Secciones
Servicios
Destacamos
ALBERTO SURIO
Sábado, 10 de mayo 2008, 04:10
-¿Cree que podrían darse en algún momento las condiciones para un nuevo proceso de diálogo entre el Gobierno y ETA?
-Es indispensable reconstruir un proceso de diálogo y negociación desde el convencimiento de que sólo a través de esos instrumentos podemos buscar un acuerdo de soluciones definitivas al conflicto. Venimos de una ruptura que también tenía como referencia un proceso electoral en el Estado español. Estamos en una segunda legislatura del PSOE y sería importante sacar conclusiones de todas las partes. Hay que rebelarse ante el fatalismo de que no hay ninguna expectativa de salida dialogada al conflicto. Estando el conflicto y sus elementos de contenido y también estando muy bien determinadas cuáles son las claves y los contenidos de una solución democrática para todas las partes, estando por lo tanto, el conflicto y su posible solución madura, lo que la clase política tiene que apostar es en otra dirección. Pretender condenar a la sociedad vasca a una nueva noria de confrontación sin perspectiva es una irresponsabilidad política y crear un espejismo de que puede tener una solución por otras vías.
-¿Por qué ETA decidió romper el proceso de paz?
-En el proceso de negociación hay una tendencia de cada parte a culpabilizar del fracaso a la otra. Estoy convencido de que el Gobierno de Zapatero ha tenido una oportunidad de gran calibre para haber encauzado en esta legislatura definitivamente el conflicto. Tengo la impresión de que Zapatero y el Partido Socialista no han tenido ni correlación de fuerzas internas, ni externas para abordar un diseño definitivo de resolución al conflicto. Cada cual con su responsablidad -evidentemente ETA asume una responsabilidad en la nueva situación con su decisión de ruptura del alto al fuego-, pero con todo lo que estaba y en la dimensión que estaba encima de la mesa, creo que a quien le entró vértigo de una solución definitiva fue al Gobierno de Zapatero. Ha sido un proceso que ha fracasado, pero que no ha sido valdío. Loyola marca una referencia de lo que pudo ser y pienso que tendrá que ser: un primer gran acuerdo para abordar un proceso de negociación. Tendremos que volver a Loyola, otra cosa es con qué diseño, si vale todo lo que se hizo o tiene que ser diferente, pero tendremos que volver a Loyola. En Loyola están las claves de lo que puede ser un acuerdo que ponga a este país en otro ciclo, en el que se terminen el ciclo de la negación-imposición de lo que es Euskal Herria como nación y también de la confrontación en términos violentos.
-¿La consulta de Ibarretxe es un órdago de farol como denuncia ELA?
-No nos parece que Ibarretxe y su partido vayan realmente a hacer un órdago de esa naturaleza. Una consulta tiene que servir para que pueda convertirse en instrumento de solución al conflicto político, y no un instrumento de utilización de intereses partidistas con la cercanía de las elecciones. Ibarretxe no ha buscado hasta el momento ningún tipo de connivencia. Tampoco conocemos los contenidos. Se ha estado desarrollando en clandestinidad. Nos da la impresión de que la consulta se convierte en una especie de cebo político.
-¿Cree que la izquierda abertzale debería apoyar la consulta?
-Primero hay que valorar el planteamiento, si hay una hoja de ruta. No se le puede pedir cheques en blanco sobre una hipotética consulta de la que se desconoce casi todo. Siempre que se plantee una iniciativa que esté en clave de abordar la solución al conflicto y consolidar un verdadero marco democrático para este país, la izquierda abertzale estará abierta a ello.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Un anciano tira por la ventana 1.800 euros en Aranda
BURGOSconecta
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.