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¡Bravo por el joven lazkaotarra!
ciclismo

¡Bravo por el joven lazkaotarra!

Gari Bravo ya se ha dejado ver, a sus 18 años, en las tres primeras carreras. Reconoce que se le «cruza el cable» y no se puede estar quieto en carrera.

GAIZKA LASA

Martes, 11 de marzo 2008, 10:49

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San Sebastián. DV. No ha ganado ninguna carrera. Todavía. Pero Garikoitz Bravo ha demostrado ser una de las promesas de nuestro ciclismo. Tres carreras son suficientes para valorar el talento de un ciclista si se observa su actuación. En tres pruebas como amateur se ha dejado ver más que muchos durante toda la temporada. Si esto fuese el Tour, el dorsal rojo de la combatividad tendría un dueño seguro: Garikoitz Bravo.

Debutó con la selección guipuzcoana en una clásica de Essor Basque y, lejos de amilanarse, rodó durante muchos kilómetros en un grupo de escapados que perseguía al trío de cabeza de carrera. En Soraluze entró en la escapada buena que se formó a las primeras de cambio. Y lo de este sábado en la prueba del Lehendakari de Ereño ha vuelto a confirmar su incapacidad para estar quieto.

Entró en la primera fuga, de tres corredores, en el kilómetro 5. Cuando fueron absorbidos se formó otra fuga más numerosa de nueve corredores. Y allí estaba. Y también en la siguiente. Y en la siguiente. Cuando no entraba atacaba por detrás, y en las subidas de Nabarniz y Natxitua provocó las selecciones más reducidas.

Llegó exhausto a meta, en un discreto puesto, y a unos cuantos minutos. «Las patas», fue la respuesta ante nuestra pregunta de si le había ocurrido algún percance. Aunque lo cierto es que cuando la cabeza le funcione tan bien como las «patas» los resultados tienen que llegar seguro.

Este joven lazkaotarra de 18 años tiene que arreglárselas para entrenar por las tardes. Si ven a un Azpiru-Ugarte esprintando en el puerto de Larraitz haciéndose de noche, ése es Gari Bravo. «Por las mañanas estudio un módulo de electricidad en Tolosa, y en cuanto terminan las clases, a las dos de la tarde, salgo sacando chispas con mi bici hasta el tren que me lleva a Lazkao».

Hace la primera serie de la tarde de la estación a casa con la bici de monte, que cambia por la de carretera en cuanto come algo para salir a entrenar.

Aprender a correr

Este deportista nato se ha decantado por las dos ruedas, pero bien podría dedicarse a otras modalidades. «He corrido numerosos cross populares, siguiendo los pasos de mi padre Clemente, que hoy sigue participando en ellos. He probado la duatlón con buenos resultados a nivel estatal. Me gustan el monte y la pelota. De hecho, la víspera de la carrera de Soraluze no pudo resistirme al pique de los amigos de clase durante una hora que tuvimos libre en en instituto». Confiersa que tuvo agujetas al día siguiente, pero su vena competitiva le puede.

Confiesa que «debo aprender a correr con más cabeza, ya que se me cruza el cable a menudo». Su objetivo de la temporada es acoplarse a la categoría y a la manera de correr.

Es un corredor completo. Ha destacado subiendo en las categorías inferiores y le gusta la dureza. Pero también se desenvuelve bien en las pruebas contrarreloj. De hecho es campeón de Gipuzkoa y de Euskadi de la modalidad en categoría junior.

Reconoce que espera «con especiales ganas la carrera del sábado en Lizartza. Me ilusiona asimismo correr la Subida a Gorla». Y aunque no lo tiene fácil en un equipo grande como el Azpiru-Ugarte, «quiero darlo todo para conseguir un puesto en el equipo de la Vuelta al Bidasoa».

Por actitud, valentía y coraje no será. Habrá que seguir la pista al bravo corredor lazkaotarra.

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