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El Palacio Arizabalo, pintado en 1858 por el diplomático y pintor francés Didier Petit de Meurville.
PASAIA

Un edificio para un cambio de época

El nuevo Ayuntamiento, que se inauguraba el pasado viernes, representa para el escritor pasaitarra David Zapirain un indicio de la anunciada renovación de la Bahía de Pasaia

ELENA VIÑAS DV.

Domingo, 1 de junio 2008, 04:46

Lo recordaba la alcaldesa Maider Ziganda el mismo día de su inauguración. El Palacio Arizabalo ha acogido un sinfín de usos a lo largo de sus cuatro siglos de historia. De vivienda residencial pasó a ser una escuela, luego sede de los trabajadores de la Pysbe, fábrica de porcelanas y ahora, casa consistorial. «Un bonito final», señalaba la primera edil. Distinta visión sobre el cambio ofrecía a DV el historiador pasaitarra David Zapirain, autor, entre otros libros, de . A su juicio, «si el anterior Ayuntamiento obedecía a esa época de expansión vivida en los años treinta del siglo XVIII, el actual es un indicio de esa anunciada renovación aún pendiente de hacerse realidad».

El Palacio Arizabalo marca, desde el pasado viernes, un antes y un después en la vida del municipio. «Ahora tenemos un edificio de Ayuntamiento 'normalizado'», declara Zapirain, quien prepara un nuevo libro, precisamente sobre la familia a la que debe su nombre este palacete barroco típicamente vasco.

«Saldrá a finales de este año y será el cuarto volumen de la colección Sorgiñarri. Hasta ahora no hay datos concretos sobre los Arizabalo, esperamos que con la investigación salgan a la luz», indica.

El escritor, experto en el devenir histórico de la población, afirma que la anterior sede de la corporación municipal, situada en la Plaza Santiago, fue creada en 1735. Según explica, «en aquel tiempo San Juan ya tenía su vida propia, como ocurría también con San Pedro. En la fecha en la que el pueblo se hizo con el edificio, la Bahía de Pasaia ya era escenario de múltiples tráficos».

La elección de San Juan no fue en absoluto casual. «Era lógico que se fundara en San Pedro o en San Juan, pues Antxo y Trintxerpe son distritos de creación más reciente. Se decantaron por San Juan, probablemente, por ser objeto de continuas reivindicaciones entre San Sebastián y Hondarribia», comenta.

Seña de identidad

«Se trataba de contar con una seña de identidad y de categoría», puntualiza Zapirain. Y añade que «durante muchos años son precisamente ellos, los sanjuandarras, los que pelean por librarse del control que ejercen las grandes villas sobre el Puerto de Pasajes». El inmueble de la Plaza Santiago disponía, en el momento de su adquisición, de viviendas. Así lo manifiesta David Zapirain, quien sostiene que «cuando se compró el local para ser acondicionado como Ayuntamiento, había casas. Fue concebido para usos municipales y, posteriormente, ya no se le dio ningún otro uso diferente».

El Palacio Arizabalo toma en 2008 su relevo. «Cuando decidieron hacerse con el edificio fue porque había una necesidad de espacio. Éste era un inmueble notable que, además, reunía unas mínimas características», concluye el historiador pasaitarra.

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