautz.