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«El 'Chiqui Chiqui' es similar al resto de la música comercial»
Guille milkYway lÍder de 'la casa azul' y DJ hoy en gazteszena

«El 'Chiqui Chiqui' es similar al resto de la música comercial»

El autor de la exitosa 'Amo a Laura' confiesa ser «el primero en descargarme música; no es algo malo»

MIKEL G. GURPEGUI

Martes, 27 de mayo 2008, 14:03

Aunque no tararee una de las canciones pop más pegadizas del momento, La revolución sexual, usted conoce a su autor y cantante, Guille Milkyway. Compuso el popular Amo a Laura. Quedó tercero, sucumbiendo, sí, ante Chikilicuatre, en la selección española para participar en Eurovisión. Milkyway, que nunca había actuado en Gipuzkoa, pinchará discos hoy en la fiesta del décimo aniversario de Gazteszena y vendrá con sus robóticos androides de La casa azul a Sagüés en la Semana Grande donostiarra.

Hoy estará en Gazteszena y volverá para actuar en la Semana Grande donostiarra. ¿Cómo es que todavía no nos había visitado?

No lo sé. La verdad es que es raro que ahora llegue mi primera vez en San Sebastián, pero no me había coincidido. Me desquitaré en agosto, en que espero poder venir a Donostia unos días antes del concierto. También es verdad que hasta este año, en que me he propuesto tocar más, no había hecho demasiadas actuaciones.

Vuelve locos a los críticos con su mezcla de influencias de los años 60, 70, 80 y 90. ¿Se puede sonar a mil cosas y, a la vez, tener personalidad?

Me es complicado hablar de mis influencias musicales. Siempre he escuchado mucha música muy distinta. He sido muy coleccionista de discos. Con La casa azul he intentado meter muchas cosas en la batidora, sin prejuicios ni purismos.

¿Y sin perder de vista ese toque de diversión que debe tener el pop?

Yo no sé si lo tiene que tener siempre. En cualquier caso, esa parte lúdica o efervescente del pop te permite hablar de las cosas más tranquilamente. Me siento mejor dentro de un revestimiento pop, que haciéndolo con toda la seriedad.

Sus androides, ¿son reales o no? Aparte de Guille Milkiway, ¿hay alguien más vivo en La casa azul?

La casa azul es un grupo ubicado en una dimensión fantasiosa. A mí me ha servido durante mucho tiempo para darle más sentido a este universo de realidad distorsionada, un poco alejado de la realidad, con ese toque escapista que tiene La casa azul en la música, en la temática y en la estética. Es un tema de fantasía.

¿Pero está solo en esa fantasía o tiene cómplices?

No, bueno, yo en general siempre he trabajado solo. Es una forma cómoda pero muy autocomplaciente de trabajar. A largo plazo, creo que no es bueno trabajar mucho tiempo en solitario, porque uno se queda anclado en sus vicios. Poco a poco, estoy empezando a trabajar con más gente, empezando por la parte técnica.

¿Y cómo surgió la idea de presentarse a la selección de Eurovisión? ¿También dentro de ese mundo un poco irreal?

Bueno, no. Surgió de una manera natural. Vi enmyspace que convocaban a los artistas y yo toda la vida he sido fan de Eurovisión. En los últimos quince años, siempre comentaba, en plan viejo cascarrabias, que eso ya no es lo que era... Entonces, fue como decir: ¿por qué no? Lo planteo desde una vertiente romántica y seguramente pueril. Hago lo que me apetece y no me arrepiento.

Caer derrotado ante Rodolfo Chikilicuatre, ¿es un honor o un motivo para deprimirse?

Ni una cosa ni otra. Cuando vas a una gala como esa, sabes a lo que vas. No nos engañemos, la gala de Televisión Española y el Festival de Eurovisión son reflejo de la música que hay hoy en día. Por eso, uno decidió hace años situarse en la independencia. Para mí, no es muy distinto el Chiqui Chiqui de cualquier otra cosa musical que hoy en día copa las listas mainstream del mundo. No lo sitúo como una gamberrada, que es lo que me imagino que quería ser, sino en realidad como algo bastante similar al resto de la música comercial. Lo de que la gente votase y gastase dinero en SMS... no está muy bien. Yo todo este tema de Eurovisión lo considero anecdótico, un asomarse a la presión del music-business.

Está teniendo una temporada con mucho movimiento.

Dentro de La casa azul está siendo el año más movido. A finales del año pasado me planteé que era el momento de girar más, de llevarlo todo a los escenarios, de quitarme de encima ciertos miedos. A fin de cuentas, no tiene sentido que uno esté inseguro, si siempre hemos defendido que cada uno haga lo que quiera. Hasta me lo estoy pasando bien. No muy bien, pero al menos no lo paso mal.

¿Actuar en un concierto grande al aire libre, como el de Sagüés, asusta?

No. Lo que hago en directo no es estándar y a algunos les puede chocar. Tiene ese punto artificioso de La casa azul, jugamos con androides, con seis pantallas grandes de plasma, hay mucha cosa programada, es todo muy tecnológico,... Es lo que queríamos hacer, aunque sea más complicado que una banda estándar.

¿Cambia mucho actuar en San Sebastián de hacerlo en Japón y Corea? ¿Es cierto que tienen fans allá?

Cuando uno se mete dentro de la escena indy, realmente el mundo tampoco es tan grande y el espacio se acorta. Pero está claro que Corea del Sur, Japón, Singapur y, a lo mejor, Taiwán empatizan muy bien con esta falta de prejuicios. Es algo muy presente en lamúsica pop japonesa desde los 90 hasta hoy en día. Yo me siento muy identificado con muchos grupos japoneses y a lo mejor no encuentro esa identificación fuera de Asia.

De sus discos han editado ediciones limitadas en vinilo. ¿Entona un Salvemos el vinilo o es un romanticismo ya inútil?

Es que hoy en día el único formato que aporta diferencia es el vinilo, porque el CD está en vías de desaparición cuando tenemos soportes que dentro de nada tendrán su misma calidad y serán más cómodos. El vinilo sí es un formato distinto, que sigue proporcionando una calidad y permite que las portadas se vean en toda su grandeza. Está claro que hay un componente de romanticismo.Me gusta el vinilo pero tengo música en todos los formatos.

¿Le molesta que descarguen su música por internet?

No, no, para nada. La realidad es como es y nos tenemos que acostumbrar a ella. Y los que llevan el tema, que piensen en ello y vean como reconducir las fuentes de ingresos para que los músicos puedan seguir ganándose la vida. Yo soy el primero que me descargo música y creo que todo al que le guste la música es lo que tiene que hacer. No es algo malo y siempre se ha hecho lo de pedir al amigo que te grabe algo. No me gusta eso de culpabilizar. También hay otro mito, el de que el P2P iba a destronar a las grandes compañías y que era como la venganza del pueblo contra el imperialismo de las grandes corporaciones. Y no es verdad. El capitalismo siempre ha sabido comerse todo y que todo quepa dentro del sistema. Los que están sufriendo son las pequeñas compañías, porque las grandes tienen millones de oportunidades para diversificarse.

Es usted autor de una de las canciones más populares de los últimos tiempos. ¿Cómo encara uno el encargo de componer Amo a Laura?

Yo de vez en cuando hago cosas para televisión, incluso encargos más anónimos. Me planteo la música por encargo por un tema alimenticio pero también teniendo presente que tenga algún sentido y que la propuesta sea interesante. Del Amo a Laura me gustaba la propuesta creativa, que fuese una campaña viral,... Pero siempre he tenido la certeza de que realmente cualquier canción hubiese funcionado igual en aquella campaña.

¿Qué va a pinchar esta noche en Gazteszena?

No lo sé muy bien. Dependerá de tipo de gente y ambiente con el que me encuentre. Me gusta ser muy ecléctico, con falta de prejuicios. Me lo planteo más como una selección de discos que como una sesión de DJ. A mí siempre me ha aburrido ir a un sitio a bailar y que a los veinte minutos tenga la sensación de haber escuchado todo el tiempo la misma canción, por la magnífica técnica del DJ para enlazar temas.Más que con los discjockeys estrellas de ahora, me siento identificado con los de antes, cuando el feo del baile pinchaba los discos porque ninguna chica iba a bailar con él.

Ha usado varias veces la palabra prejuicio. ¿Para los indies La casa azul es muy comercial y para los comerciales, demasiado raros?

Aparentemente, sí, pero ves que en realidad hay de todo. Ni el indy siempre ha sido tan snob ni al que escucha radio fórmula se le hace tan rara otro tipo de música. No, siempre hay medias tintas. De hecho, la mayoría de gente está en las medias tintas.

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