Todo por hacer

La Liga no terminó ayer. Quedan partidos suficientes como para que la clasificación dé todavía unas cuantas vueltas. Ganar a Alicante nos hubiera dejado en un mano a mano con el CAI. Perder ayer nos vuelve a dejar en una pelea a tres bandas por la primera plaza de ascenso, la que te manda de fiesta en lugar de tener que peregrinar no sé cuantos partidos más para ser el mejor de ocho. Es evidente que el resultado de anoche es el peor imaginable, que ni siquiera se nos había pasado por la cabeza perder por más de los nueve puntos por los que habíamos ganado en Alicante. Es evidente que el margen de maniobra de que dispone el Bruesa se ha reducido a cero, pero no es menos cierto que queda todo por hacer, que el CAI va a perder uno o dos partidos más y que Alicante no lo va a ganar todo. Al menos es poco probable que ni uno ni otro consigan el pleno de aquí al final.

Tampoco será fácil que nuestro equipo no sufra ninguna derrota más, pero seguro que lo va a intentar. Perdiendo un único partido puede ser primero. Si lo gana todo, logrará el objetivo. Está más complicada que el domingo pasado, pero no es imposible. Hay que levantarse del golpe de ayer y seguir en pie.

Para ello es imprescindible repasar la cantidad de cosas que no funcionaron ayer. El rival tuvo mucho que ver con los problemas que sufrieron algunos de nuestros jugadores, pero no es normal que Panko haga dos personales en ataque en el primer cuarto por mucho que un perro viejo como Digbeu se las sacara con habilidad. Más raro es que Hopkins no aparezca en todo el encuentro o que Faverani salga a la pista tan fuera de sí como para perder balones claros y que se le vayan de las manos dos rebotes sin oposición.

Con todo, más allá de los errores individuales, habrá que analizar la causa de que el equipo no pudiera romper el ritmo impuesto por Dumas, por qué no supimos defender a un adversario que será grande, pero no es invulnerable. Por lo demás queda una semana para rearmarse moralmente y viajar a Santiago para batir al Rosalía y seguir en la pelea. Si no, adiós.